WASHINGTON (CNS) - En una carta dirigida a los legisladores, cuatro obispos piden al Congreso una "solidaridad radical" con las madres y los bebés, tanto nacidos como no nacidos, y presentan una ambiciosa agenda legislativa y política que da prioridad al bienestar de las familias.

Las medidas propuestas por los presidentes de cuatro comités de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. detallan una "visión para una sociedad auténticamente afirmativa de la vida".

Fechada el 26 de octubre, la carta explica que, tras la decisión del Tribunal Supremo de EE.UU. en junio, que revocó la sentencia Roe v. Wade de 1973 que legalizaba el aborto, existe la oportunidad de "redoblar los esfuerzos hacia una cultura de la vida que respete y apoye la dignidad de cada persona en cada etapa".

Describiendo la decisión del tribunal como "extraordinaria", los obispos dijeron que hay que ampliar el trabajo de apoyo a las familias.

"Rezamos y trabajamos para que se produzcan cambios en los corazones y en las mentes, en las circunstancias y en las políticas, que ayuden a todos a valorar a todos y cada uno de los seres humanos en una sociedad orientada a apoyar a los niños y a sus padres", decía la carta.

"En otras palabras, esperamos que llegue el día en que el aborto sea impensable porque la sociedad se haya enfrentado con éxito a los retos de la crianza de los niños en el mundo moderno y haya decidido hacer del pleno florecimiento de los niños y sus familias el objetivo más alto, sin que nadie quede excluido", decía la carta.

La carta fue enviada a todos los miembros del Congreso por el arzobispo de Oklahoma City, Paul S. Coakley, del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano; el arzobispo de Baltimore, William E. Lori, del Comité de Actividades Pro-Vida; el arzobispo de San Francisco, Salvatore J. Cordileone, del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud; y el obispo auxiliar de Washington, Mario E. Dorsonville, del Comité de Migración.

En concreto, los obispos expusieron 15 medidas que dijeron haber apoyado durante mucho tiempo. Entre ellas, la aprobación de la Ley de Equidad para las Trabajadoras Embarazadas y la Ley PUMP para las Madres Lactantes, la ampliación del crédito fiscal por hijos, el apoyo a los centros de recursos para el embarazo y el fin de las penalizaciones por matrimonio en la política fiscal y los programas sociales.

Otras disposiciones sobre las que los obispos instaron al Congreso a actuar están relacionadas con la licencia familiar remunerada, los programas de cuidado infantil y preescolar, la nutrición, la educación, la salud materno-infantil, la vivienda, la violencia doméstica y las relaciones familiares, el apoyo a la adopción, las políticas ambientales para garantizar la salud de las mujeres y los niños, y la eliminación de los límites de elegibilidad de las familias inmigrantes y de estatus mixto en el acceso a los programas gubernamentales.

"Existen graves retos culturales, sociales, económicos y espirituales a los que se enfrentan hoy las mujeres, las familias y los niños. Son retos que conciernen al bien común", escribieron los obispos.

Hicieron hincapié en que los niños no deben crecer en la pobreza y que los padres deben poder apartarse del trabajo para cuidarlos. También afirmaron que es necesaria una atención sanitaria asequible para las madres y los niños, y que las políticas del lugar de trabajo deben respetar a las madres embarazadas y lactantes.

Los obispos reclaman guarderías asequibles y de calidad, así como el fin del hambre y la falta de vivienda en la infancia y de los productos químicos tóxicos que causan defectos o cáncer. También dijeron que las familias inmigrantes necesitan ser "tratadas de acuerdo con su dignidad inviolable".

"Todos estos objetivos requieren la cooperación de todos y la exclusión de ninguno", añadieron.

La carta decía que estos objetivos no pueden ser alcanzados por esfuerzos individuales y que requerirán un trabajo de colaboración por parte de los líderes gubernamentales.

Los obispos instaron a los miembros del Congreso a "encontrar soluciones bipartidistas y asegurar que estas y otras propuestas legislativas similares reciban una alta prioridad."

"Esperamos con especial preocupación que todos podamos ponernos de acuerdo para acudir en ayuda de las mujeres embarazadas y de las madres solteras que lo necesiten, para que tengan el apoyo, el consuelo y la esperanza que necesitan para construir sus vidas a mejor y realizar sus aspiraciones", escribieron los obispos.