WASHINGTON -- En una declaración del 8 de diciembre con motivo de la fiesta de la Inmaculada Concepción, el presidente Donald Trump la calificó como “un día santo que honra la fe, la humildad y el amor de María, madre de Jesús y una de las figuras más grandes de la Biblia”.

“En la Fiesta de la Inmaculada Concepción, los católicos celebran lo que creen que es la libertad de María del pecado original como madre de Dios”, decía la declaración. “Ella entró por primera vez en la historia registrada como una joven cuando, según la Sagrada Escritura, el ángel Gabriel la saludó en el pueblo de Nazaret con la noticia de un milagro: ‘¡Alégrate, llena de gracia! El Señor está contigo’, anunciando que ‘concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús’”.

“En uno de los actos más profundos y trascendentales de la historia, María aceptó heroicamente la voluntad de Dios con confianza y humildad: ‘He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra’”, continuó. “La decisión de María alteró para siempre el curso de la humanidad. Nueve meses después, Dios se hizo hombre cuando María dio a luz a un hijo, Jesús, quien posteriormente ofrecería su vida en la cruz para la redención de los pecados y la salvación del mundo”.

La fiesta, que conmemora la enseñanza de la Iglesia de que María fue preservada del pecado original desde su concepción por una gracia única de Dios, es un día de precepto para los católicos.

La declaración añadía: “Durante casi 250 años, María ha desempeñado un papel distintivo en nuestra gran historia estadounidense”, señalando que en 1792, el primer obispo de Estados Unidos, el obispo John Carroll —primo de Charles Carroll de Carrollton, Maryland, el único firmante católico de la Declaración de Independencia— consagró la nación a María bajo el título de la Inmaculada Concepción.

Trump también elogió a “leyendas estadounidenses como Elizabeth Ann Seton, Frances Xavier Cabrini y Fulton Sheen, quienes dedicaron sus vidas a glorificar a Dios en servicio a los demás y mantuvieron una profunda devoción a María”.

“En su honor, y en un día tan especial para nuestros ciudadanos católicos, recordamos las palabras sagradas que han brindado ayuda, consuelo y apoyo a generaciones de creyentes estadounidenses en tiempos de necesidad”, decía la declaración. Concluía con el texto del Ave María.

La primera dama Melania Trump es católica. El 25 de mayo de 2017, durante el primer mandato de su esposo, su portavoz confirmó su religión en una declaración a CNN. La confirmación llegó un día después de que el presidente y la primera dama tuvieran una breve audiencia en el Vaticano con el papa Francisco, quien bendijo el rosario de Melania. “Poco después de su visita con el papa Francisco”, informó CNN, la primera dama “publicó una foto en Twitter diciendo que estaba ‘honrada y agradecida’ de haber visitado al pontífice”.

El presidente Trump se identifica públicamente como cristiano no denominacional. El vicepresidente JD Vance es el segundo católico en ocupar ese cargo.

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