WASHINGTON -- En un evento en Capitol Hill con los medios el 21 de julio, el cardenal Wilton D. Gregory de Washington se unió a inmigrantes, representantes de agricultura y negocios, y dos senadores estadounidenses para pedir protecciones legislativas que puedan mantener a familias inmigrantes unidas, incluyendo una vía hacia la ciudadanía.
Hablando en el césped del Capitolio, el Cardenal Gregory manifestó que, "como muchos de los miembros de nuestra propia familia que han iniciado una nueva vida aquí . . . nosotros también estamos llamados a demostrar amabilidad y un espíritu de bienvenida a nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados, quienes están contribuyendo enormemente a nuestra sociedad a través del trabajo y el servicio".
El cardenal les expresó un profundo agradecimiento "por su dedicación y servicio a este país en puestos clasificados como trabajo esencial, asistencial, y militar" durante la pandemia.
Por momentos, mientras el cardenal Gregory hablaba, él pausaba para escuchar comentarios del senador Dick Durbin, demócrata por Illinois; de Charles Schumer, líder de la mayoría del Senado y demócrata por Nueva York; y de un beneficiario de DACA (Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), quien aspira a convertirse en un oficial de policía. El cardenal también le cedió la palabra a representantes de las industrias agrícola y avícola, entre ellos Arturo Rodríguez, ex presidente del sindicato United Farm Workers; a un trabajador agrícola de Michigan; y al presidente de una universidad de Ohio.
El cardenal Gregory señaló que el 117º Congreso "ahora tiene la oportunidad de ser valiente al abordar la inmigración de una manera integral y productiva, que brindará el alivio tan deseado para quienes ya viven como estadounidenses".
Él pidió a sus compatriotas estadounidenses guardarse "cualquier opinión política que nos pueda dividir", y, en lugar de ello, apoyar la legislación que mantendrá unidas a familias y protegerá a niños.
Esto incluiría, expuso el cardenal, una legislación que permitiría a Dreamers -- como se conoce a los beneficiarios de DACA -- a aquellos cubiertos por el Estatus de Protección Temporal y Salida Forzosa Diferida, a trabajadores agrícolas de temporada, "y a otros trabajadores esenciales indocumentados, integrarse como miembros plenamente reconocidos de nuestra sociedad, ya sea mediante la promulgación de una legislación independiente o un paquete legislativo más amplio".
El cardenal explicó que la doctrina social católica "defiende el principio de que toda persona tiene derecho a vivir en su propia patria, en seguridad y dignidad, con oportunidades de trabajo. Sin embargo, cuando la pérdida de estos derechos obliga a las personas a migrar a otras tierras, debemos acogerlos, protegerlos, y compartir generosamente nuestra abundancia con ellos".
En sus comentarios, el copresidente de la coalición, Don Graham, presidente de Graham Holdings, manifestó que asistía al evento "como empresario . . . pero esto no es principalmente un asunto de negocios".
Él continuó diciendo que, aunque en el evento se encontraban dos senadores demócratas, "esto no es un asunto partidista", y que, aunque la asistencia del cardenal Gregory significaba que había "un príncipe de la iglesia" disponible, "esto no es una (reunión) sectaria". "Aunque creo que el cardenal está en consulta diaria con el Señor y creo que tiene su asesoramiento", Graham bromeó.
Graham, quien también preside la junta de TheDream.us y es ex editor y presidente de The Washington Post, expresó que la legislación de inmigración es una cuestión de justicia, trato justo y, "sobre todo, una cuestión moral".
"Estados Unidos no es un país cruel, y los estadounidenses no son personas crueles", agregó, "pero lo que les estamos haciendo a los Dreamers es cruel y está mal".
Graham presentó a Enrique Sánchez, un recién graduado de la Universidad de Utah, quien dijo que llegó a Estados Unidos desde México cuando tenía 2 años.
Mientras una lluvia brevemente intensa se extendía, empapando a los participantes, Sánchez dijo que DACA le había ayudado, como a otros que han sido criados en Estados Unidos, pero, aun así, carecen de estatus legal, la oportunidad de trabajar y asistir a la universidad, "y contribuir a este país".
Sánchez dijo que hay inmigrantes como él en todas partes de Estados Unidos. "Somos sus amigos, somos sus vecinos, somos sus compañeros de trabajo".
El evento fue organizado por la Coalición de Inmigración Empresarial Estadounidense, que representa a 1,200 directores ejecutivos y empleadores. El grupo patrocinaba una semana de acción nacional centrada en presionar a los miembros del Congreso para que aprobaran el Durbin-Graham Dream Act. El senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, es uno de los patrocinadores de la medida.
Al abrir el evento de prensa, Rebecca Shi, directora ejecutiva de la coalición, dijo que además de la participación de Durbin y Schumer, los miembros se habían reunido con 41 senadores republicanos y que potencialmente de 13 a 15 de ellos podrían apoyar la legislación migratoria.
"Hay un plan para lograr este trato", dijo Shi.