El Papa Francisco ha decidido conceder a las mujeres el derecho de voto en el Sínodo de obispos sobre la sinodalidad, una reforma histórica que dará a las mujeres mayores responsabilidades en la toma de decisiones y a los laicos más voz en la vida de la Iglesia Católica.

Francisco aprobó cambios en las normas que rigen el Sínodo de los Obispos, el organismo del Vaticano que reúne a los obispos del mundo en reuniones periódicas, tras años de demandas de los laicos para tener derecho a voto.

El Vaticano publicó el miércoles las modificaciones aprobadas, que ponen de relieve su visión de que los fieles laicos asuman un mayor papel en los asuntos eclesiásticos que durante mucho tiempo se han dejado en manos de clérigos, obispos y cardenales.

Estos nuevos miembros- sacerdotes, consagrados y consagradas, diáconos, fieles laicos- serán identificados por las iglesias locales, y después elegidos por el Papa, de una lista de 140 nombres. Para la selección, informo el Vaticano, se va a tener en cuenta no sólo su cultura general y prudencia, sino también sus conocimientos, tanto teóricos como prácticos, así como su participación en diversas capacidades en el proceso sinodal.

Hasta ahora, los únicos que podían votar en el órgano consultativo eran los obispos, con contadas excepciones, siendo estas siempre hombres. Pero con los nuevos cambios, cinco religiosas se unirán a cinco sacerdotes como representantes con derecho a voto de las órdenes religiosas. Además, Francisco ha decidido nombrar a 70 miembros no obispos del sínodo y ha pedido que la mitad de ellos sean mujeres. También estos tendrán voto.

Entre esos 70 miembros no obispos también se pretende incluir a jóvenes, que serán propuestos por bloques regionales, y Francisco tomará la decisión final.

"Es un cambio importante, no es una revolución", dijo el cardenal Jean-Claude Hollerich, uno de los principales organizadores del sínodo.

El próximo Sínodo está previsto para el 4 al 29 de octubre. Cabe destacar que el documento final presentado por el sinodo deviene en recomendaciones que el Santo Padre puede tomar o no, cuando escribe el documento conocido como la exhortación post-sinodal.

"Corresponderá a las asambleas continentales proponer 20 nombres, y el Papa podrá elegir 10 de cada continente y de la Conferencia de Patriarcas de Oriente Medio", señaló el cardenal Hollerich, "sería bueno que entre estos 70, la mitad sean mujeres y que haya jóvenes, para que la Iglesia esté bien representada".

Otra novedad, subrayó el prelado, es la presencia en el Sínodo también de obispos que no tienen Conferencia Episcopal, como Luxemburgo: "Hasta ahora, estas Iglesias no estaban representadas, esta vez podrán enviar un miembro al Sínodo. La Iglesia estará más completa en este Sínodo, y será una alegría tener a toda la Iglesia reunida en Roma para el Sínodo".

"El espacio de la tienda se amplía", señaló el Cardenal Mario Grech, secretario general de la Secretaría General del Sínodo: "Con esta decisión del Santo Padre, el Sínodo seguirá siendo un Sínodo de Obispos, pero habrá esta participación ampliada. La participación de los nuevos miembros no sólo asegura el diálogo que existe entre la profecía del pueblo de Dios y el discernimiento de los pastores -la circularidad puesta en marcha a lo largo del proceso sinodal-, sino que también asegura la memoria: los nuevos miembros son testigos de la memoria, del proceso sinodal, del itinerario de discernimiento que comenzó hace dos años”.

“Esperamos que los cambios introducidos por el Santo Padre puedan enriquecer no tanto al Sínodo, cuya naturaleza no se ve afectada porque seguirá siendo el Sínodo de los Obispos, sino a toda la Iglesia", afirmó.