CIUDAD DEL VATICANO -- El Papa Francisco llamó a todos los pueblos en guerra a reconocer la fraternidad como una "luz para detener la noche de los conflictos".
"Evocar a los hermanos y hermanas es recordar a quien está combatiendo, y también a todos nosotros, que el sentimiento de fraternidad que nos une es más fuerte que el odio y la violencia", escribió el Papa en su mensaje para el Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana en el Vaticano el 10 de junio.
En una celebración festiva de fraternidad humana, artistas, activistas y líderes políticos de todo el mundo se reunieron en la Plaza de San Pedro para hacer un llamado a la paz y la solidaridad mundiales.
Entre ellos se encontraban 29 premios Nobel de la Paz, entre ellos Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia, y Óscar Arias Sánchez, ex presidente de Costa Rica.
Las personas galardonadas con premios Nobel se reunieron antes con funcionarios del Vaticano para redactar una Declaración sobre la Fraternidad Humana que fue presentada en el evento y firmada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano.
Al presentar el documento en la Plaza de San Pedro, Nadia Murad, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2018 por sus esfuerzos para combatir la violencia sexual en Irak, pidió el fin de la violencia sexual, los conflictos armados, las armas nucleares, la migración forzada, la limpieza étnica y el uso manipulador de la inteligencia artificial y otras tecnologías.
La declaración también pedía a países que instituyeran Ministerios de la Paz en sus gobiernos para promover iniciativas pacifistas.
"Nunca jamás guerra", dijo Murad, "la paz, la justicia y la igualdad son las que guiarán el destino de la humanidad".
El cardenal Parolin dijo que el documento es un paso importante en la construcción de "un nuevo mundo de paz y solidaridad", y animó a todos a no "delegar en otros la realización de este documento, cada uno de nosotros debe hacer su parte y sentirse responsable".
La Fundación vaticana Fratelli Tutti, organizadora del evento, dijo que iniciará una campaña para conseguir que mil millones de personas firmen el documento.
Ocho plazas de países de todo el mundo se conectaron con el Vaticano a través de la retransmisión en directo, y participantes lejanos compartieron sus ideas sobre la fraternidad humana desde el Congo, la República Centroafricana, Etiopía, Argentina, Israel, Japón, Perú y un barco de rescate de migrantes frente a la costa de Sicilia.
Un niño del Congo compartió el reto que supuso para él abrazar la fraternidad humana tras haber sido capturado y mantenido en cautiverio durante 18 meses durante la guerra civil de su país.
En un principio estaba previsto que el Papa Francisco asistiera al evento y se reuniera con los galardonados con el Nobel, pero permaneció en el hospital recuperándose de una operación a la que fue sometido el 7 de junio para tratar una hernia. Su mensaje a los asistentes fue leído por el cardenal Mauro Gambetti, presidente de la Fundación Fratelli Tutti y arcipreste de la Basílica de San Pedro.
"En nuestro mundo, desgarrado por la violencia y la guerra, no son suficientes los retoques y los ajustes", escribió el Papa Francisco, "sólo una gran alianza espiritual y social que nazca de los corazones y gire alrededor de la fraternidad puede volver a poner en el centro de las relaciones la sacralidad y la inviolabilidad de la dignidad humana".
Pero esto no se consigue con "teorías sobre la fraternidad", sino con "gestos concretos y decisiones compartidas que hagan una cultura de paz".
El Papa animó a los asistentes a practicar la fraternidad en sus propias vidas al "reconciliarnos con la familia, con los amigos o con los vecinos, rezar por quien nos ha hecho daño, reconocer y ayudar a quien está en necesidad, llevar una palabra de paz a la escuela, a la universidad o a la vida social, ungir con nuestra cercanía a alguien que se sienta solo".
El Papa Francisco también dijo "No nos cansemos de gritar 'no a la guerra', en el nombre de Dios o en el nombre de cada hombre y mujer que aspira a la paz".
En una muestra de fraternidad que triunfa sobre el conflicto, dos jóvenes, un ruso y un ucraniano, se dieron la mano en la Plaza de San Pedro. Más de 100 jóvenes, cada uno con una gran pechera con su bandera nacional, unieron sus manos y se abrazaron en la plaza para imitar la columnata de Bernini que la envuelve, diseñada para representar los brazos que abrazan a los peregrinos cuando se acercan a la Basílica de San Pedro.
Varios artistas actuaron para la multitud en la Plaza de San Pedro, entre ellos Amii Stewart y Andrea Bocelli.
Bocelli, el famoso tenor italiano, cantó una interpretación del Cántico del Sol de San Francisco de Asís, que dijo que quería dedicar al Papa Francisco durante su recuperación.