CIUDAD DEL VATICANO -- El Espíritu Santo invita a los fieles a compartir el amor de Dios y a hacer de la Iglesia un hogar amoroso cuya puerta esté abierta a todos, dijo el Papa Francisco.
"Nuestro Dios es comunión de amor: y así es como Jesús nos lo reveló", dijo el Papa antes de rezar el Ángelus con unos 20,000 visitantes reunidos en la Plaza de San Pedro el 4 de junio.
En su discurso, el Papa Francisco reflexionó sobre la solemnidad de la Santísima Trinidad de Padre, Hijo y Espíritu Santo que se celebraba ese día.
Dijo que este "Dios de comunión" puede verse "a través de la imagen de una familia reunida en torno a la mesa donde se comparte la vida".
El Espíritu Santo invita a los fieles "a sentarnos a la mesa con Dios para compartir su amor", que es "lo que sucede en cada Misa, en el altar de la mesa eucarística, donde Jesús se ofrece al Padre y se ofrece por nosotros", dijo.
El Papa pidió a los católicos que reflexionen sobre las siguientes preguntas: "¿Testimoniamos a Dios-amor? ¿O bien Dios-amor se ha convertido para nosotros en un concepto" que ya no vigoriza ni genera vida?
"Si Dios es amor, ¿dan testimonio de ello nuestras comunidades? ¿Nuestras comunidades saben amar?" y "¿Sabemos amar en familia? ¿Tenemos siempre la puerta abierta, sabemos acoger a todos -- y subrayo, a todos -- acogerlos como hermanos y hermanas?", preguntó.
"¿Ofrecemos a todos el alimento del perdón de Dios y el vino de la alegría evangélica?", preguntó, o la comunidad cristiana se siente menos como un hogar y más como una oficina o un lugar privilegiado "donde sólo entran los elegidos?"
El Papa Francisco pidió que los fieles "nos comprometamos a testimoniar a Dios-amor, creando comunión en su nombre" y viviendo "la iglesia como una casa en la que se ama de manera familiar, para gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo".