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Año Jubilar 2025: Un Camino de Esperanza y Renovación

El Papa Francisco ha proclamado el Año Jubilar 2025 bajo el lema "Spes non confundit" (La esperanza no defrauda), ofreciendo un mensaje de renovación espiritual y reconciliación universal. Este próximo Año Santo invita a los fieles a profundizar en la esperanza cristiana y experimentar la misericordia de Dios de manera más intensa.

"La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rm 5,5). Con estas palabras, el Papa Francisco resalta la importancia de la fe y la gracia en la vida de los creyentes. Durante este año, la Iglesia abrirá sus puertas santas, comenzando con la de San Pedro el 24 de diciembre de 2024, y seguirá con otras basílicas significativas en Roma. Estos actos simbolizan el paso hacia la renovación y el fortalecimiento de la fe.

Durante una breve ceremonia ante la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el 9 de mayo, el Papa Francisco entregó el documento a los arciprestes de las basílicas papales de San Pedro, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor, al vicario del arciprestazgo de la Basílica de San Juan de Letrán y a oficiales de los dicasterios para la Evangelización, las Iglesias Orientales y los Obispos.

Un llamado a la acción pastoral y social

El Jubileo también es un tiempo para la acción concreta, dirigida a aliviar las cargas de los más necesitados y promover la paz mundial. Francisco insta a los creyentes a ser agentes de esperanza y a trabajar por la reconciliación y la justicia en un mundo marcado por conflictos y desigualdades.

"La esperanza efectivamente nace del amor y se funda en el amor que brota del Corazón de Jesús traspasado en la cruz" (Rm 5,10), subraya el Papa, animando a todos a redescubrir el poder del amor cristiano, que supera las divisiones y sana las heridas.

La importancia de la paciencia y la perseverancia

Reconociendo los desafíos de la vida moderna, el Papa Francisco destaca la paciencia y la perseverancia como virtudes clave para mantener la esperanza. En un mundo que demanda inmediatez, aprender a esperar con paciencia es esencial para cultivar una vida espiritual profunda y significativa.

"Estamos acostumbrados a quererlo todo y de inmediato, en un mundo donde la prisa se ha convertido en una constante," escribió el Papa. Ya no se tiene tiempo para encontrarse, y a menudo incluso en las familias se vuelve difícil reunirse y conversar con tranquilidad. La paciencia ha sido relegada por la prisa, ocasionando un daño grave a las personas. De hecho, ocupan su lugar la intolerancia, el nerviosismo y a veces la violencia gratuita, que provocan insatisfacción y cerrazón."

El Papa también destaca que estamos llamados a alcanzar "la esperanza que nos da la gracia de Dios" como así también a redescubrirla en los signos de los tiempos que el Señor nos ofrece: "Es necesario poner atención a todo lo bueno que hay en el mundo para no caer en la tentación de considernos superados por el mal y la violencia."

"Que el primer signo de esperanza se traduzca en paz para el mundo, el cual vuelve a encontrarse sumergido en la tragedia de la guerra," escribió Francisco. "La humanidad, desmemoriada de los dramas del pasado, está sometida a una prueba nueva y difícil cuando ve a muchas poblaciones oprimidas por la brutalidad de la violencia. ¿Qué más les queda a estos pueblos que no hayan sufrido ya? ¿Cómo es posible que su grito desesperado de auxilio no impulse a los responsables de las Naciones a querer poner fin a los numerosos conflictos regionales, conscientes de las consecuencias que puedan derivarse a nivel mundial? ¿Es demasiado soñar que las armas callen y dejen de causar destrucción y muerte?"

Según el Papa, la exigencia de paz nos interpela a todos y urge que se lleven a cabo proyectos concretos donde no falte el compromiso de la diplomacia por construir con valentía y creatividad espacios de negociación orientados a una paz duradera.

El Papa Francisco escucha mientras preside un servicio de oración vespertino en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 9 de mayo de 2024. (CNS /Lola Gomez)

Apertura a la vida

El pontífice argentino también escribió que mirar el futuro con esperanza equivale a tener "una visión de la vida llena de entusiasmo para compartir con los demás."

"Sin embargo, debemos constatar con tristeza que en muchas situaciones falta esta perspectiva," escribió Francisco. "La primera consecuencia de ello es la pérdida del deseo de transmitir la vida. A causa de los ritmos frenéticos de la vida, de los temores ante el futuro, de la falta de garantías laborales y tutelas sociales adecuadas, de modelos sociales cuya agenda está dictada por la búsqueda de beneficios más que por el cuidado de las relaciones, se asiste en varios países a una preocupante disminución de la natalidad."

Pidió una apertura a la vida por parte de los esposo, como un compromiso legislativo de los estados porque el deseo de los jóvenes de engendrar nuevos hijos e hijas, como fruto de la fecundidad de su amor, da una perspectiva de futuro a toda sociedad y es un motivo de esperanza.

"La comunidad cristiana, por tanto, no se puede quedar atrás en su apoyo a la necesidad de una alianza social para la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica, y que trabaje por un porvenir que se caracterice por la sonrisa de muchos niños y niñas que vendrán a llenar las tantas cunas vacías que ya hay en numerosas partes del mundo", escribió el Papa. "Pero todos, en realidad, necesitamos recuperar la alegría de vivir, porque el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios."

Caminos de peregrinación y encuentro

Finalmente, el Año Santo 2025 se presenta como una oportunidad única para que los fieles emprendan peregrinaciones, tanto físicas como espirituales, redescubriendo el sentido del camino cristiano hacia Dios. La experiencia de peregrinar a Roma o en las iglesias locales refuerza la fe y une a los creyentes en su búsqueda común de santidad y gracia.

Con este nuevo Jubileo, el Papa Francisco invita a todos a renovar su compromiso con el Evangelio, fortalecer su esperanza y vivir con mayor plenitud el amor de Dios. Que este tiempo de gracia sea un momento de transformación profunda para la Iglesia y para el mundo.

Para más información, lea la bula completa en el sitio oficial del Vaticano: Spes non confundit - Bula de convocación del Jubileo Ordinario del Año 2025.

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Angelus Staff