WASHINGTON -- El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, USCCB y el presidente del Comité de Migración han expresado su apoyo para la iniciativa de gobierno de Biden llamada "Unidos por Ucrania" que da la bienvenida a refugiados ucranianos que llegan a Estados Unidos.
"Muchos países europeos han mostrado una gran preocupación por los ucranianos, dándoles la bienvenida con los brazos abiertos, y deberíamos hacer lo mismo", dijeron en una declaración conjunta del 22 de abril el arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, presidente de la USCCB, y el obispo auxiliar Mario E. Dorsonville, presidente del Comité de Migración.
"Estamos particularmente preocupados por los más vulnerables y esperamos que se brinde apoyo a las familias separadas, los ancianos y aquellos con necesidades médicas urgentes", dijeron. "Este tipo de iniciativa requiere que el gobierno federal proporcione una variedad de servicios para las familias que llegan, además de los proporcionados por individuos e instituciones privadas, como las iglesias".
Los dos obispos agregaron: "Como agencia nacional de reasentamiento de refugiados, la USCCB está ansiosa por apoyar a los ucranianos desplazados en los Estados Unidos, junto con organizaciones católicas, parroquias y personas de buena voluntad en todo el país".
La USCCB y la Archieparquía Católica Ucraniana de Filadelfia se han asociado con Welcome.US en la iniciativa Unidos por Ucrania.
Según las disposiciones de Unidos por Ucrania, los ucranianos deben haber residido en Ucrania a partir del 11 de febrero, tener un patrocinador financiero con sede en los Estados Unidos, ya sea un individuo o una entidad, haber recibido ciertas vacunas y cumplido con otros requisitos de salud pública, y pasar una serie de verificaciones de antecedentes y exámenes de seguridad.
Sin embargo, a los ucranianos que buscan ingresar en los puertos de entrada de los Estados Unidos a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México se les negará la entrada sin una visa válida o una autorización previa para viajar a los Estados Unidos.
Esa última disposición llamó la atención del arzobispo Gómez y del obispo Dorsonville.
"A todas las personas que buscan asilo en nuestras fronteras se les deben ofrecer consistentemente las mismas oportunidades de protección establecidas en el derecho estadounidense e internacional, de acuerdo con su dignidad dada por Dios", dijeron.
Otra preocupación que tenían: "Este nuevo programa no incluye la autorización para servicios básicos o el acceso a un estatus legal permanente y podría tensar innecesariamente a las comunidades ansiosas por acoger (a refugiados). Es por eso que nosotros y otros hemos solicitado un uso más robusto del programa de reasentamiento, tanto para ucranianos como para otras personas desplazadas, que brinda a los refugiados la capacidad de integrarse dentro de las comunidades estadounidenses, temporalmente" o permanentemente.
Los dos obispos dijeron: "Pedimos a la administración y al Congreso que trabajen juntos para garantizar que los ucranianos que buscan refugio en los Estados Unidos sean realmente bienvenidos y reciban todo el apoyo que eso conlleva. Y pedimos que esta misma bienvenida se extienda a aquellos de otras nacionalidades que han huido de la persecución, la violencia y el desastre, incluida la aprobación de legislación que proporcionaría a nuestros nuevos vecinos afganos un camino hacia un estatus legal permanente".