El cardenal canadiense Michael Czerny llega a la Basílica de San Pedro para la Misa “Pro Eligendo Romano Pontifice” (“por la elección del Romano Pontífice”) en el Vaticano el 7 de mayo de 2025. (Foto CNS/Lola Gomez)
CIUDAD DEL VATICANO -- El cardenal Michael Czerny dijo que cuando el cardenal Robert F. Prevost fue elegido Papa y eligió el nombre de León XIV, "me alegré, me alegré de verdad".
El nuevo Papa dijo que eligió su nombre en homenaje al Papa León XIII, a menudo referido como "el padre de la doctrina social católica", reconociendo que la doctrina social de la Iglesia necesita ser renovada para responder a la nueva revolución industrial, incluyendo el desarrollo de la inteligencia artificial, que plantea "nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo".
En declaraciones a Catholic News Service el 13 de mayo, el Cardenal Czerny dijo: "La cuestión del trabajo es de vital importancia para la inmensa mayoría de los habitantes del planeta", y el Papa León ha dejado claro que también es una temática importante para él.
La gente de todo el mundo, dijo, se pregunta cómo pueden sobrevivir y prosperar y mantener a sus familias cuando cada vez es más difícil encontrar trabajos decentes y satisfactorios.
"La sociedad no parece estar ni remotamente preparada para afrontar este problema: sigue descartando a los trabajadores y aplaudiendo a la IA (inteligencia artificial) por sus innovaciones", dijo el cardenal Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Pero la IA es sólo un ejemplo, dijo. "El cambio climático, las violaciones de los derechos humanos, la guerra, la degradación del medio ambiente: todos contribuyen al mismo resultado, que es la destrucción de puestos de trabajo, la eliminación de empleos y la creciente dificultad para ganarse la vida".
"Es un problema enorme y amenazador", dijo el cardenal, "y estoy muy contento de que el Papa León haya señalado lo mucho que le importa a la Iglesia, lo comprometida que promete estar con este tema, que afecta a la esencia misma de lo que significa ser humano, a la esencia de la dignidad humana y no sólo a la calidad de vida, sino a la posibilidad misma de vivir juntos en armonía y también de vivir una vida decente, una vida humana digna".
El tema de la migración también está ligado a la cuestión del trabajo, dijo el Cardenal Czerny, porque la falta de empleos decentes puede obligar a las personas a abandonar sus países de origen y encontrar trabajo es una de las primeras cosas que hacen los migrantes y refugiados cuando llegan a sus destinos.
Pero "ahora están en el mismo barco que todos los demás", dijo, tratando de encontrar un trabajo decente. Al principio, los inmigrantes y refugiados tienden a aceptar los trabajos que nadie más quiere porque están mal pagados, son inestables y poco satisfactorios.
Cerrar las fronteras de un país a los inmigrantes no va a ayudar a los ciudadanos del país a encontrar trabajos decentes porque cada vez existen menos trabajos decentes, dijo el Cardenal Czerny.
Una postura contraria a la inmigración no es una "posición basada en la razón", dijo. "Se basa más bien en sentimientos de miedo, inseguridad y confusión".
Refiriéndose específicamente a Estados Unidos, el cardenal Czerny dijo que "lo que significaba el empleo en el contexto del sueño americano, en palabras sencillas, era que ‘mis hijos van a trabajar y van a hacerlo incluso mejor que yo’, pero eso se ha acabado. Eso se acabó".
Sin embargo, con "demagogia y propaganda y noticias falsas", dijo, a muchos estadounidenses se les hace creer que "cerrar las fronteras y echar a los extranjeros o a los indocumentados va a hacer que Estados Unidos sea próspero y seguro como ellos recuerdan que era, y que vamos a vivir felices para siempre y mejor sin esta gente. Simplemente no es verdad".
El cardenal Czerny dijo que también ha desaparecido la distinción entre la necesidad de misioneros en lugares como Perú, donde el Papa León XIV pasó décadas ejerciendo su ministerio, y en Europa o Norteamérica.
"Todas las partes de la Iglesia en todo el mundo tienen que ser misioneras", dijo, "y en cierto modo, es más fácil si vas a un lugar como Chiclayo, Perú, que todo el mundo conoce como una Iglesia misionera, que en Nueva York o San Francisco, pero es igual de importante".
Y, dijo el cardenal, "no hay obispo de una diócesis sin gente pobre, marginada, invisible y probablemente también explotada", por lo que claramente no se puede decir que sea más fácil ser obispo misionero "en Chicago que en Chiclayo".
CNS también preguntó al cardenal Czerny, estrecho colaborador del Papa Francisco, cómo se las arreglaron los cardenales para elegir un nuevo Papa tan rápidamente mientras seguían de luto por la muerte del Papa Francisco.
"Creo que es gracias a la tradición", respondió. "Si hubiéramos llegado y no hubiera un procedimiento preestablecido y tuviéramos que empezar a averiguar cómo vamos a proceder, tardaríamos un mes o dos meses o tres meses".
Pero al tener un procedimiento claro, dijo, "nos dejamos llevar por la tradición", y "la tradición nos liberó para ser sensibles al Espíritu Santo, de modo que no tuvimos que preocuparnos por los detalles".
Preguntado por los pequeños signos anteriores de que el pontificado del Papa León será diferente al del Papa Francisco -- signos como que el nuevo Papa aparezca en el balcón vistiendo la mozzetta o capa roja o que dé su bendición en latín --, el cardenal Czerny dijo que es demasiado pronto para empezar a hablar de cómo este Papa será diferente, aunque por supuesto que lo será.
"Los primeros días del Papa León no están coreografiados", dijo el cardenal Czerny. "No está tomando sus decisiones ni utilizando sus palabras para enviar mensajes. Está empezando lo mejor que puede, y se está comunicando lo mejor que puede. Y si quieres leer el significado de esta elección o de esta palabra o de esta repetición, tienes que esperar tres meses o seis meses o un año".