ROMA - Mientras los insurgentes talibanes entraban en Kabul y Estados Unidos evacuaba a su personal de la embajada de Afganistán, el Papa Francisco el domingo hizo un llamado al diálogo para poner fin al conflicto y para que los habitantes puedan vivir en paz, con seguridad y respeto mutuo.
"Me uno a la preocupación unánime por la situación en Afganistán. Les pido que recen conmigo al Dios de la paz para que cese el estruendo de las armas y se encuentren soluciones en la mesa del diálogo", dijo Francisco a los miles de peregrinos en la Plaza de San Pedro.
"Solo así la martirizada población de ese país -hombres, mujeres, ancianos y niños- podrá volver a sus hogares y vivir en paz y seguridad con pleno respeto mutuo", dijo.
Las palabras de Francisco se produjeron al final de su oración dominical del Ángelus, y mientras las noticias de Kabul hablaban de la entrada de los talibanes en la capital el domingo por la mañana.
El personal de la embajada de Estados Unidos fue evacuado, mientras los ciudadanos afganos hacían cola en los cajeros automáticos para retirar sus ahorros.
Se teme que con su regreso al poder, los talibanes comiencen nuevamente con las ejecuciones sumarias de las personas que hayan colaborado con el gobierno estos últimos 20 años, y que reimpongan el duro régimen que marcó su dominio del país entre 1996 y 2001.
Aún antes de que asumieran el poder el domingo, imágenes compartidas en las redes sociales por reporteros con base en Kabul mostraban a hombres pintando sobre las vidrieras de un salón de belleza femenino, lo que acrecentó el temor de que los talibanes pongan fin al experimento occidental de las últimas décadas, con la expectativa de construir un nuevo Afganistán más tolerante.
Según The Associated Press, los talibanes se apoderaron de casi todo Afganistán en poco más de una semana, a pesar de los cientos de miles de millones de dólares gastados por Estados Unidos y la OTAN durante 20 años para construir las fuerzas de seguridad afganas. Pocos días antes, una evaluación militar estadounidense estimaba que pasaría un mes antes de que la capital quedara bajo la presión de los insurgentes.
En cambio, los talibanes derrotaron, cooptaron o hicieron huir a las fuerzas de seguridad afganas de amplias zonas del país, aunque estas contaban con cierto apoyo aéreo del ejército estadounidense.
El presidente afgano Ashraf Ghani ha huido del país.
Comandantes de primera línea y soldados de a pie talibanes declarado a un reportero de la BBC que están decididos a reimponer su versión de la sharía, que incluiría la lapidación por adulterio, la amputación de miembros por robo y la prohibición de que las niñas vayan a la escuela después de los 12 años.
Esto significa que las decenas de miles de mujeres que en las últimas dos décadas se los suficientemente seguras como para recibir una educación, convertirse en profesionales o caminar por las calles sin estar acompañadas por un hombre, ahora temen por sus vidas.
Al final del discurso del Ángelus, el Papa Francisco también pidió oraciones por Haití, donde el violento terremoto del sábado causó cientos de muertos y miles de heridos, entre ellos el cardenal Chibly Langlois, que resultó herido pero que, según se informa, está fuera de peligro. El país sigue luchando por recuperarse del devastador terremoto de 2010.
“Quisiera expresar mi cercanía a esa querida población que ha sido duramente golpeada por el sismo”, dijo Francisco. “Mientras elevo mis oraciones al Señor por las víctimas, dirijo mi palabra de aliento a los sobrevivientes, esperando que la comunidad internacional se interese por ellos. ¡Que la solidaridad de todos alivie las consecuencias de la tragedia!”
Con motivo de la fiesta de la Asunción de María, Francisco destacó la humildad de la Madre de Dios y recordó que "vivió su vida en su mayor parte dentro de los muros domésticos, vivió su vida en lo ordinario, en la humildad".
"Los días de la Llena de Gracia no fueron tan llamativos", dijo. "Se sucedían uno tras otro, a menudo exactamente iguales, en silencio: externamente, nada extraordinario. Pero la mirada de Dios estaba siempre sobre ella, admirando su humildad, su disponibilidad, la belleza de su corazón nunca manchado por el pecado."
Según el Papa, "este es un gran mensaje de esperanza para nosotros. Para vosotros, que vivís los mismos días agotadores y a menudo difíciles. Celebrémosla hoy con el amor de los hijos, animados por la esperanza de estar un día con ella en el Cielo."
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