CIUDAD DEL VATICANO -- Reconocer los principios esenciales de la fe que católicos y ortodoxos comparten debería ser el lente a través de la cual se discutan los asuntos que continúan separándolos, dijo el Papa León XIV.

"A través del diálogo teológico y con la ayuda de Dios, obtendremos una mejor comprensión del misterio que nos une", dijo a los eruditos y obispos ortodoxos, ortodoxos orientales y católicos el 7 de junio.

Los obispos y teólogos se reunieron del 4 al 7 de junio en Roma para celebrar el 1700 aniversario del Concilio de Nicea y sus implicaciones para la futura unidad de la Iglesia.

El Papa León comenzó su intervención disculpándose por el retraso y pidiéndoles paciencia. "Aún no llevo ni un mes en el nuevo trabajo, así que me queda mucho por aprender", dijo.

El aniversario del Consejo no consiste simplemente en recordar el pasado. Especialmente porque el Credo Niceno-Constantinopolitano sigue siendo la profesión básica de la fe cristiana, el concilio "debe seguir sirviéndonos de guía hacia la plena unidad visible de los cristianos".

"Celebrando juntos esta fe de Nicea y proclamándola juntos, avanzaremos hacia el restablecimiento de la completa comunión entre nosotros", dijo el Papa León.

El Papa citó el documento de la Comisión Teológica Internacional Católica sobre el aniversario de Nicea, afirmando que las celebraciones representan "una oportunidad inestimable para subrayar que lo que tenemos en común es mucho más fuerte, cuantitativa y cualitativamente, que lo que nos divide: todos creemos en el Dios Trinidad, en Cristo verdadero hombre y verdadero Dios, en la salvación en Jesucristo, según las Escrituras interpretadas en la Iglesia y bajo la moción del Espíritu Santo. Todos creemos en la Iglesia, el bautismo, la resurrección de los muertos y la vida eterna".

"Estoy convencido", dijo el Papa al grupo, "de que volviendo al Concilio de Nicea y aprovechando juntos esta fuente común, seremos capaces de ver bajo una óptica diferente los puntos que todavía nos separan".

El Concilio de Nicea también fijó una fecha común para que todos los cristianos celebraran la Pascua, pero, dijo el Papa, "lamentablemente, la diferencia en sus calendarios ya no permite a los cristianos celebrar juntos la fiesta más importante del año litúrgico, lo que provoca problemas pastorales en las comunidades, divide a las familias y debilita nuestra credibilidad como testigos del Evangelio".

Como han hecho San Pablo VI y los papas desde entonces, el Papa León dijo a los obispos y eruditos: "Quisiera reafirmar la apertura de la Iglesia católica para buscar una solución ecuménica que favorezca una celebración común de la resurrección del Señor, dando así mayor fuerza misionera a nuestra proclamación del ‘el nombre de Jesús y la salvación que nace de la fe en la verdad salvífica del Evangelio’".

El Papa León concluyó la audiencia pidiendo a los participantes que se pusieran en pie mientras él utilizaba una oración de la tradición ortodoxa para pedir al Espíritu Santo el don de la unidad.

La oración rezaba:
“Rey celestial, Consolador, Espíritu de la Verdad,
que estás en todas partes y todo lo llenas,
Tesoro de bienes y Dador de la vida,
ven y mora en nosotros, y purifícanos de toda mancha
Tú, que eres bueno, salva nuestras almas". Amén

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Cindy Wooden