CIUDAD DEL VATICANO -- El Papa Francisco nombró a dos comisionados especiales para comenzar a trabajar en la construcción de un sistema agrivoltaico en una propiedad del Vaticano en las afueras de Roma que podría abastecer la totalidad de las necesidades energéticas de la Ciudad del Vaticano.

"Es necesario hacer una transición hacia un modelo de desarrollo sostenible que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, fijándose el objetivo de la neutralidad climática", dijo en una carta apostólica emitida "motu proprio", por iniciativa propia.

La carta, titulada "Fratello Sole" ("Hermano Sol"), estaba fechada el 21 de junio, solsticio de verano y día más largo del año. El Vaticano publicó la carta el 26 de junio.

"La humanidad dispone de los medios tecnológicos necesarios para afrontar esta transformación ambiental y sus perniciosas consecuencias éticas, sociales, económicas y políticas, y entre ellas, la energía solar desempeña un papel fundamental", escribió.

El Papa pidió la construcción de una planta agrivoltaica en una propiedad del Vaticano a unos 11 kilómetros de Roma, en la zona de Santa Maria di Galeria, donde se encuentra un conjunto de antenas direccionales de onda corta de Radio Vaticano.

Los sistemas agrivoltaicos son una serie de paneles solares que coexisten con los cultivos, el ganado o ambos, por ejemplo, colocando paneles sobre invernaderos, intercalados entre los campos o elevados por encima de ellos para que puedan seguir utilizándose con fines agrícolas.

La futura instalación se proyectará para que "garantice no sólo el suministro eléctrico de la estación de radio allí existente, sino también el sustento energético completo del Estado de la Ciudad del Vaticano", escribió.

El Papa nombró a dos comisarios especiales para encabezar el proyecto: el presidente de la comisión que gobierna el Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, y el presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el arzobispo Giordano Piccinotti. La APSA administra directamente los bienes inmuebles y las propiedades del Vaticano.

Nombró a los dos presidentes "Comisarios Extraordinarios con plena capacidad para realizar los actos necesarios de administración ordinaria y extraordinaria", y ordenó a la Secretaría de Estado vaticana que facilite a los comisarios "cada solicitud de los Comisionados Extraordinarios y trabaje para que nada se pierda en ese territorio que hasta ahora ha estado a disposición de la Sede Apostólica" tras ser cedido por Italia en un acuerdo en 1951.

El Vaticano ha tratado de reducir drásticamente su impacto medioambiental adoptando más fuentes de energía renovables, persiguiendo el objetivo de cero emisiones para 2050 y montando una flota de vehículos con cero emisiones netas para 2030.

En 2022, el Vaticano se adhirió a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 y al Acuerdo de París de 2015.

El Papa dijo que con la adhesión del Vaticano a la convención marco, que pide a los países que se comprometan a limitar el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, tenía "la intención de contribuir a los esfuerzos de todos los Estados para ofrecer, de acuerdo con sus respectivas responsabilidades y capacidades, una respuesta adecuada a los desafíos que el cambio climático plantea a la humanidad y a la casa común".