CIUDAD DEL VATICANO -- Los artistas, poetas, escritores y cineastas católicos sirven a la Iglesia no tratando de "domesticar" a Cristo, sino ayudando a la gente a desafiar y ampliar su conocimiento del Señor, dijo el Papa Francisco.

Reunido el 27 de mayo con más de 40 católicos creativos, entre ellos el director Martin Scorsese, el Papa pidió a los artistas católicos que ayuden a "abrir de par en par nuestra imaginación para que pueda trascender nuestras estrechas perspectivas y abrirse al santo misterio de Dios".

La audiencia papal se produjo al final de una conferencia de dos días en Roma, "La estética global de la imaginación católica", patrocinada por la revista jesuita italiana La Civiltà Cattolica y por la Universidad de Georgetown en Washington.

El Papa Francisco dijo a los asistentes: "He amado a muchos poetas y escritores en mi vida, entre los que pienso especialmente en Dante, Dostoievski y otros todavía".

"Las palabras de esos autores me han ayudado a comprenderme a mí mismo, al mundo y a mi pueblo, pero también a profundizar en el corazón humano, a ahondar en mi vida personal de fe, e incluso en mi tarea pastoral, incluso ahora en este ministerio", dijo.

El Papa Francisco pidió a los artistas que "no 'expliquen' el misterio de Cristo, que en realidad es inagotable, sino hacernos tocarlo, hacernos sentirlo inmediatamente cercano, entregárnoslo como realidad viva y hacernos captar la belleza de su promesa. Porque sus promesas apelan a nuestra imaginación: nos ayudan a imaginar de un modo nuevo nuestra vida, nuestra historia y el futuro de la humanidad".

"Sigan soñando, inquietos, conjurando palabras y visiones que puedan ayudarnos a interpretar el misterio de la vida humana y a guiar a nuestras sociedades hacia la belleza y la fraternidad universal", dijo.

Todo ser humano, dijo, experimenta inquietud en su alma, y aunque muchos intentan ignorarla o "domesticarla", al igual que intentan domesticar a Jesús, al hacerlo se apartan de una reflexión y exploración más profundas.

El Papa pidió a los artistas "ir más allá de las fronteras cerradas y definidas, ser creativos sin restar importancia a la propia inquietud espiritual y a la de la humanidad".

"Acojan, con la palabra de la poesía, los deseos inquietos que habitan en el corazón humano, no sea que se enfríen y se apaguen", dijo. "Hacerlo así permite al Espíritu actuar, crear armonía dentro de las tensiones y contradicciones de la vida humana, mantener encendido el fuego de las buenas pasiones y contribuir al crecimiento de la belleza en todas sus formas, esa belleza que se expresa precisamente a través de la riqueza de las artes".