Categories: Vaticano

El Papa promueve la causa de santidad de dos misioneros asesinados al intentar proteger a pueblos indígenas en Ecuador

CIUDAD DEL VATICANO -- El Papa León XIV ha impulsado las causas de santidad de dos misioneros cuyos asesinatos en la selva amazónica de Ecuador condujeron a la protección de pueblos indígenas remotos de las industrias extractivas invasoras.

Entre una serie de decretos publicados por el Vaticano el 22 de mayo, el Papa León reconoció el sacrificio del obispo español Alejandro Labaka Ugarte, del Vicariato Apostólico de Aguarico, Ecuador, y de la hermana colombiana Inés Arango Velásquez, miembro de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, como una "ofrenda de vida", una categoría distinta del martirio que el Papa Francisco estableció en 2017.

La categoría y sus requisitos para la santidad se explican en la carta apostólica "Maiorem hac Dilectionem", que estableció la categoría de ofrenda heroica de la vida en servicio amoroso al prójimo. Este reconocimiento acerca a los dos misioneros a la beatificación, a la espera de que se verifique un milagro atribuido a la intercesión de cada uno.

--Ministerio y fallecimiento del obispo Alejandro Labaka Ugarte y la hermana Inés Arango Velásquez--

El obispo Labaka nació en un remoto pueblo de España el 19 de abril de 1920 y se unió a los capuchinos en 1937 tras ser reclutado para luchar en la Guerra Civil Española. Fue ordenado sacerdote en 1945, a la edad de 25 años.

Poseía un fuerte espíritu misionero y viajó a China con otros tres compañeros en 1947. Sin embargo, el régimen comunista expulsó a todas las órdenes religiosas, incluidas las capuchinas, en 1953.

Posteriormente, se trasladó a Ecuador, donde ejerció su ministerio durante 33 años, especialmente con los pueblos indígenas de la selva amazónica.

Tras ser nombrado prefecto de Aguarico en 1965, fue invitado a participar en la sesión final del Concilio Vaticano II, donde le conmovió especialmente su decreto “Ad gentes”, que enfatizaba la actividad misionera de la Iglesia y la expresión de las “semillas de la Palabra”, refiriéndose a la verdad del Evangelio y a la gracia presente en todas las culturas humanas.

Renunció como prefecto en 1970 para dedicarse por completo a trabajar con las comunidades indígenas, en particular con los huaorani, para “descubrir con ellos las semillas del Verbo, escondidas en su cultura y en su vida, y por las que Dios ha mostrado su infinito amor al pueblo Huaorani, dándole una oportunidad de salvación en Cristo”, escribió en su diario. Mantuvo estrechos vínculos con comunidades remotas incluso después de que San Juan Pablo II lo nombrara primer obispo del vicariato apostólico de Aguarico en 1984. Se encontró cada vez más tratando de ser un mediador entre el gobierno y las compañías petroleras, y los pueblos indígenas que vivían donde se estaban descubriendo vastas reservas de petróleo, en un esfuerzo por prevenir la violencia y proteger sus derechos, vidas y culturas.

En 1987, los trabajadores petroleros sufrieron en ocasiones ataques violentos al invadir territorios remotos habitados por los tagaeri, lo que a su vez provocó ataques armados por parte de mercenarios que protegían los intereses de las compañías petroleras.

Ante el temor de que los tagaeri fueran exterminados, el obispo Labaka y la hermana Arango tomaron un helicóptero propiedad de la compañía petrolera y descendieron con cuerdas para intentar ver si la gente podía reubicarse y evitar ser masacrada. Conocían el riesgo, pero sentían que “si no vamos allí, ellos (los mercenarios) los matarán”, había dicho el obispo.

Al día siguiente, los trabajadores encontraron sus dos cuerpos atravesados por lanzas y flechas. Tras sus muertes, el 21 de julio, el gobierno ordenó el cese de toda actividad extractiva en las zonas habitadas por los pueblos huaorani y tagaeri.
Finalmente, en 1999, el gobierno definió y estableció una “Zona Intangible Tagaeri Taromenane” para proteger a las comunidades remotas de las actividades extractivas.

La hermana Arango nació el 6 de abril de 1937 en Medellín, Colombia, y dedicó 20 años a la docencia antes de convertirse en misionera y unirse a la misión capuchina en Aguarico en 1977. Trabajó en un hospital y evangelizó a diversas comunidades indígenas bajo la guía del entonces Padre Lubaka. En 1987, fue asignada a compartir el Evangelio con el pueblo huaorani.

Durante la reunión del Papa León XIV con el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el 22 de mayo, el Papa también firmó un decreto que impulsaba las causas de santidad del obispo Matthew Makil, el primer vicario apostólico nativo de Kottayam de la Iglesia católica sirio-malabar en la India. Nacido el 27 de marzo de 1851, promovió el catecismo, la educación en las escuelas católicas y el establecimiento de congregaciones religiosas y asociaciones piadosas. Falleció el 26 de enero de 1914.

Carol Glatz
Share
Carol Glatz