El Papa Francisco anunció su intención de proclamar a San Ireneo de Lyon Doctor de la Iglesia con el título de Doctor unitatis, Doctor de la Unidad.

El Pontífice realizó este anuncio en el encuentro que mantuvo este jueves 7 de octubre con los miembros del Grupo Mixto de Trabajo Ortodoxo-Católico San Ireneo en el Palacio Apostólico del Vaticano.

El Santo Padre destacó la importancia que la figura de San Ireneo tiene hoy para el diálogo ecuménico entre católicos y ortodoxos: “Vino de Oriente y ejerció su ministerio episcopal en Occidente. Fue un gran puente espiritual y teológico entre cristianos orientales y occidentales”.

Según su página web, el objetivo del Grupo de Trabajo Mixto Ortodoxo-Católico San Ireneo es "investigar las profundas diferencias de mentalidad, formas de pensar y de hacer teología que están relacionadas con los problemas actuales en el diálogo ortodoxo-católico, para entender su carácter, y tratar de ver cómo ambas tradiciones pueden enriquecerse mutuamente sin perder su propia identidad".

San Ireneo, según la página web del grupo, "es venerado como padre patrístico tanto en las iglesias de Oriente como en las de Occidente" y "representa, por tanto, un ejemplo de la conexión espiritual entre las iglesias de Oriente y Occidente, que el grupo de trabajo trata de promover a través de sus debates."

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San Ireneo nació en el año 125 en Asia Menor. De sólida formación académica y religiosa, tenía amplios conocimientos en Sagradas Escrituras, literatura y filosofía, estuvo en estrecho contacto con discípulos de los Apóstoles, como San Policarpo.

Como Obispo de Lyon destacó por combatir las diferentes herejías de la época con fuertes argumentaciones que expuso en cinco libros donde desmontaba las diferentes sectas al ponerlas ante la correcta doctrina emanada de las enseñanzas de los Apóstoles y de las Sagradas Escrituras.

En concreto, consiguió desarmar la doctrina de los gnósticos, una corriente herética que suponía la principal amenaza para la fe y la Iglesia de la época.

Según la tradición, San Ireneo fue martirizado, pero se desconocen los detalles de su muerte. Sus reliquias desaparecieron en 1562 tras ser destruida su tumba por los calvinistas.

San Ireneo será el segundo Doctor de la Iglesia proclamado en este Pontificado. Antes, el Papa Francisco declaró Doctor de la Iglesia a San Gregorio de Narek.

En los Pontificados anteriores, Benedicto XVI nombró Doctores de la Iglesia a San Juan de Ávila y a Santa Hildegarda de Bingen.

San Juan Pablo II proclamó Doctora de la Iglesia a Santa Teresa de Lisieux. San Pablo VI nombró a Santa Teresa de Jesús y a Santa Catalina de Siena Doctoras de la Iglesia. San Juan XXIII nombró a San Lorenzo de Brindisi Doctor de la Iglesia. Pío XII nombró Doctor de la Iglesia a San Antonio de Padua.