El Papa Francisco pidió este 31 de octubre oraciones por la población de Haití que vive en condiciones extremas y solicitó a la comunidad internacional que apoye a este país y que no lo dejen solo.
Así lo dijo el Santo Padre después de dirigir el rezo del Ángelus dominical ante numerosos fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano a quienes les pidió “rezar, rezar mucho” y buscar noticias sobre la situación en Haití.
Luego, el Papa relató que vio en la televisión el testimonio de un misionero camilo en Haití, P. Massimo Miraglio, y el Santo Padre exclamó “cuánto sufrimiento, cuánto dolor hay esta esta tierra y cuánto abandono” por lo que pidió “¡no los abandonemos!”.
En esta línea, el Santo Padre realizó un llamado a rezar juntos por Haití a través de su cuenta oficial de Twitter @pontifex_es
“Pienso en la población de Haití, que vive en condiciones extremas. Pido a los líderes de las naciones que apoyen a este país, que no lo dejen solo. Cuánto sufrimiento, cuánto dolor hay en esta tierra. Oremos juntos por Haití, no los abandonemos”, escribió el Papa.
En julio de 2021, el Papa Francisco envió su pésame por el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, y expresó “su tristeza y condena toda forma de violencia como medio para resolver crisis y conflictos”.
“Deseo para el querido pueblo haitiano un porvenir de concordia fraterna, de solidaridad y de prosperidad”, añadió el Papa en un telegrama.
En agosto de 2021 Haití fue golpeado por un terremoto de 7.2 grados de magnitud. Según la oficina de protección civil de Haití, hubo al menos 724 fallecidos y 2.800 heridos.
Por su parte, la agencia de ayuda humanitaria católica de los obispos de Estados Unidos, Catholic Relief Services (CRS), indicó que muchas personas perdieron sus hogares por lo que enviaron algunos equipos para suministrar agua potable, alimento, saneamiento básico, refugio y suministros de emergencia.
“Es muy posible que Haití necesite más ayuda que nunca”, dijo entonces Akim Kikonda, representante de país de CRS en Haití.
En 2010, Haití sufrió una situación similar cuando se produjo un terremoto de magnitud 7.0 en las afueras de la capital del país, Puerto Príncipe. Más de 300.000 personas murieron y otros 1.3 millones quedaron sin hogar.