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El Papa León llama al diálogo mientras EEUU aumenta su presencia militar en la costa venezolana

El Papa León XIV ha hecho un llamado al diálogo y la paz en Venezuela, mientras Estados Unidos aumenta la presión sobre el país sudamericano, donde las relaciones entre el régimen socialista y los funcionarios católicos se han vuelto tensas.

"Un país tiene derecho a tener militares para defender la paz, para construir la paz", dijo el pontífice a los periodistas el 4 de noviembre en Castel Gandolfo. "En este caso, sin embargo, parece algo distinto, con la tensión aumentando", añadió. "Hace solo cinco minutos leí una noticia que decía que se están acercando cada vez más a la costa de Venezuela", refiriéndose a los buques y tropas de los Estados Unidos.

"Creo que con la violencia no se gana", afirmó el Papa. "Lo que hay que hacer es buscar el diálogo, buscar una forma justa de encontrar soluciones a los problemas que puedan existir en algún país".

Ocho buques de guerra estadounidenses y miles de soldados se han concentrado en el Caribe, frente a la costa norte de Venezuela, desde el verano. Las fuerzas estadounidenses han hundido presuntos barcos narcotraficantes que transportaban cocaína hacia Estados Unidos, mientras que el presidente Donald Trump ha hablado de un cambio de régimen en el país sudamericano rico en petróleo.

El presidente Nicolás Maduro, quien volvió a juramentar como presidente en enero tras afirmar haber ganado las elecciones --en unas votaciones que países como Estados Unidos consideran manipuladas--, acogió con satisfacción los comentarios del Papa León. El 5 de noviembre declaró: "El pronunciamiento del Papa León, vicario de Cristo, jefe de la Iglesia Católica, que ha llamado al diálogo entre Estados Unidos y Venezuela para buscar soluciones y defender y preservar la paz. Gracias, Papa León".

El Gobierno de Estados Unidos ha acusado a Maduro de ser un narcotraficante y en agosto duplicó la recompensa por su detención a 50 millones de dólares. "Es uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para nuestra seguridad nacional", afirmó la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi.

Trump declaró recientemente en el programa "60 Minutes" de la CBS News que los días de Maduro estaban contados, pero cuando se le preguntó si Estados Unidos declararía la guerra a Venezuela, respondió: "Lo dudo. No lo creo". El ejército estadounidense ha llevado a cabo ataques contra al menos 16 embarcaciones sospechosas de traficar con drogas en el sur del Caribe desde el 2 de septiembre, matando a decenas de personas, según un recuento de PBS News.

Mientras tanto, la Oficina Maryknoll para Asuntos Globales, junto con otras 61 organizaciones de la sociedad civil, envió una carta al Congreso el 4 de noviembre en la que decía: "La administración Trump no ha proporcionado ninguna justificación legal válida para estos ataques ni ninguna prueba que corrobore sus afirmaciones de que las víctimas representaban una amenaza inminente para la seguridad de Estados Unidos".

Daniel Di Martino, originario de Venezuela y miembro del Manhattan Institute, afirmó que muchos venezolanos dentro y fuera del país apoyarían un cambio de régimen liderado por Estados Unidos.

"Los venezolanos han perdido toda esperanza tras 26 años de dictadura socialista y la mayor crisis de refugiados del mundo", declaró a OSV News. Casi 8 millones de venezolanos han abandonado el país, añadió, "y el régimen tiene todas las armas contra la población civil".

La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, respaldó las acciones de Trump y declaró ante una audiencia empresarial estadounidense que las medidas del presidente de Estados Unidos "protegerían millones de vidas de ciudadanos latinoamericanos y, sin duda, de ciudadanos venezolanos". Machado, quien realizó estos comentarios por video durante el Foro Empresarial Americano en Miami, añadió que "Maduro comenzó esta guerra y el presidente Trump la está terminando", según el medio periodístico Politico.

Machado recibió recientemente el Premio Nobel de la Paz, tras haber sido inhabilitada para presentarse a las elecciones de 2024 y liderar la oposición venezolana desde la clandestinidad dentro del país. Edmundo González Urrutia la sustituyó en las urnas y ganó por abrumadora mayoría, según las hojas de recuento recopiladas por la oposición, pero los funcionarios electorales pro-Maduro le negaron la victoria.

Los líderes católicos de Venezuela pidieron que se respetara el voto, lo que intensificó las acciones gubernamentales contra la Iglesia.

El cardenal Baltazar Porras, arzobispo emérito de Caracas, pidió recientemente la liberación de los presos políticos, afirmando el 17 de octubre en Roma: "Vivimos una situación moralmente inaceptable. Lamenta el ejercicio de la libertad ciudadana, el crecimiento de la pobreza, la militarización como forma de gobierno que incita a la violencia y la introduce como parte de la vida cotidiana. La corrupción y la falta de autonomía de poderes públicos y el respeto de la voluntad popular configuran un panorama que no ayuda a la convivencia pacífica y a la superación de las carencias estructurales de la sociedad".

"El tema de los presos políticos privados de libertad por razones no siempre claras, se rompe la unidad familiar y sufren todo sin que haya a quien recurrir", añadió.

La discordia entre los líderes eclesiásticos y las figuras políticas venezolanas se extendió a la celebración de los primeros santos de Venezuela, canonizados el 19 de octubre: San José Gregorio Hernández, conocido como "el médico de los pobres", y la hermana María Carmen Elena Rendiles Martínez, que nació sin un brazo, pero fundó conventos y escuelas. Maduro afirmó posteriormente, sin ofrecer pruebas, que "Baltazar Porras dedicó toda su vida a conspirar contra José Gregorio Hernández... pero ha sido derrotado por Dios y por el pueblo".

La Arquidiócesis de Caracas canceló una gran Misa de acción de gracias prevista para el 25 de octubre por motivos de seguridad. El cardenal Porras afirmó posteriormente que no pudo viajar para asistir a la Misa de acción de gracias en la ciudad de Isnotú, el lugar de nacimiento de San José Gregorio Hernández, debido a que los vuelos no podían aterrizar y a la presencia de la fuerza militar en la zona.

"¿Cuál es el delito que se ha cometido para que no pueda uno ir a cumplir con un deber y con un deber religioso?",preguntó el cardenal.

David Agren
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