MIAMI -- El arzobispo Thomas G. Wenski habló con el Florida Catholic el 11 de febrero sobre la esperada llegada a Miami de algunos de los presos políticos liberados por el gobierno nicaragüense y trasladados en avión a Estados Unidos el 9 de febrero.

"La mayoría de los expulsados eran políticos o candidatos a cargos públicos que (Daniel) Ortega encerró antes de las elecciones", dijo el arzobispo, pero entre ellos había "cuatro o cinco sacerdotes, un par de seminaristas, un diácono y un organista".

Aunque en un principio serían acogidos por familias nicaragüenses, el arzobispo Wenski dijo que ofreció a los sacerdotes y seminaristas alojamiento a más largo plazo en el St. John Vianney College Seminary de Miami.

"Les estoy ofreciendo la hospitalidad del seminario, así como la oportunidad de aclimatarse, aculturarse y ver cuáles serían los siguientes pasos", dijo. En el seminario podrían recibir "clases intensivas de inglés" mientras finalizan sus trámites de inmigración.

Aunque se espera que muchos de los sacerdotes y seminaristas se queden en Miami, "ya he oído de algunos obispos que necesitan sacerdotes hispanohablantes que estarían encantados de ayudarles", dijo el arzobispo Wenski.

Añadió que Caridades Católicas y Servicios Legales Católicos de la Arquidiócesis de Miami estaban a la espera para proporcionar ayuda y ayudar a los exiliados con sus trámites de inmigración.

"La llegada de refugiados o inmigrantes a Miami es como una tormenta de verano", dijo el arzobispo, señalando que unos días antes habían llegado 114 haitianos en barco.

Se esperaba que los nicaragüenses llegaran procedentes de Washington el 12 de febrero y participaran en la misa de las 13.00 horas que normalmente celebra en la iglesia de Santa Águeda el obispo nicaragüense en el exilio Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua. Estaba previsto que diera una conferencia de prensa después de la misa.

El obispo Báez se vio obligado a abandonar Nicaragua en 2019 tras recibir amenazas de muerte por sus críticas al gobierno de Ortega. Ahora enseña Sagradas Escrituras en el Seminario Regional de San Vicente de Paúl en Boynton Beach, pero celebra esa misa semanal en St. Agatha, que se transmite en vivo a través de Facebook a Nicaragua.

El párroco de Santa Águeda, el padre Marcos Somarriba, es nicaragüense. La parroquia está situada cerca de una zona de Miami conocida como Sweetwater, que, desde finales de los años setenta, alberga una gran concentración de exiliados nicaragüenses.

"Miami es el epicentro de la comunidad nicaragüense en Estados Unidos, igual que Miami es el epicentro de la comunidad cubana", dijo el arzobispo Wenski.

"Hay mucho patetismo en todo este asunto", añadió, porque unos días antes, hablando ante funcionarios del gobierno cubano el 8 de febrero en la Universidad de La Habana, un enviado papal, el cardenal Benjamin Stella, había mencionado una posible amnistía para los encarcelados en Cuba tras las protestas antigubernamentales de julio de 2021. El cardenal Stella visitaba la isla para conmemorar el 25 aniversario de la histórica visita de San Juan Pablo II.

"Lo que ocurrió en Nicaragua podría ser algo similar a lo que podría ocurrir en Cuba con esos presos políticos, así que Miami podría estar en una montaña rusa emocional las próximas semanas", dijo el arzobispo Wenski.

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