Jóvenes y miembros de la Casa de María, grupos asociados a la Pontificia Academia de la Inmaculada Concepción, y otras personas rezan alrededor de una estatua de San Juan Pablo II frente al hospital Gemelli de Roma el 2 de marzo de 2025. El Papa Francisco está recibiendo allí tratamiento para una doble neumonía. (CNS photo/Lola Gomez)
CIUDAD DEL VATICANO – El Papa Francisco marcó el Miércoles de Ceniza en su vigésimo día en el hospital Gemelli de Roma participando en el rito de la bendición de las cenizas y recibiéndolas en un breve servicio de oración, informó el Vaticano.
Si bien el cuadro clínico general del Pontífice seguía siendo complejo, su condición era "estable" y no experimentó episodios de "insuficiencia respiratoria", indicó el boletín médico vespertino del Vaticano del 5 de marzo.
El Papa recibió las cenizas y la Eucaristía por la mañana de manos de un celebrante, cuyo nombre no fue mencionado en el boletín. Según una fuente del Vaticano, lo más probable es que se tratara de uno de los capellanes del hospital.
El rito se llevó a cabo en la suite privada del décimo piso del hospital, donde el Papa ha estado recibiendo tratamiento por neumonía bilateral y otros problemas respiratorios, informó el Vaticano.
El Papa fue diagnosticado con neumonía bilateral el 18 de febrero, tras ser ingresado en el hospital el 14 de febrero debido a dificultades respiratorias. Una fuente del Vaticano señaló que la neumonía sigue una "evolución normal" en un paciente que recibe tratamiento. Cada caso es diferente y "se necesita paciencia" porque la enfermedad "no desaparece en un solo día", explicó la fuente.
El Papa está "de buen ánimo" y cooperativo, añadió la fuente.
El 5 de marzo, el Papa Francisco pasó el día sentado en un sillón e incrementó la cantidad de "fisioterapia respiratoria" que ha estado recibiendo, la cual generalmente consiste en ejercicios de respiración, además de fisioterapia, según el boletín. Una fuente indicó que un fisioterapeuta está trabajando con él para ayudar a prevenir las consecuencias habituales que surgen cuando una persona tiene movilidad reducida mientras está hospitalizada.
"Como estaba previsto, el Papa recibe oxígeno de alto flujo" a través de una cánula nasal durante el día, indicó el boletín, y por la noche usa una mascarilla que cubre su nariz y boca para "ventilación mecánica no invasiva".
Aunque el Papa ya no necesitó oxígeno a través de una mascarilla de respiración durante el día los días 4 y 5 de marzo, una fuente del Vaticano explicó que la ventilación mecánica se usa por la noche para que pueda dormir mejor.
También el 5 de marzo, el Papa llamó por teléfono al padre Gabriel Romanelli, párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, lo que según la fuente indica que el Pontífice puede hablar. El Papa pasó la tarde alternando entre el trabajo y el descanso, según el boletín.
Debido a la complejidad continua de su caso, sus médicos siguen considerando que su "pronóstico permanece reservado".
El Vaticano informó en la mañana que el Papa había descansado bien durante la noche y que se despertó poco después de las 8 a.m. Esta fue la primera vez que los médicos comunicaron la hora en que el Papa se despertó, ya que su horario habitual es despertarse tan temprano como a las 4 o 5 a.m. para la oración y la reflexión.
El Papa Francisco había sufrido "dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda" el 3 de marzo, lo que ocurre cuando los pulmones no pueden tomar suficiente oxígeno o eliminar suficiente dióxido de carbono para satisfacer las necesidades del cuerpo.
Estas crisis llevaron a los médicos a volver a colocar al Papa en "ventilación mecánica no invasiva", un tratamiento que administra aire con oxígeno adicional a través de una mascarilla ajustada que usa presión positiva para ayudar con la respiración. También se sometió a dos broncoscopias ese día, pero "permaneció alerta, orientado y cooperativo en todo momento", indicó el Vaticano.
El cardenal Angelo De Donatis, jefe de la Penitenciaría Apostólica, presidió la tradicional celebración del Miércoles de Ceniza que normalmente es liderada por el Papa. La celebración del 5 de marzo comenzó con una procesión penitencial desde el monasterio benedictino de San Anselmo en la colina del Aventino en Roma hasta la basílica de Santa Sabina, dirigida por los dominicos, seguida de la Misa y la distribución de las cenizas.
El cardenal leyó la homilía preparada por el Papa Francisco; sin embargo, antes de leerla, dijo: "Estamos profundamente unidos" al Santo Padre y "le agradecemos por ofrecer su oración y sus sufrimientos por el bien de toda la Iglesia y del mundo entero".
El Vaticano también anunció que el Papa no estará presente en el Jubileo de los Voluntarios, que se llevará a cabo los días 8 y 9 de marzo, y que la Misa del 9 de marzo será presidida por el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Se esperaba la asistencia de unas 25,000 personas de más de 100 países.
El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, estaba programado para dirigir el rezo nocturno del rosario por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro el 5 de marzo.