El Papa Francisco pidió ser mensajeros de ternura, alegría y esperanza en esta Navidad.

Así lo dijo el Santo Padre al recibir a los promotores de un concierto de Navidad solidario que se realizará en Roma.

En su discurso, el Pontífice señaló que “la Navidad nos invita a fijar la mirada en el acontecimiento que trajo al mundo la ternura de Dios -palabra que escasea- y que, por tanto, suscitó y sigue suscitando la alegría y la esperanza”.

“San Francisco de Asís, con su belén viviente en Greccio, quiso representar lo que había sucedido en la cueva de Belén, para que pudiera ser contemplado y adorado. El ‘Poverello’ se llenó de una ternura que le hizo llorar al pensar en la pobreza en la que nació el Hijo de Dios”, afirmó el Papa.

En esta línea, el Santo Padre destacó que “en la gruta de Belén se encendió la esperanza para la humanidad” y que “la luz de la Navidad nos hace redescubrir el sentido de la fraternidad y nos impulsa a ser solidarios con los necesitados”.

De este modo, el Papa agradeció las iniciativas de solidaridad en esta Navidad y a los promotores de este Concierto solidario que será a beneficio de “proyectos educativos destinados sobre todo a niños y jóvenes” del Líbano y Haití.

En concreto, el Santo Padre describió que “invertir en educación significa ayudar a los niños y jóvenes a descubrir y apreciar los valores más importantes y a tener el valor de mirar su futuro con esperanza” porque “en la educación habita la semilla de la esperanza: esperanza de paz y justicia, esperanza de belleza, esperanza de bondad; esperanza de armonía social”.

Sin embargo, el Papa reconoció que “lamentablemente, la pandemia ha agravado la brecha educativa de millones de niños y adolescentes excluidos de toda actividad educativa” y advirtió que existen “otras pandemias que impiden la difusión de la cultura del diálogo y la cultura de la inclusión” porque “hoy por desgracia, domina la cultura del descarte”.

Por ello, el Santo Padre dio las gracias a los organizadores de esta iniciativa musical que es coordinada por la Congregación para la Educación Católica “para no olvidar a los que sufren y para hacer gestos concretos al compartir, que llevan alegría a muchas familias que desean dar a sus hijos un futuro a través de la educación”.

“Les deseo que sean siempre mensajeros de la ternura, la alegría y la esperanza. Una Feliz Navidad de fraternidad y paz para ustedes y sus seres queridos”, concluyó el Papa.