"No hay niños no deseados", declara una cita inspiradora anónima, "sólo familias no encontradas". Si fuera así, los casi 400,000 niños en el sistema de cuidado temporal de Estados Unidos -- de los cuales, aproximadamente 100,000 son legalmente adoptables -- sólo necesitan esperar. Sin embargo, la realidad, especialmente en un mundo después de Roe vs. Wade, presenta un escenario más complejo y desafiante: uno en el que el cuidado temporal debe, según expertos católicos, ser visto como una cuestión pro-vida.

Kimberley Henkel, Ph.D., quien es directora ejecutiva de Springs of Love, un ministerio que "anima, prepara, y educa a los católicos para discernir y vivir el llamado a cuidar temporalmente y adoptar", expresó en su sitio web: "Lo que estamos tratando de hacer es ayudar a crear una cultura de cuidado temporal y adopción en la Iglesia Católica. Vemos el cuidado temporal y la adopción, claramente, como una cuestión pro-vida muy significativa".

Henkel -- quien tiene cuatro hijos adoptados -- agregó que "Jesús nos manda a cuidar de las viudas y los huérfanos en su aflicción, y los niños en cuidado temporal son nuestros huérfanos de hoy en día. Nos estamos acercando al primer aniversario del fin de Roe", expresó, "estamos viendo un aumento en la adopción ya que algunos estados ya no permiten el aborto, y vemos la necesidad de motivar y educar a los católicos para que aprendan cuán importante es este problema. ... A medida que trabajamos para poner fin al aborto, necesitamos reconocer que debemos cuidar de las madres y los niños después de que nacen".

Henkel ha observado que las comunidades protestantes son mucho más activas en los ministerios y en las actividades de alcance del cuidado temporal que las parroquias católicas. Cuando ella y su esposo comenzaron a cuidar temporalmente, esto se hizo evidente rápidamente. "Estábamos buscando alrededor y nos preguntábamos: '¿Dónde están los católicos?'"

En la Diócesis de Columbus, Ohio, donde ella vive, Henkel ha identificado a solo dos familias católicas de cuidado temporal. Debe haber más, dijo, pero estas dos familias católicas de cuidado temporal están tan aisladas que "se sienten como islas".

Para apoyar a las familias que proveen cuidado temporal, Henkel fomenta el "cuidado integral" -- comunidades de cuidado a nivel parroquial que ayudan con lo básico, como comidas, suministros, cuidado de relevo, y más. Henkel señala que las estadísticas muestran que sin este cuidado, el 50% de las familias de cuidado temporal renunciarán después de un año. Sin embargo, con este acompañamiento, el 90% se queda.

"Vi la actitud hermosa de los protestantes llevando niños a su hogar y simplemente amándolos", recordó Henkel, "simplemente derramando el amor de Jesús sobre estos niños. Y eso es lo que quiero ver en la comunidad católica".

"Si habláramos más en la Iglesia acerca de poner a estos niños a nuestro cuidado y los viéramos como los hijos de Dios -- estos son los hijos de Dios y necesitan una familia -- no entiendo cómo podemos darles la espalda", dijo Henkel. "Esta es nuestra responsabilidad. Estos niños son nuestra responsabilidad".

"Mi plataforma desde la perspectiva del cuidado de acogida temporal es ayudar a nuestra Iglesia a abrir los ojos y ver esto como una reflexión más completa de lo que significa tener una vida entera", dijo Lisa Wheeler, quien -- junto con su esposo, Timothy -- ha adoptado a cinco niños de entre 7 y 14 años, y ha proporcionado un hogar temporal a otros 15.

Wheeler -- quien vive en Texas y es la presidenta y fundadora de Carmel Communications, una agencia católica de relaciones públicas -- insta a una perspectiva que sea "no solo pro-vida, sino que se extienda a apoyar tanto a los bebés en el útero como a las familias que ya han elegido la vida pero aún necesitan apoyo y recursos para mantener sus familias unidas".

Durante los primeros 15 años de su matrimonio de casi 26 años, los Wheeler no tenían hijos. Una sesión de información sobre adopción y cuidado de acogida temporal en su parroquia los llevó a recibir entrenamiento y aprobación como posibles padres adoptivos. Planeaban agregar solo un niño a su familia, pero la experiencia de dos años con su ahora hija mayor, antes de la adopción, cambió eso.

"Realmente fuimos expuestos a la crisis que enfrentamos aquí en nuestro país en relación con los niños", compartió Wheeler. "Tenemos una crisis moderna de huérfanos dentro del sistema de cuidado temporal -- y nos dimos cuenta bastante rápido que no íbamos a poder alejarnos si lográbamos una adopción exitosa. Habíamos visto demasiado, y estábamos conscientes de que había una gran necesidad de personas como nosotros para cubrir la necesidad de una familia para estos niños".

