Peregrinos izan la bandera de Perú cuando el Papa León XIV llega a la Sala de Audiencias Pablo VI en el Vaticano para su audiencia general el 13 de agosto de 2025. (Foto CNS/Lola Gómez)
CASTEL GANDOLFO, Italia -- Vivir y proclamar la fe católica siempre incluye la asistencia concreta a los necesitados, escribió el Papa León XIV en un mensaje a los católicos del Perú.
"El dolor por la injusticia y la exclusión que padecen tantos hermanos nuestros nos apremia a todos los bautizados a dar una respuesta", dijo en su mensaje a los participantes de la Semana Social de la Iglesia peruana, del 14 al 16 de agosto en Lima.
La respuesta de los católicos a la pobreza y la injusticia que los rodea "debe corresponder a los signos de los tiempos desde las entrañas del Evangelio", escribió el Papa León.
La combinación de oración intensa y servicio desinteresado a los pobres forma parte de la "densidad de santidad" que se encuentra en el Perú y se aprecia particularmente en los santos del país, como Santa Rosa de Lima, Martín de Porres, Juan Macías y Toribio de Mogrovejo, afirmó. Hoy también, el mundo necesita el testimonio de los santos, "es decir, de personas que permanezcan unidas al Señor, como los sarmientos a la vid".
"Los santos no son adornos de un pasado barroco; surgen de un llamado de Dios para construir un futuro mejor", escribió. Pero los católicos también deben comprender que "toda acción social de la Iglesia ha de tener como centro y meta el anuncio del Evangelio de Cristo, de modo tal que, sin desatender lo inmediato, siempre conservemos la conciencia de la dirección propia y última de nuestro servicio. Pues si no damos a Cristo íntegro, estaremos siempre dando extremadamente poco".
El Papa León citó las palabras de San Pablo VI en la canonización de San Juan Macías, describiéndolo como alguien que practicaba la caridad "porque amaba a los hombres, porque en ellos veía la imagen de Dios".
Pero San Pablo VI también advirtió que "no hay que alejarse del Evangelio, ni hay que romper la ley de la caridad para buscar por caminos de violencia una mayor justicia. Hay en el Evangelio virtualidad suficiente para hacer brotar fuerzas renovadoras que, trasformando desde dentro a los hombres, los muevan a cambiar en todo lo que sea necesario las estructuras, para hacerlas más justas, más humanas".
"No son dos amores, sino uno solo y el mismo" que mueve a los cristianos a ofrecer el pan material, dijo, los mueve a ofrecer "el Pan de la Palabra que, a su vez, por su propio dinamismo, habrá de despertar hambre del Pan del cielo, ese que sólo la Iglesia puede dar, por mandato y voluntad de Cristo, y que ninguna institución humana, por bien intencionada que sea, puede reemplazar".