CIUDAD DEL VATICANO -- El Papa Francisco tuvo una reunión privada de 40 minutos en el Vaticano con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel.

Con carteles que pedían la liberación de presos políticos y el respeto por los derechos humanos en Cuba, una docena de personas se manifestaron al final de la Via della Conciliazione, el bulevar principal que conduce a la Plaza de San Pedro, mientras el Papa se reunía con Díaz-Canel en el estudio de la sala de audiencias del Vaticano el 20 de junio.

El presidente también se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado vaticano.

Como es habitual, la oficina de prensa del Vaticano emitió un comunicado sobre la reunión del cardenal con Díaz-Canel, pero no hizo comentarios sobre lo que el Papa y el presidente discutieron.

"Durante las conversaciones con el secretario de estado, se habló de la importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba, evocando la histórica visita de San Juan Pablo II en 1998", de la que en enero se cumplieron 25 años.

Ambos hablaron también de la vida en Cuba hoy, "y de la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad". Además, hablaron sobre "temas internacionales de interés mutuo y se subrayó´ la importancia de mantener el compromiso de promover siempre el bien común".

Después de su reunión privada, el Papa Francisco y Díaz-Canel intercambiaron regalos.

El Papa Francisco regaló al líder cubano una pequeña estatua de bronce de una paloma que sostiene una rama de olivo. En la base está escrito en italiano: "Sed mensajeros de la paz".

El presidente regaló al papa una escultura de plata, bronce y madera. Utilizando una cuchara doblada en forma de persona sentada leyendo un libro, la pieza se llama "El Lector". Díaz-Canel también regaló al Papa libros de poesía cubana de Fina García Marruz y de Cintio Vitier.