BALTIMORE -- Los obispos estadounidenses destacaron dos iniciativas importantes centradas en la Eucaristía el 17 de noviembre, el segundo de dos días de sesiones públicas de su asamblea general de otoño.

La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos aprobó un documento de 26 páginas, titulado "El misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia", con 222 votos a favor; también aprobó planes para un avivamiento eucarístico nacional de tres años, que culminará con el Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis en 2024.

Abarcando otros asuntos, se invitó a los obispos a emprender un viaje multicultural con jóvenes católicos a Chicago el próximo junio; se les instó implementar un marco para el matrimonio y el ministerio familiar, que se había aprobado en su asamblea de primavera en junio; acordaron comenzar la revisión de la "Carta para la Protección de Niños y Jóvenes" antes de lo planeado; y escucharon sobre cómo la pandemia había frenado, pero no detenido, una iniciativa pro-vida llamada "Caminando con mamás necesitadas".

Los obispos aprobaron las pautas que rigen las inversiones financieras de la USCCB, que ahora incluyen límites más amplios sobre dónde se invertiría el dinero. Las directrices promueven una política de participación en las prácticas corporativas, que tienen un impacto en la dignidad humana.

Los prelados -- quienes se reunieron en persona para una reunión nacional por primera vez desde 2019 -- también aprobaron pautas para la exposición de la Eucaristía y la Bendición, avalaron las causas de santidad de tres laicos estadounidenses, aprobaron las revisiones de los estatutos para el catecumenado, y votaron por la revisión de las ediciones en inglés y español de la Orden de Iniciación Cristiana de Adultos.

Ellos también asignaron una fecha de fiesta a Santa Teresa de Calcuta: el 5 de septiembre, fecha de muerte en 1997 de la fundadora de las Misioneras de la Caridad. Será una conmemoración opcional en el calendario litúrgico de Estados Unidos.

El voto de los obispos sobre el documento de la Eucaristía se produjo un día después de su discusión sobre el mismo -- una discusión que fue marcadamente diferente a su debate en junio sobre lo que este podría contener, incluyendo un llamado para que se niegue la comunión al presidente Joe Biden y a políticos católicos que apoyan el aborto. Sin embargo, el documento final no tenía nada de eso y está dirigido a todos los católicos de Estados Unidos.

"(El documento) se esfuerza por explicar la centralidad de la Eucaristía en la vida de la iglesia", expresó el obispo Kevin C. Rhoades de Fort Wayne-South Bend, Indiana, presidente del Comité de Doctrina de los obispos, en una breve presentación sobre el documento el 16 de noviembre. "Aborda la doctrina fundamental sobre la Eucaristía, que la iglesia necesita recuperar y revivir".

Incluso más grande que este documento es el plan para el avivamiento eucarístico de tres años, que termina con el Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis en 2024. Los obispos lo aprobaron 201-17, con cinco abstenciones.

Esta iniciativa de avivamiento comenzará oficialmente en la fiesta de Corpus Christi, el 16 de junio de 2022, con un enfoque diocesano que incluirá procesiones eucarísticas y otros eventos de adoración y oración en todo el país. En 2023, el énfasis estará en las parroquias y los recursos serán destinados a aumentar la comprensión de los católicos de lo que realmente significa la Eucaristía.

Como presidente del Comité de Evangelización y Catequesis, el obispo auxiliar Andrew H. Cozzens de St. Paul y Minneapolis -- quien recientemente fue nombrado obispo de Crookston, Minnesota -- dio detalles a los obispos sobre este avivamiento planeado justo antes de que ellos emitieran su voto.

El avivamiento podría ser un momento de curación para toda la iglesia, acotó, así como un movimiento de evangelización y un despertar de la comprensión del Sacramento de la Eucaristía para los católicos de todo el país.

El arzobispo de Filadelfia, Nelson J. Pérez, invitó a sus hermanos obispos a una reunión nacional en Chicago en junio para participar con jóvenes católicos en un diálogo sobre temas de cultura, racismo, e inclusión a través del prisma de la fe.