El orfanato tradicional -- la aterradora fuente de muchos cuentos literarios -- ya no existe en América. Pero la toma de conciencia sobre el sistema moderno de adopción y el cuidado de acogida temporal y sus problemas, manifestó Wheeler, no existe a nivel parroquial. Recordó el "silencio ensordecedor" de su propia comunidad parroquial, que no hizo ningún esfuerzo particular de acompañamiento.

Dada su experiencia personal, "sentí un verdadero llamado en mi corazón en los últimos años de que no estábamos educando lo suficiente en nuestras parroquias sobre la crisis que existe en nuestro país con el cuidado de acogida temporal", explicó Wheeler. "Y ahora, por supuesto, con la anulación de Roe vs. Wade, existe la posibilidad muy real de que más niños terminen en el sistema de cuidado temporal sin los apoyos adecuados para ayudar a las familias en crisis".

La lista de objetivos de los Wheeler sobre el ministerio de adopción y el cuidado de acogida temporal, al igual que la de Henkel, incluye comunidades de cuidado parroquiales. Los sacerdotes y el liderazgo también podrían reconocer que, "dentro de su comunidad parroquial, hay familias que ofrecen cuidado temporal sentadas en las bancas. Hay familias que han adoptado en el sistema de cuidado de acogida y están enfrentando verdaderos desafíos al ser padres de esta manera, debido a que esta llamada es única", expresó Wheeler.

Ella esta analizando la posibilidad de realizar retiros especializados. "Los padres se convierten en padres de niños que vienen de experimentar traumas y ellos mismos sufren de estrés pos-traumático de tipo secundario debido a los desafíos diarios que implica ayudar a estos niños con dificultades que surgen en una época temprana de su vida", añadió Wheeler.

"Se puede asumir que los niños de acogida han tenido una historia difícil", expresó Ray Guarendi, psicólogo clínico, autor, y presentador del programa Living Right with Dr. Ray de EWTN.

"Por su propia naturaleza, ellos han sido separados de sus padres biológicos y puestos en custodia", señaló Guarendi. "Ha habido mucha negligencia, no solo abuso, en sus historias. Tienen problemas de aprendizaje, problemas sociales, luchas emocionales".

A menudo, señaló Guarendi, "estos son niños que han estado expuestos a drogas y alcohol en el útero. Y debido a eso, su cerebro no se desarrolla tan suavemente como lo haría si tuvieran un ambiente uterino saludable y unos dos primeros años saludables".

El afecto por sí solo es poco probable que resuelva una historia familiar complicada.

"La actitud de 'bueno, solo les daré amor y estabilidad, y todo irá bien'. Eso normalmente no sucede", advirtió Guarendi, dirigiéndose a los padres. "El objetivo es dar a este niño o niños un período de tiempo estable y amoroso. Y tal vez puedan adoptarlos. Si no pueden, al menos han brindado siete meses, o un año y medio, o incluso dos años, de una estabilidad que estos niños no han conocido".

El estado de California tiene más niños en el sistema de acogida temporal que cualquier otro lugar del país, reveló Kathleen Domingo, directora ejecutiva de la Conferencia Católica de California. Aunque ahora están muy conscientes de los problemas de adopción y acogida, Domingo -- que anteriormente trabajaba en la Arquidiócesis de Los Ángeles -- admite que esto no siempre fue así. Como fundadora del evento anual pro-vida de la arquidiócesis, OneLife LA, recuerda un pedido del evangelista Nick Vujicic que lo cambió todo.

"El realmente desafió a la comunidad pro-vida de Los Ángeles al decir: 'Si realmente estás a favor de la vida, ¿qué estás haciendo por decenas de miles de niños que languidecen en el sistema de bienestar infantil en California?'" recordó Domingo. "Yo estaba al lado del arzobispo (José) Gomez, quién se volvió hacia mí y me dijo: 'Kathleen, ¿qué estamos haciendo para ayudar a los jóvenes de acogida en Los Ángeles?' Y yo le contesté: 'Arzobispo, no lo sé, pero lo voy a averiguar'".

La Arquidiócesis de Los Ángeles trabajó para convertirse en una arquidiócesis que pudiera "promover la acogida" a través de ferias de acogida en las parroquias, asistencia para la matrícula escolar católica, y otras ofertas. La necesidad desesperada de dichos programas no es exagerada; el 2 de mayo, The Sacramento Bee reveló que el condado de Sacramento alojó ilegalmente a niños en acogida en las celdas de un antiguo centro de detención juvenil, mientras que en 2021, el Departamento de Servicios Sociales del Condado de Fresno albergó a estos niños en oficinas abandonadas, forzándoles a dormir sobre mesas de salas de conferencia.

"Realmente es responsabilidad de los católicos dar un paso adelante y decir: 'Tenemos espacio en nuestro hogar y en nuestro corazón para ayudar a algunos de estos niños'", acotó Domingo. "Dios está llamando a algunos de ustedes, no a todos, pero a algunos de ustedes, a ser familias de acogida".

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Kimberley Heatherington escribe para OSV News desde Virginia.