CHICAGO – "En honor al Papa León XIV, voy a comerme una pizza de masa fina", dijo el seminarista agustino Nathan Fernandes, antiguo chef de un restaurante italiano de alta cocina, bromeando en relación con el Papa nacido en Chicago que ahora tiene residencia permanente en Roma.
Más conocido por el grupo de seminaristas de este año de la Provincia Agustiniana del Medio Oeste como el cardenal Robert F. Prevost, este nativo de Chicago acababa de ser elegido Papa el día anterior, el 8 de mayo, y los seminaristas se estaban tomando un respiro del frenesí mediático que se había apoderado de la tranquila manzana de su casa de formación en el Hyde Park de Chicago.
Pero a medida que van saliendo a la luz detalles de la vida pasada del Papa León, a muchos les llaman la atención sus raíces de Chicago y lo que lo conecta a esta ciudad.
El hermano Nathan, canadiense, dijo a OSV News que él sabe que en Chicago está nadando contra la corriente de la pizza de masa gruesa, que es una parte importante de la comida típica de esta ciudad.
Y es una corriente que Louis Prevost cree que su hermano menor, el Papa León XIV, todavía sigue.
"Creo que es un lugar como Giordano's", dijo Louis Prevost a OSV News por teléfono desde su casa en la costa suroeste de Florida, refiriéndose a la preferida de su hermano, una de las pizzerías de masa gruesa más populares de la ciudad. Dijo que, como su hermano Rob se fue al seminario a los 13 años al mismo tiempo que él era reclutado para el ejército, ahora recordaba más de las preferencias infantiles del Papa.
"Le gustaba cocinar, le gustaba la comida italiana", confirma el padre agustino John Lydon, compañero de universidad y amigo de hace mucho tiempo, desde la época en que el Papa León era misionero en Perú. "Después de estudiar en (la Unión Teológica Católica, donde se graduó en 1982), había ido a Italia para su doctorado en derecho canónico. Entonces nos preparaba pizza".
El padre Lydon, formador de los seminaristas, se encontraba en la soleada escalinata delantera del teologado donde el Papa solía ser formador a principios de la década de 2000. Dijo a OSV News que las pizzas que entonces hacía el padre Prevost no eran de masa gruesa.
"Vivíamos en un lugar pobre, de forma más sencilla de lo que se puede imaginar aquí en Estados Unidos. Así que había que hacer la pizza para mucha gente, la corteza tenía que ser fina. Hablábamos de eso, a él le gustaba la pizza estilo Chicago. Pero en Perú, en los años 90... eso habría sido un lujo", dijo el educador de origen canadiense.
Louis Prevost, de 73 años, dijo que su "hermanito" comía casi todo lo que le ponían delante, y aún hoy lo hace. Dijo que, entre otras comidas típicas de Chicago, el Papa León preferiría "un perrito caliente" al estilo de Chicago, sin ketchup, que suele estar en un panecillo de semillas de amapola con cebolla y pepinillos verdes entre otros ingredientes. Y acababa de enterarse de que otro producto básico de Chicago, el sándwich italiano con carne de res, se comercializaba con pimientos picantes o dulces como "El León" durante un tiempo limitado en Portillo's, una cadena de perritos calientes y sándwiches de Chicago. Pero dijo que no recordaba si a su hermano realmente le gustaba los sándwiches de carne de res.
Él y sus hermanos crecieron en un hogar profundamente católico en un suburbio del sur en las afueras de Chicago, donde se rezaba el rosario cada noche antes de cenar. Louis Prevost dijo que la familia comía pescado los viernes, algo que a él mismo "ya no le estaba gustando". El Papa León, en cambio, no tenía "ningún problema con ello" y, al parecer, el Papa de 69 años tampoco tenía ningún problema con comidas totalmente exóticas que le contaba a su hermano mayor por teléfono mientras viajaba por el mundo como prior general de los agustinos.
Describió una ocasión cuando el entonces padre Prevost, prior general agustino, comió un manjar especial en un restaurante con una delegación de dirigentes en un país asiático. Era un plato de mariscos vivos que, según le dijeron, tenía que tragarlo.
