El mundo necesita legisladores capaces, inspirados por el amor y dedicados a servir a los más vulnerables, dijo el Papa Francisco a los legisladores católicos y cristianos.

"Aliento sus esfuerzos continuos, a nivel nacional e internacional, para trabajar por la adopción de políticas y leyes que busquen abordar, con espíritu de solidaridad, las numerosas situaciones de desigualdad e injusticia que amenazan el tejido social y la dignidad inherente de todas las personas", dijo el papa durante una audiencia en el Vaticano el 25 de agosto.

"Si queremos sanar nuestro mundo, tan penosamente probado por rivalidades y formas de violencia que resultan de un deseo de dominar en lugar de servir, necesitamos no sólo ciudadanos responsables, sino también líderes capaces, inspirados por un amor fraternal dirigido especialmente hacia aquellos en las condiciones más precarias de vida", dijo.

El Papa Francisco se dirigió a los miembros y representantes de la Red Internacional de Legisladores Católicos, que se encontraban en Roma para una conferencia anual. La red es una iniciativa independiente y no partidista fundada en 2010 "para reunir a los católicos practicantes y a otros cristianos que ocupan cargos electos de forma regular para la formación en la fe, la educación y el compañerismo", según su página web. Tiene su sede en Viena y una oficina en Washington, D.C.

Entre los asistentes se encontraban el cardenal Christoph Schönborn de Viena y el patriarca ortodoxo sirio Ignacio Aphrem II, ambos patronos honorarios de la red.

El Papa dijo a los asistentes que tantas personas hoy en día "claman por la justicia, en particular los más vulnerables que a menudo no tienen voz y que esperan que los líderes cívicos y políticos protejan, a través de políticas públicas y leyes eficaces, su dignidad como hijos de Dios y la inviolabilidad de sus derechos humanos fundamentales".

Entre los más vulnerables, dijo, están "los pobres, los emigrantes y los refugiados, las víctimas de la trata de seres humanos, los enfermos y los ancianos y tantas otras personas que corren el riesgo de ser explotadas o descartadas por la cultura actual de "usar y tirar"".

El reto al que se enfrentan los legisladores es "trabajar para salvaguardar y mejorar dentro de la esfera pública esas relaciones correctas que permiten que cada persona sea tratada con el respeto, y de hecho el amor, que se le debe", dijo. Jesús ofrece el mejor recordatorio: "Haced a los demás lo que queráis que os hagan a vosotros", añadió.

Pero, para que haya una sociedad justa, es necesario "el vínculo de la fraternidad", es decir, el "sentido de la responsabilidad compartida y la preocupación por el desarrollo integral y el bienestar de cada miembro de nuestra familia humana", dijo el Papa.

Por último, el Papa dijo que "el camino hacia la paz duradera exige la cooperación", especialmente entre los líderes, con el claro objetivo de "perseguir metas que beneficien a todos".

"La paz resulta de un compromiso duradero con el diálogo mutuo, una búsqueda paciente de la verdad y la voluntad de anteponer el auténtico bien de la comunidad al beneficio personal", dijo.

Esto significa que su trabajo como legisladores y líderes políticos "es más importante que nunca. Porque la verdadera paz sólo puede alcanzarse cuando nos esforzamos, a través de procesos políticos y legislativos con visión de futuro, en construir un orden social basado en la fraternidad universal y la justicia para todos."