A BORDO DEL AVIÓN PAPAL -- El Papa Francisco dijo el miércoles que la comunión es para los que están "en la comunidad" y los políticos que apoyan el aborto están "fuera de la comunidad." Sin embargo, también dijo que estos casos son un asunto pastoral que debe ser tratado por el párroco del individuo.
El Papa habló del tema después de que el grupo de periodistas de habla inglesa que viajaba con él en su vuelo de regreso de Eslovaquia le presionara específicamente sobre la cuestión de la comunión de los políticos proabortistas. También le preguntaron si alguna vez había negado públicamente la comunión a un político proabortista.
La pregunta se produce en un momento en que los obispos estadounidenses están estudiando un documento sobre la Eucaristía, que podría abordar la cuestión de los políticos católicos favorables al aborto, como el presidente Joe Biden y la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
El Papa Francisco comenzó su respuesta diciendo que nunca ha negado la comunión a nadie, pero también que no sabe si alguna de las personas que se acercaron a comulgar con él son políticos que defienden el aborto.
“Pero nunca fui consciente de tener frente a mí a una persona como la que usted describe", dijo.
Cabe destacar que cuando Francisco aún era el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, todos los políticos católicos de Argentina se definían como provida y militaban en contra del aborto, y el impulso a la legalización de esta práctica en el país cobró fuerza en los años posteriores a su traslado a Roma.
El pontífice dijo entonces que sólo había tenido una situación "graciosa" una vez, cuando celebró la misa en un hogar de ancianos, y preguntó a los presentes quién iba a recibir la comunión, presumiblemente para consagrar la cantidad necesaria de hostias. Todos dijeron que sí, y después, una anciana se le acercó y le dijo: "gracias por eso. Soy una mujer judía".
Aprovechó esta anécdota para decir a continuación que "la comunión no es un premio para los perfectos", sino un "don, la presencia de Jesús en su Iglesia, y en la comunidad. Esta es la teología".
"Entonces, los que no están en la comunidad, no pueden comulgar", dijo. "Fuera de la comunidad: Excomulgados, es una palabra dura, pero no pertenecen a la comunidad, porque no fueron bautizados, o porque están alejados de ella."
Francisco se refirió entonces a la "cuestión del aborto", diciendo que es "más que un problema: es un homicidio. No hay términos medios. Quien aborta, mata".
Como ha hecho antes, se refirió a los libros de embriología que dicen muy claramente que en la tercera semana desde la concepción se forman los órganos de la nueva persona, a menudo antes de que la madre se dé cuenta de que puede estar embarazada.
"Es una vida humana. Una persona. Esta vida humana se respeta, y el principio es claro", dijo.
Según Francisco, la Iglesia es tan "dura" en este tema porque la cuestión es muy clara: es una vida humana y no un problema que se pueda resolver "contratando un sicario". Que la Iglesia aceptara el aborto, dijo, sería como que la Iglesia "aceptara el homicidio diario".
"Esas personas que no están en la comunidad no pueden comulgar, porque están fuera de la comunidad", insistió. "No es un castigo: La comunión está ligada a la comunidad".
El Papa dijo entonces que el problema que le planteaban los periodistas no es teológico, porque como tal, "es simple".
"El problema es pastoral, cómo gestionamos nosotros, como obispos, este principio", dijo. "Si miramos la historia de la Iglesia, veremos que cada vez que los obispos no actuaron como pastores en un problema, se convirtieron en políticos".
"Cuando la Iglesia, al defender un principio, lo hace de forma no pastoral, se mete en el plano político, y esto siempre ha sido así", dijo. "¿Y qué debe hacer el pastor? No debe ir por ahí condenando. Y también debe ser pastor con los excomulgados, y serlo con el estilo de Dios, que es cercanía, compasión y ternura."
"Un pastor que no sabe manejarse con el estilo de Dios patina y se mete en muchas cosas que no son de un pastor", dijo, y añadió que no quería "particularizar" y hablar de Estados Unidos, porque "no conozco los detalles".
También dijo que generalizar sobre si "se puede dar o no... es una casuística", pero luego lamentó que muchas veces haya "condena", y pidió no hablar de excomunión sino de personas que "están temporalmente fuera de la comunidad", pero que también son "hijos de Dios y necesitan nuestra acción pastoral."
El matrimonio gay y las uniones civiles
Francisco también habló sobre las uniones entre personas del mismo sexo, diciendo que el matrimonio es un sacramento y como tal, nunca puede ser entre dos personas del mismo sexo.
El Papa dijo que la Iglesia católica "no tiene el poder de cambiar un sacramento tal y como fue instituido por el Señor", pero apoyó las leyes civiles que tratan de ayudar "a quienes tienen una orientación sexual diversa", porque "es importante ayudar a estas personas, pero sin dar algo que, por su naturaleza, la Iglesia no puede dar."
"Pero si una pareja homosexual quiere llevar una vida en común, el Estado tiene la posibilidad de darles seguridad, estabilidad, derecho a la herencia; y no sólo a los homosexuales sino a todas las personas que quieran asociarse. Pero el matrimonio es un matrimonio".
"Esto no significa que haya que condenarlos; no por favor, son nuestros hermanos y hermanas", continuó Francisco. "Pero el matrimonio es un sacramento, y como tal, no. Esto está claro. Pero una ley civil que ayude también, por ejemplo, a dos viudas que quieran asociarse para que la ley civil las proteja, está bien."
El sacramento del matrimonio, insistió, es entre un hombre y una mujer, y "a veces lo que digo siembra confusión, porque todos somos iguales. El Señor es bueno, y quiere que todos nos salvemos, pero, por favor, no hagan que la Iglesia niegue la verdad."
COVID-19 y las vacunas
Hablando de las vacunas COVID y de la libertad de recibirlas, el Papa dijo que los niños se vacunan regularmente contra la polio y otras enfermedades sin quejarse. El rechazo de algunos cristianos a las vacunas COVID, dijo, proviene probablemente de la "virulencia e incertidumbre" no sólo de la pandemia sino también de la vacuna, y de los rumores de que algunas de ellas han sido "poco más que agua destilada".
"Esto generó cierto temor en la gente", dijo. "Además, en el Colegio de Cardenales hay algunos negacionistas, y uno de ellos, pobre hombre, se recuperó de COVID... ironías de la vida".
Aunque no lo nombró, Francisco se refería al cardenal estadounidense Raymond Burke, que fue hospitalizado en agosto, y pasó varios días en grave estado, conectado a un ventilador, tras contraer COVID-19.
Las declaraciones de Francisco se produjeron durante la tradicional rueda de prensa a bordo con los periodistas que viajaron con él durante su visita a Budapest y Eslovaquia del 12 al 15 de septiembre.
Publicado originalmente en Crux. Traducido y adaptado por su autora. Sigue a Inés San Martín en Twitter: @inesanma