La Diócesis de Salt Lake City en Utah (Estados Unidos) lamentó la repentina muerte del P. Reynato (Rene) T. Rodillas, a causa del coronavirus.
“En nombre del Obispo Oscar Solís y los sacerdotes de la Diócesis de Salt Lake City, me apena anunciar la repentina muerte del Padre Reynato (Rene) T. Rodillas. Había dado positivo con el virus COVID-19 el martes 5 de enero de 2021 y fue enviado a casa desde la sala de emergencias con oxígeno para ponerlo en cuarentena y recuperarse en casa”, informa una nota de la diócesis.
“La fecha de la muerte aún no ha sido determinada por el médico forense, pero probablemente fue el viernes 8 de enero de 2021. Tenía 58 años y pronto cumpliría 59 este mes”, precisa el texto.
El Padre Rodillas nació el 25 de enero de 1962 en Santo Domingo, Illocos Sur, Filipinas. Asistió a la escuela primaria y secundaria en Vigan City, Ilolos Sur, y a la Universidad del Norte de Filipinas (1980-1986), también en Vigan City, donde obtuvo la licenciatura en Ingeniería Civil.
En 1990, ingresó al Seminario del Verbo Divino en la ciudad de Tagaytay. Fue ordenado sacerdote para la Sociedad del Verbo Divino el 12 de diciembre de 1997.
Luego de desempeñar su ministerio durante varios años en Filipinas, el P. Rodillas llegó a Salt Lake City donde comenzó su servicio el 7 de agosto de 2007. Fue vicario parroquial en las parroquias Saints Peter and Paul Parish, West Valley City, (2007-2009), Saint George Parish, St. George, (2009-2010), and Saint Therese of the Child Jesus Parish, Midvale, (2010 – 2011).
Fue designado Administrador de la Saint Olaf Parish, donde sirvió desde el 2 de agosto de 2011. Se incardinó en la Diócesis de Salt Lake City el 2 de febrero de 2018.
El 1 de agosto de 2019 fue designado pastor en Saint James the Just, en la localidad de Ogden, donde sirvió hasta ahora. También fue director espiritual del Consejo Diocesano de Mujeres Católicas.
“Por favor recuerde al Padre René Rodillas y su familia, amigos y feligreses en sus oraciones. Descansa en paz Padre Reynato (Rene) T. Rodillas”, concluye la nota firmada por Mons. Colin F. Bircumshaw, Vicario General de la Diócesis de Salt Lake City.