Un detenido murió y otros dos resultaron gravemente heridos tras un tiroteo ocurrido el 24 de septiembre en una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en Dallas, según informó el Departamento de Seguridad Nacional.
Un portavoz del departamento había informado previamente a CNN que dos personas detenidas por ICE habían muerto, pero las autoridades emitieron un comunicado actualizado a última hora de la tarde.
El presunto francotirador murió por una herida autoinfligida, según informó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una publicación en X.
Los defensores católicos de los inmigrantes hicieron un llamado a la oración en respuesta a lo sucedido.
Las autoridades afirmaron que aún se estaba investigando el motivo exacto del ataque.
El agente especial a cargo Joe Rothrock, jefe de la oficina local del FBI en Dallas, dijo a los periodistas en una rueda de prensa el 24 de septiembre que las balas recuperadas por los investigadores cerca del tirador estaban marcadas con mensajes de “naturaleza anti-ICE”.
El director del FBI, Kash Patel, dijo en una publicación en las redes sociales que el tiroteo fue ideológico, y compartió una imagen de un casquillo sin usar con las palabras “ANTI ICE” que, según él, fue recuperado en el lugar de los hechos.
Rothrock también dijo que la oficina está investigando el incidente como “un acto de violencia selective”. Sin embargo, señaló que no había ningún miembro de las fuerzas del orden entre los heridos, y los funcionarios del DHS afirmaron que el tirador “disparó indiscriminadamente”.
Las autoridades aún no han identificado públicamente a las víctimas. Pero, según múltiples informes de los medios de comunicación, han identificado al presunto tirador como Joshua Jahn, de 29 años.
Anna Gallagher, directora ejecutiva de la Red Católica de Inmigración Legal, también conocida como CLINIC por sus siglas en inglés, dijo en un comunicado: “Esta tragedia es otro recordatorio de que nuestro sistema de inmigración debe basarse en la dignidad humana, la seguridad y el respeto”.
“Oramos por todos aquellos cuyas vidas han cambiado para siempre por los acontecimientos de hoy, y nos comprometemos de nuevo con el llamamiento del Evangelio a acoger al extranjero y proteger la vida”, dijo Gallagher. “No se debe permitir que la violencia defina nuestra respuesta a la migración. En cambio, estamos llamados a la solidaridad, la compasión, la justicia y la acogida”.
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Kate Scanlon es reportera nacional de OSV News en Washington.