CIUDAD DEL VATICANO -- El Papa Francisco rezó para que Dios suscite una nueva generación de "líderes católicos bien formados y fieles, comprometidos con la promoción de las enseñanzas sociales y éticas de la Iglesia" a través del servicio público, especialmente en la política.

Tales líderes, dijo a los miembros de la Red Internacional de Legisladores Católicos, pueden contribuir a construir el reino de Dios poniendo la vida y la dignidad humanas en el centro de su preocupación y asegurando el cuidado del medio ambiente y de las personas más pobres del mundo.

El Papa se reunió en el Vaticano el 26 de agosto con los legisladores que celebraban su reunión anual en Frascati, al sur de Roma, y se centraban en lo que consideran "tendencias deshumanizadoras" en la política, la economía y la tecnología.

Una característica clave de estas tendencias, que tienen un "impacto negativo tanto en la ecología humana como en la natural", dijo el Papa, es una "sutil seducción del espíritu humano, que adormece a las personas -- y especialmente a los jóvenes -- para que abusen de su libertad".

"Lo vemos cuando se anima más a hombres y mujeres a ejercer un control que una custodia responsable sobre los 'objetos' materiales o económicos, los recursos naturales de nuestra casa común o incluso los unos sobre los otros", dijo el Papa.

Ver todo, e incluso a otras personas, como un objeto para ser utilizado en beneficio propio, dijo, "en última instancia, tiene un impacto negativo en los miembros más pobres y frágiles de la sociedad".

Incluso las conexiones que la gente encuentra en las redes sociales pueden ser deshumanizantes, dijo, cuando se utilizan para difundir "noticias falsas" o para promover el odio y la división.

"El uso distorsionado de los encuentros virtuales sólo puede ser superado por la cultura del encuentro auténtico, que implica una llamada radical a respetarnos y escucharnos unos a otros, incluso a aquellos con los que podemos estar en desacuerdo", dijo el Papa Francisco a los legisladores.

Por otra parte, dijo, las redes internacionales como el grupo de legisladores católicos pueden mostrar un camino mejor no sólo conectando a las personas, sino también uniéndolas en un proyecto común.

Una red así refleja a la propia Iglesia, dijo, porque es el "pueblo de Dios llamado a vivir en comunión y en misión".

"Esas fuerzas 'centrípetas' y 'centrífugas' de la vida cristiana, sostenidas por el poder del Espíritu Santo, unen interiormente a las personas en unidad fraterna y las dirigen hacia el exterior en la misión compartida de anunciar con alegría el Evangelio", dijo el Papa Francisco al grupo.