Louis Prevost, suboficial retirado de la Marina, dijo que a él también le tocó comer comida desconocida. Pero tuvo que interrumpir la historia de su hermano. "Una cosa es comer calamares fritos. Pero cuando están vivos y puedes sentirlos intentando salvarse, retorciéndose (por la garganta)... Yo diría: ‘¡Detente! No me digas nada más’". Dice que su hermano simplemente se lo comió sin quejarse.
"Le hicieron sentirse bienvenido y él lo aceptó con gratitud, con gracia y se congració con esa gente. ... Quién sabe cuánto gastaron en organizarlo para él y ¿por qué iba a (negarse)? ¿Qué iban a pensar? Oh, no. No es ese tipo de persona", dijo Louis Prevost.
Como los tres varones eran jugadores de tenis, Louis Prevost dijo que el Papa León no seguía a todos los equipos deportivos de renombre de la ciudad, como los Chicago Bulls (baloncesto), ni los Bears (fútbol americano) y mucho menos a los Cubs de la zona norte de la ciudad. "Le gustaba mucho el béisbol", pero "era un gran aficionado de los (White) Sox". Años más tarde, entre finales de los 80 y los 90, en Perú, su entonces superior en el vicariato de los agustinos, un compañero de la zona sur, dijo que al estar tan lejos de casa, dejaron de lado las preferencias más acérrimas y apoyaron a todos los equipos de Chicago, incluso a los Cubs.
Louis Prevost describió las salidas regulares de la familia a lugares que distinguen a Chicago, como los viajes anuales a State Street en Navidad para contemplar las vidrieras de las grandes tiendas por departamentos de Marshall Field. Durante más de un siglo, esas famosas exhibiciones de muñecas y animales de juguete en movimiento representaban las escenas navideñas. A continuación, comían en el Berghoff, un emblemático restaurante alemán de alta cocina situado en el centro de Chicago, donde, según Louis, el restaurante ofrecía dulces especiales para los niños.
Louis Prevost dijo que su padre solía llevarles a lugares emblemáticos de Chicago que satisfacían las mentes curiosas de sus hijos: el Museo de la Ciencia y la Industria en Hyde Park, el Museo Field de Historia Natural y el Instituto de Arte, ambos en el centro de la ciudad. Al hermano mayor el arte le parecía aburrido, pero dijo que a su hermano menor probablemente le habría gustado el Instituto de Arte.
Louis Prevost señaló las décadas de su hermano viviendo fuera de los EE.UU. en el mundo en desarrollo, como misionero en Perú y luego en Roma, así como el conocimiento de múltiples idiomas y extensos viajes internacionales visitando a los agustinos, ocupando puestos de liderazgo asignados por el difunto Papa Francisco, combinado con una educación claramente de Chicago. Dijo, como católico, que no podía pensar en antecedentes más ideales para un pontífice como líder de la Iglesia actual.
"Fue a lugares donde no esperaba que hubiera católicos: China, Corea, Japón... India o incluso Pakistán. Decía que en esos lugares ‘hay agustinos y tengo que ir allí para promover la fe’, y eso es lo que hizo. Fue a todos esos lugares, quizá a algunos con un poco de temor, pero lo hizo. Y lo miro y pienso, bien, ¿qué se necesita para ser Papa? Bueno, deberías conocer a la gente a la que intentas pastorear, ¿no?".
A título personal, el padre Thomas Joseph White, rector estadounidense de la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, le dijo a OSV News el 12 de mayo que "ver al Papa con una camiseta de los Medias Blancas en un juego de la Serie Mundial del 2005 en Chicago me llena de una mezcla de sana alegría espiritual y seria perplejidad".
"Es un poco pronto para decirlo, pero yo predeciría que la gente de Chicago va a perder la cabeza porque el Papa va a hacer algo tal como decir Misa en el estadio de los White Sox como aficionado de ese equipo. Y habrá gente vestida como los Blues Brothers con pancartas que dirán: ‘Estamos en una misión de Dios’. Creo que será, ya sabes, muy colorido".
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Simone Orendain escribe para OSV News desde Chicago. Contribuyó a esta historia Paulina Guzik, editora internacional de OSV News.