En una declaración hecha pública el 7 de julio, la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos ha manifestado su "esperanza de que nuestras instituciones católicas de enseñanza superior continúen encontrando formas de hacer posible y asequible la educación para todos, independientemente de su origen".

La declaración se hizo en respuesta a la sentencia de la Corte Suprema del 29 de junio que establece que las instituciones de educación superior ya no pueden tener en cuenta la raza en las decisiones de admisión, un fallo histórico que anula el precedente anterior apoyado por muchas universidades católicas.

"La educación es un don, una oportunidad y un aspecto importante de nuestra democracia que no siempre está al alcance de todos, especialmente de los grupos raciales y étnicos que se encuentran en los márgenes", dice la declaración, emitida por el obispo Joseph N. Perry, obispo auxiliar de Chicago y recién nombrado presidente del Comité Ad Hoc contra el Racismo. Citando a Santa Catalina Drexel, patrona y pionera de la educación católica, la declaración de la USCCB concluía: "Si queremos servir a Dios y amar también a nuestro prójimo, debemos manifestar nuestra alegría en el servicio que le prestamos a Él y a ellos. Abramos de par en par nuestros corazones. Es la alegría la que nos invita. Avancen y no teman nada".

En la enseñanza superior, la discriminación positiva, también conocida como acción afirmativa, se refiere a las prácticas de admisión que pretenden aumentar el número de estudiantes admitidos de grupos históricamente marginados, como los estudiantes negros e hispanos.

Las facultades y universidades que tienen en cuenta la raza argumentan que se trata sólo de un factor en un proceso de admisión más amplio, que también incluye las notas, los resultados de los exámenes y las actividades extracurriculares del estudiante.

Los partidarios de las políticas de acción afirmativa argumentan que ayudan a abordar el impacto duradero del racismo en la sociedad estadounidense. Los detractores, sin embargo, afirman que las políticas de admisión basadas en la raza perjudican a los estudiantes, que deberían ser juzgados únicamente por sus méritos estudiantiles, y algunos argumentan que los estudiantes asiático-americanos fueron rechazados de forma desproporcionada en favor de los solicitantes blancos, negros e hispanos.

El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, escribió la opinión mayoritaria de 6-3 en el caso Students for Fair Admissions vs. Harvard, argumentando que los programas de admisiones de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Carolina del Norte violaron la cláusula de protección igualitaria de la Constitución en un fallo relacionado con las políticas de acción afirmativa de esas instituciones.

"Los programas de admisión de Harvard y UNC no pueden conciliarse con las garantías de La Cláusula sobre Protección Igualitaria, escribió Roberts. "Ambos programas carecen de objetivos suficientemente enfocados y medibles que justifiquen el uso de la raza, emplean inevitablemente la raza de forma negativa, implican estereotipos raciales y carecen de puntos finales significativos. Nunca hemos permitido que los programas de admisión funcionen de esa manera, y no lo haremos hoy".

En un voto en contra, la juez Ketanji Brown Jackson argumentó que sus colegas estaban "haciendo retroceder el reloj" al acabar con la discriminación positiva.

"Con una falta de conciencia semejante a (la frase atribuida a María Antonieta, la reina de Francia cuando le dijeron que el pueblo no tenía ni pan para comer durante la Revolución Francesa) 'que coman pasteles', la mayoría (de la corte) hoy anuncia por decreto legal el 'daltonismo para todos'", escribió Jackson, que es afroamericana. Y añadió: "Pero considerar irrelevante la raza en la ley no la convierte en irrelevante en la vida".

En un comunicado, la Asociación de Colegios y Universidades Católicas, que se describe a sí misma como la voz colectiva de la educación superior católica de Estados Unidos, dijo que el fallo del alto tribunal es "más que decepcionante, ya que ignora los efectos más que evidentes del racismo continuado en nuestra sociedad".

"Al hacerlo, socava el trabajo que la educación superior ha asumido voluntariamente durante muchas décadas para ser una solución en una sociedad que ofrece muy pocas soluciones para este mal social", señala el comunicado.

La asociación afirmó que sus miembros seguirán la doctrina social católica y, dentro de los límites de la decisión, "continuarán creando caminos por los que aquellos en la sociedad que no tienen oportunidades las encuentren en nuestras instituciones."

Kate Scanlon, una reportera nacional de OSV News que cubre Washington, contribuyó con este despacho.