INDIANÁPOLIS-- Un silencio absoluto llenó el Lucas Oil Stadium cuando decenas de miles de personas se arrodillaron para adorar a Jesucristo Sacramentado en la tarde del 17 de julio en Indianápolis. Más de 100 focos apuntaron a una gran custodia dorada sobre un altar en el centro del estadio, mientras una poderosa hora santa -- que tuvo lugar antes de las charlas, la música o el saludo de los tres presentadores de la velada -- daba comienzo a la primera noche de avivamiento del congreso, llena de oración, poderosos oradores y música de alabanza y adoración.
Justo antes de que el obispo Andrew H. Cozzens de Crookston, Minnesota -- la fuerza episcopal impulsora del congreso -- entrara en la sala portando la custodia, los 30 peregrinos perpetuos que habían recorrido las cuatro rutas de la Peregrinación Eucarística Nacional entraron en el estadio. Portando íconos de los respectivos santos patronos de cada ruta -- San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, San Junípero Serra, Santa Elizabeth Ann Seton y la Santísima Virgen María -- los peregrinos dieron los últimos pasos que completaron oficialmente su viaje de ocho semanas desde puntos del norte, sur, este y oeste de EE.UU. hasta el congreso del 17 al 21 de julio en la capital de Indiana.
Tras un tiempo de oración silenciosa y de alabanza y adoración, el obispo Cozzens se arrodilló por segunda vez ante la custodia.
"Señor, queríamos dedicarte las primeras palabras de nuestro Congreso Eucarístico Nacional", dijo el arrodillado ante Jesús Eucaristía. Mons. Cozzens relató cómo el Avivamiento Eucarístico Nacional -- iniciado en 2022 -- ha llevado a los católicos a reunirse para estudiar, enseñar y rezar con la Eucaristía, pasando incontables horas en adoración y pequeños grupos, y participando en iniciativas parroquiales y diocesanas.
"Señor, hemos hecho una Peregrinación Eucarística Nacional para ti", rezó. "Durante los últimos 65 días hemos llevado tu presencia viva por toda esta tierra, por el Este, el Oeste, el Norte y el Sur. Visitamos iglesias grandes y pequeñas. Hicimos grandes procesiones en ciudades y pequeñas procesiones en prisiones. Visitamos residencias de ancianos y refugios para personas sin hogar. Señor, intentamos compartir con todos los que encontramos por el camino tu increíble amor".
El obispo dijo que la peregrinación rezó por el país y la Iglesia y llevó esas oraciones al congreso. Dio las gracias a Jesús por los milagros que los peregrinos vieron a lo largo del camino: conversiones, personas que volvían a la fe, curaciones físicas y espirituales.
"Esperamos ver más", dijo.
Dijo a Jesús que las decenas de miles de católicos presentes en el estadio se habían reunido allí para darle gracias y alabarle y para convertirse en "discípulos misioneros, gente llena de la alegría del Evangelio, gente tan agradecida por la salvación por la que tu pagaste".
Rezó por una conversión más profunda de las personas, por la paz en los países asolados por la guerra, por los afectados por los abusos y por la unidad tanto del país como de la Iglesia. El obispo Cozzens invitó a los asistentes a compartir en silencio sus propios deseos con Jesús, y luego les pidió que rezaran para que el Señor les revelara también sus deseos para ellos.
"Jesús, en ti confío", rezó, y el estadio resonó mientras la gente se hacía eco de su oración.
"Señor, hemos venido aquí porque queremos un avivamiento, un avivamiento eucarístico, y queremos que cada católico se dé cuenta de que estás vivo en la Eucaristía, y que se encuentre con tu amor", dijo. "Y Señor, sabemos que este avivamiento, tiene que comenzar con nosotros".
Una vez concluida la hora santa y después de que el obispo Cozzens saliera en procesión con el Santísimo, subieron al escenario los animadores del avivamiento: El padre Joshua Johnson, director de vocaciones de la diócesis de Baton Rouge, Louisiana; Montse Alvarado, presidenta de EWTN News -- quien saludó a los asistentes en español e inglés, instando a miles de católicos a dar vítores para Cristo Rey -- y la hermana Miriam James Heidland, miembro de la Sociedad de Nuestra Señora de la Santísima Trinidad. Los tres hablaron de sus experiencias personales con la Eucaristía y de lo que el congreso significaba para ellos, antes de presentar a los demás ponentes de la tarde.
El cardenal Christophe Pierre, nuncio papal en Estados Unidos, fue el orador principal de la noche. Comenzó con la reflexión de que "quizá nuestra oración principal para este congreso eucarístico debería ser ésta: que nosotros, como Iglesia, podamos crecer en nuestra unidad para que seamos más fructíferos en nuestra misión...".
Invitó a los presentes a reflexionar sobre "¿qué es el renacimiento eucarístico?" y "¿cómo sabremos que estamos experimentando un avivamiento eucarístico?".
El avivamiento "siempre va acompañado de la devoción sacramental", dijo, pero "debe extenderse también más allá de las prácticas devocionales".
"Cuando estamos verdaderamente renovados por la Eucaristía", dijo, "entonces nuestro encuentro con la presencia real de Cristo en el sacramento nos abre a un encuentro con Él en el resto de nuestra vida. Esto significa verlo dondequiera que vayamos".
Le recordó a los reunidos que Cristo "también está presente en nuestros encuentros con las personas de las que, de otro modo, nos consideraríamos divididos", incluidas "personas de una clase económica o raza diferente, personas que desafían nuestra forma de pensar".