"Quizás fue la manera en que el Espíritu Santo nos dijo a los obispos que realmente necesitábamos tomarnos un tiempo para escuchar a los jóvenes, a (las personas) que los ministran y, especialmente, a los que están en las periferias, sintiéndose poco importantes y no amados, y a menudo alienados de la iglesia", manifestó el arzobispo Pérez el 17 de noviembre. Él es presidente del Comité sobre la Diversidad Cultural en la Iglesia.

El arzobispo Pérez habló de la oportunidad que la pandemia de coronavirus ha brindado para facilitar reuniones virtuales entre jóvenes católicos y obispos durante el último año y medio. Más de 60 obispos se han unido a reuniones virtuales como parte de un proceso llamado "Viajar Juntos", indicó.

Las reuniones han tenido lugar en línea en medio de una pandemia, bajo malestar social, tensiones raciales, y la polarización que afecta a la sociedad estadounidense, dijo. El proceso creó "una oportunidad para que obispos, adultos jóvenes, ministros de jóvenes y ministros universitarios, y líderes de varios otros ministerios con los jóvenes, participen en un diálogo respetuoso pero honesto sobre asuntos de fe, cultura, racismo, inclusión, y problemas que les afectan a ellos como jóvenes", explicó.

El presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar, y Juventud pidió a los otros obispos que trabajen "de todas las formas posibles" para implementar el marco pastoral nacional para el matrimonio y el ministerio familiar que aprobaron en junio.

El arzobispo Salvatore J. Cordileone de San Francisco dijo que abordar el matrimonio y la vida familiar es vital en un momento en que las familias están bajo amenazas crecientes de "corrientes ideológicas arrolladoras que destruyen y socavan nuestra identidad sexual como hombre y mujer y las vocaciones dadas por Dios como padre y madre, hijo o hija". Reforzar el ministerio matrimonial y familiar es el compromiso apropiado para comenzar durante el "Año de la Familia Amoris Laetitia", declarado por el papa Francisco, expuso el arzobispo.

Titulado "Llamados al gozo del amor: un marco pastoral para el ministerio del matrimonio y la vida familiar", el documento puede servir como una guía práctica para parejas y familias porque ofrece un conjunto adaptable de principios y estrategias para el cuidado pastoral, explicó.

El arzobispo Joseph F. Naumann de Kansas City, Kansas, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida, expresó a sus compañeros obispos que la iniciativa "Caminando con las mamás necesitadas" del Secretariado para Actividades Pro-Vida puede haber sido frenada por la pandemia de coronavirus, pero de ninguna manera ha dejado de ayudar a mujeres embarazadas de distintos ámbitos sociales. Se lanzó el 25 de marzo de 2020, justo cuando la pandemia comenzaba a tomar fuerza.

Esta iniciativa "tiene la capacidad de tomar lo que a menudo se ve como una división partidista y transformarla en unidad pastoral, creando un puente entre los católicos que se describen a sí mismos usando las etiquetas de 'pro-vida' o 'justicia social'", expuso. "La visión de WWMIN (el acrónimo en inglés del proyecto) es que una madre embarazada o madre necesitada puede acudir a cualquier parroquia católica local y estar conectada con la asistencia y el acompañamiento de afirmación de vida que necesita".

El sitio web de la iniciativa es WalkingWithMoms.com.

Los obispos de Estados Unidos también votaron para aprobar los presupuestos para 2022, que se elaboraron teniendo en cuenta los trastornos provocados por la pandemia de coronavirus. "La anomalía del 2020 planteó desafíos para predecir el 2022", indicó el obispo Gregory L. Parkes de St. Petersburg, Florida, tesorero de la USCCB y presidente del Comité de Presupuesto y Finanzas, en un mensaje introductorio a sus compañeros obispos.

Debido a una enfermedad, el obispo Parkes no estuvo presente en Baltimore, donde se llevó a cabo la reunión general de otoño de los obispos del 15 al 18 de noviembre. A pesar de las incertidumbres, el presupuesto general tiene un superávit de ingresos de $527,080, señaló el obispo Parkes. Parte de eso se debe al promedio de ingresos por inversiones de los últimos tres años. "En este caso", dijo, "si bien el 2018 fue una pérdida, tanto el 2019 como el 2020 experimentaron ganancias de dos dígitos". La votación fue 223-4 para aprobar los presupuestos, con cinco abstenciones. La aprobación requirió una mayoría de obispos presentes y votantes.