CIUDAD DEL VATICANO -- Para conectarse con Dios, los cristianos deben desconectarse de la "contaminación de las palabras vanas y de la palabrería" que les llega a través de las redes sociales y, en su lugar, buscar el silencio en el desierto, dijo el Papa Francisco.
El desierto es "el lugar del silencio y de la esencialidad, donde uno no puede permitirse entretenerse con cosas inútiles, sino que es necesario concentrarse en lo que es indispensable para vivir", dijo el Papa antes de rezar el Ángelus desde su estudio con vistas a la Plaza de San Pedro el 10 de diciembre.
Reflexionando sobre la lectura del Evangelio del día de San Marcos, en la que San Juan Bautista es descrito como una "voz del que grita en el desierto", el Papa dijo que la decisión del santo de predicar en el desierto es un recordatorio de la necesidad de "liberarse de lo superfluo, para excavar en profundidad dentro de uno mismo, para captar lo que es verdaderamente importante ante Dios".
"El silencio y la sobriedad -- en las palabras, en el uso de las cosas, de los medios y de las redes" -- no son sólo sacrificios ofrecidos a Dios, dijo, sino "elementos esenciales de la vida cristiana".
El Papa Francisco dijo que la fuerza de la predicación de San Juan está ligada al silencio que experimentó en el desierto, que le permitió escuchar al Espíritu Santo.
"Hermanos y hermanas, si no se sabe callar, es difícil que se tenga algo bueno que decir; en cambio, cuanto más atento es el silencio, más fuerte es la palabra", dijo.
Tras rezar el Ángelus con unos 25.000 visitantes en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco expresó su alegría por la liberación de presos armenios y azerbaiyanos y expresó su esperanza de que pronto se alcance la paz en el Cáucaso meridional. En septiembre, una ofensiva militar azerbaiyana puso fin a décadas de conflicto en la región azerbaiyana de Nagorno-Karabkh, donde viven miles de armenios. En una declaración conjunta publicada el 7 de diciembre, Armenia y Azerbaiyán acordaron liberar a 34 militares detenidos y expresaron su deseo de alcanzar un tratado de paz.
El Papa Francisco también pidió que, al acercarse la Navidad, se den pasos concretos hacia la paz para aliviar el dolor de los que sufren a causa de la guerra.
"No es fácil, lo sabemos. Ciertos conflictos tienen raíces históricas profundas", dijo. Aun así, el Papa pidió que "hagamos todo lo posible por afrontar y eliminar las causas de los conflictos", al tiempo que "se proteja a los civiles, los hospitales, los lugares de culto, se libere a los rehenes y se garantice la ayuda humanitaria".
"No nos olvidemos de la martirizada Ucrania, Palestina, Israel", dijo.