Vivir "una vida verdaderamente eucarística", subrayó, significa que la adoración "se derrama en nuestra vida cotidiana, una vida de relación con los demás, nuestra manera de ver a los demás".
El cardenal animó a los reunidos a aprovechar el tiempo de adoración durante la semana del Congreso Eucarístico para pedir al Señor que les revele los lugares en los que se resisten a entregarse a su voluntad.
"Él es el único que puede conducirnos a una vida nueva", concluyó, "siguiéndole, podemos convertirnos en verdaderos apóstoles de su Reino".
La hermana Bethany Madonna, superiora local de la nueva misión de Phoenix de las Hermanas de la Vida, quienes apoyan y acompañan a mujeres embarazadas, habló de cómo Jesús, crucificado y resucitado, "quiere revelarse" y traer su gracia por su amor a cada persona.
"Dios te conoce. Dios te ama. Y te elige... Te ha confiado una misión que no le ha confiado a nadie más", dijo. Jesús "sabe que tenemos hambre de amor, y elige entregarse a nosotros como comida y bebida".
"Tenemos esa sed insaciable de ser amados que nadie ni nada puede saciar", salvo Dios, explicó. La hermana Bethany Madonna recordó que cuando el miedo o el fracaso pueden impedir acercarse al amor de Dios, "Jesús lo redime todo".
Compartió el testimonio de una mujer a la que le aterrorizaba confesarse -- cuando ella y su marido buscaban convalidar su matrimonio y participar en el sacramento de la reconciliación -- y la raíz de su miedo eran dos abortos que sufrió cuando era más joven. Vivió en la vergüenza y el silencio durante 29 años, y cuando concertó la cita para el sacramento de la reconciliación y se dirigió a ver al sacerdote, oyó un susurro que le decía: "No tienes que hacerlo", y "Esto es demasiado difícil... vuelve atrás".
Rezando Avemarías todo el camino, llegó a la confesión llorando; y después de escucharla, el sacerdote hizo el gesto de levantar sobre sus hombros una oveja y dijo: "Todo el cielo se alegra... Bienvenida a casa".
La hermana Bethany Madonna contó que, cuando la mujer comulgó al día siguiente, ella dijo que "mi vida será un 'sí' a Dios".
La noche de avivamiento de apertura del Congreso Eucarístico Nacional ya ha tenido un profundo efecto en los participantes que hablaron con OSV News.
Belén Muñoz, de 18 años, de Rosa Park, Nueva Jersey, dijo que era "alentador" ver a tantos católicos reunidos para el congreso.
"Al crecer en una comunidad secular, es una experiencia totalmente diferente", dijo. "Tener sólo una muestra de lo que nos estamos encontrando aquí es asombroso, y espero con ansias lo que vendrá el resto de la semana".
"Esta noche me he dado cuenta de que Jesús está tan vivo en la Eucaristía y que es tan obvio que actúa a través de tanta gente", dijo Molly Quinn, de 18 años, de Naperville, Illinois. Añadió que la experiencia "me hizo darme cuenta de que no estamos solos en este mundo y de que hay tanta gente que busca a Cristo como yo".
"He pasado por una mala racha en mi vida, así que venir aquí y ver cómo Dios puede obrar a través de todos es realmente inspirador y poderoso, y me hace sentir renovada personalmente", añadió Michelle Jurec, de 18 años, también de Naperville.
Claire Reardon, que venía con un grupo de su parroquia en la Arquidiócesis de Miami, dijo que era especial empezar el congreso con la oración ante Jesús Sacramentado, porque pone todo bajo el prisma del "componente central de nuestra fe".
"Fue muy hermoso cómo los oradores se centraron en la singularidad e irremplazabilidad de todos los presentes y de todas las personas del mundo. Y el cuidado de la Iglesia por los más vulnerables y por compartir a Jesús en el Santísimo Sacramento con todos los que lo necesitan", añadió.
Ese mismo día, mientras esperaba en la cola de inscripción, Maria Smith, quien trabaja con jóvenes en una parroquia de la Arquidiócesis de Indianápolis, dijo que estaba contenta de venir aquí por sí misma, ya que ella suele venir a estos eventos para apoyar a los jóvenes. Esta vez, vino para "poder profundizar en mi propia comprensión de la fe", reflexionar en cómo la Eucaristía la puede transformar "en lo que estoy llamada a ser para la Iglesia de Dios".
Cerca del final de la noche apertura, Lotty Cantrelle, de 63 años, enfermera de Lockport, Louisiana, se puso de pie y cantó una canción de alabanza y adoración casi al final de la velada. Dijo que su párroco "la 'voluntarió'" para que viniera al congreso, pero después de vivir la sesión de avivamiento en esta noche de apertura, "sé que mi sacerdote sabía que yo necesitaba esto", dijo.
"El corazón de una persona tendría que ser de piedra para no cambiar", dijo, y recordó las palabras de la hermana Bethany Madonna sobre tener confianza en Jesús.
"Eso me reconfortó mucho", dijo. "Creo que este es un viaje hacia mi sanación y para volver a ser yo misma, que solía ser más alegre. Así que estoy preparada".
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Gretchen R. Crowe, directora de OSV News; Peter Jesser Smith, editor de noticias nacionales; Maria Wiering, redactora sénior; Lauretta Brown, editora de cultura; y María-Pía Negro Chin, editora de español, han contribuido a este reportaje.