CIUDAD DEL VATICANO -- Los cristianos deben desprenderse del Dios que creen conocer y convertirse cada día al Dios que Jesús presenta en el Evangelio: el Dios padre del amor y de la compasión, dijo el Papa Francisco.

Cuando los fieles descubren "el verdadero rostro del Padre, nuestra fe madura: ya no nos quedamos como 'cristianos de sacristía' o 'de salón', sino que nos sentimos llamados a ser portadores de la esperanza y la sanación de Dios", dijo el 4 de febrero antes de recitar la oración del Ángelus con unos 15.000 peregrinos en la Plaza de San Pedro.

Durante sus saludos tras la oración del mediodía, también señaló la celebración en Italia de la Jornada por la Vida.

"Me uno a los obispos italianos en el deseo de que se superen las visiones ideológicas para redescubrir que toda vida humana, incluso la más afectada por las limitaciones, tiene un valor inmenso y es capaz de donar algo a los demás", dijo.

Y saludó a los numerosos jóvenes de distintos países que se encontraban en Roma con motivo de la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata, que se celebra el 8 de febrero.

"Todavía hoy, muchos hermanos y hermanas son engañados con falsas promesas y luego sometidos a explotación y abusos. Unámonos todos para luchar contra el dramático fenómeno global de la trata de seres humanos", dijo.

En su discurso principal del Ángelus, el Papa reflexionó sobre el hecho de que Jesús estuviera continuamente en movimiento en los relatos evangélicos de su ministerio y cómo eso "nos interpela con algunas preguntas sobre nuestra fe".

"El Evangelio, en cambio, nos muestra que Jesús, después de haber enseñado en la sinagoga, sale para que la Palabra que ha predicado pueda alcanzar, tocar y sanar a las personas", dijo.

"Nos revela que Dios no es un amo distante que nos habla desde lo alto; por el contrario, es un Padre lleno de amor que se hace cercano, que visita nuestras casas, que quiere salvar y liberar, sanar todo mal del cuerpo y del espíritu", dijo el Papa.

"Dios se hace cercano para acompañarnos, con ternura, y para perdonarnos", dijo. "No olviden esto: cercanía, compasión y ternura".

El viaje de Jesús recuerda a los fieles "que nuestra primera tarea espiritual es ésta: abandonar el Dios que creemos conocer y convertirnos cada día al Dios que Jesús nos presenta en el Evangelio", dijo.

Los cristianos deben reflexionar sobre si han "descubierto el rostro de Dios como Padre de misericordia, o más bien ¿anunciamos y creemos en un Dios frío, un Dios distante? ¿La fe nos mueve a ponernos en camino, o es para nosotros un consuelo intimista que nos deja tranquilos? ¿Rezamos solo para sentirnos en paz, o la Palabra que escuchamos y predicamos nos hace salir también a nosotros, como a Jesús, al encuentro de los demás para difundir el consuelo de Dios?", dijo.