WASHINGTON -- ¿Cómo dar sentido a las actitudes de los estadounidenses hacia el aborto? no es un pregunta fácil.
En las encuestas, muchos darán respuestas que se contradicen entre sí.
Una encuesta de Gallup en 2019 (Gallup ha encuestado regularmente sobre el aborto desde 1975) encontró que el 92 por ciento de los estadounidenses creía que usar métodos anticonceptivos era "moralmente aceptable"; su apoyo al aborto, por el contrario, era más mixto. (La Iglesia Católica enseña que ambos son moralmente incorrectos.)
Sin embargo, el año anterior, Gallup descubrió que el 65 por ciento de los estadounidenses creía que el aborto debería ser ilegal en general durante el segundo trimestre del embarazo, pero en la misma encuesta, el 69 por ciento dijo que la Corte Suprema no debería anular Roe v. Wade.
FiveThirtyEight, que analizó las encuestas sobre aborto, "encontró que una gran mayoría de estadounidenses apoya el aborto en el primer trimestre, pero ese apoyo tiende a disminuir en el segundo trimestre".
En una encuesta de ABC News-Washington Post realizada a finales de abril, el 54 por ciento de los estadounidenses quiere que el tribunal ratifique Roe v. Wade, casi el doble del 28 por ciento que quiere que se anule. Además, una encuesta de ABC, que ofrecía solo una opción de sí o no, encontró que el 57 por ciento de los estadounidenses se oponía a la prohibición del aborto después de las 15 semanas de embarazo, mientras que un 58 por ciento se oponía a la prohibición después de las seis semanas.
Si el aborto pesa en la mente de las mujeres embarazadas, hablar del tema parece ser igual de difícil para todos los estadounidenses.
Hannah Hartig, investigadora asociada del equipo de política estadounidense del Centro de Investigación Pew, lo llama "presión cruzada".
Pew -- que ha estado encuestando regularmente sobre el aborto desde 1995 -- descubrió que, si ciertas declaraciones sobre el aborto utilizadas en su encuesta también describen las opiniones del encuestado, entonces se pueden ver las mismas contradicciones.
"Treinta y tres por ciento de los adultos dicen que la vida humana comienza en la concepción, por lo que un feto es una persona con derechos", expresó Hartig a Catholic News Service en una entrevista telefónica el 16 de mayo. Sin embargo, una cómoda mayoría de los encuestados también dice que la decisión de abortar pertenece a la mujer.
"Entonces, por un lado, puedes observar (los resultados) y pensar que son contradictorios", señaló, pero no es necesariamente debido a esta presión cruzada.
Los resultados de la última encuesta de Pew sobre el aborto, emitida el 6 de mayo, muestran una división partidista más marcada que la que había existido en el pasado.
Desde 2007, los republicanos que dicen que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos aumentaron del 37 por ciento al 39 por ciento. Entre los demócratas, los porcentajes aumentaron del 63 por ciento en 2007 al 80 por ciento en 2022. En 2012, los porcentajes de estadounidenses a favor o en contra del aborto se acercaron como nunca antes, pero el apoyo al aborto legal nunca ha caído por debajo del 50 por ciento.
Los republicanos más jóvenes, incluyendo el 47 por ciento de los que tienen entre 18 y 29 años, dijeron que el aborto debería ser legal en la mayoría o en todos los casos. Sin embargo, entre todos los estadounidenses, cuanto mayor es el encuestado, es menos probable que esté de acuerdo con esa opinión, aunque la mayoría que apoya el derecho al aborto se extiende hasta el grupo de mayor edad.
Y a pesar de todo, Gallup descubrió que el apoyo al aborto legal, después de casi 50 años de encuestas, ha aumentado en un 1 por ciento y la oposición ha disminuido en el mismo 1 por ciento.
Hartig le dijo a CNS que es posible que las encuestas telefónicas generen un "efecto halo", ya que el encuestado puede ofrecer respuestas que cree que el encuestador quiere escuchar. "Las encuestas en línea", manifestó, "típicamente muestran menos atractivo social", que es otra forma de decir efecto halo. Ella dijo que la encuesta de mayo de Pew se realizó en línea, a través de su panel American Trends.
Independientemente de cómo se realice la encuesta, Hartig dijo que Pew no quiere inundar a los encuestados con preguntas sobre el aborto, "que sabemos que es un tema muy personal y delicado para muchos estadounidenses. Íntimo, sí, eso sería un factor".
"Cada vez que el Centro de Investigación Pew está rastreando una especie de tendencia, como mínimo siempre queremos ubicarla en el contexto de una pregunta que hemos hecho antes" sobre el tema, acotó. "También queremos mantenerlo alejado de ciertos temas políticos. Queremos darle a la gente una lectura limpia al respecto. También queremos evitar preguntas sobre la Corte Suprema".
Hartig dijo: "Cuando diseñamos esto, queremos tener mucho cuidado con las preguntas que hacemos". Pew les da la oportunidad de ofrecer puntos de vista adicionales sobre el aborto. "Diría que alrededor de un tercio de los encuestados optaron por responder estas preguntas", agregó. "Un buen número, sin embargo, se saltó" la oportunidad de desarrollar sus opiniones sobre el tema.
Hartig dijo que Pew no da vueltas a los resultados. "La motivación de este estudio es la investigación", declaró. "Siempre esperamos que el Centro de Investigación Pew, al realizar estos grandes estudios, sea una contribución directa al diálogo público. Queremos que las personas vean los datos y los digieran por sí mismos. Nos esforzamos mucho para asegurarnos de que nuestras preguntas sean justas y razonables".
Además, mientras que algunas encuestas incluirán preguntas pagadas para que las haga alguna empresa o grupo de interés, ese no es el caso de Pew. "Somos independientes, sin fines de lucro", indicó Hartig.
Si bien el aborto se ubica constantemente por debajo de la economía, la atención médica, y muchos otros temas en las encuestas de estadounidenses, los encuestadores seguirán haciendo preguntas sobre el aborto.
"No sabemos cómo cambiará eso" una vez que la Corte Suprema falle en el caso Dobbs vs. Jackson Women's Health Organization, que involucra la prohibición del aborto después de las 15 semanas en Mississippi, expresó Hartig. "Los estados comienzan a promulgar leyes más restrictivas, o leyes menos restrictivas, si se permite que los estados tomen esas decisiones".
Ella agregó: "Cada vez que se tiene un caso de alto perfil, estamos más interesado en la estabilidad que en el cambio. Ese es el caso de una serie de temas diferentes, no solo del aborto".