El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. anunció el 26 de julio que iniciaría procedimientos de "expulsión acelerada", o deportaciones rápidas, de algunas familias inmigrantes que entraron ilegalmente en EE.UU. cuyos casos no califican para asilo.
En su página de internet, el departamento (DHS por sus siglas en inglés) dijo que la política es "un procedimiento legal y más acelerado para expulsar a aquellas unidades familiares que no tienen fundamento bajo la ley estadounidense para estar en Estados Unidos".
El proceso se aplicaría a las familias que no pueden ser rechazadas bajo una sección de la Ley de Seguridad de Salud Pública que la administración Trump invocó y que se conoce como Título 42, dijo el comunicado.
El Título 42 rechaza a ciertos inmigrantes en la frontera, citando medidas de salud pública para contener el coronavirus. Fue activado por la administración Trump en marzo de 2020 cuando las infecciones por COVID-19 comenzaron a aumentar en Estados Unidos y en todo el mundo. El presidente Joe Biden la ha mantenido en vigor.
Pero la nueva aplicación de la política de expulsión acelerada que utilizará la administración Biden parece centrarse en deportar rápidamente a aquellos que no tienen solicitudes de asilo válidas.
El comunicado publicado por el DHS advierte que "intentar cruzar a Estados Unidos entre puertos de entrada, o eludir la inspección en los puertos de entrada, es la forma incorrecta de llegar a Estados Unidos. Estos actos son peligrosos y pueden acarrear consecuencias migratorias a largo plazo para las personas que lo intenten".
Los presidentes de los dos principales partidos políticos de EE.UU. han utilizado esta política de alguna manera desde que fue creada en 1996 por la administración Clinton para acelerar las deportaciones de inmigrantes que "son indocumentados o han cometido fraude o falsificación", explicó el Consejo Americano de Inmigración en su página de internet.
Algunos analistas dijeron que la declaración del DHS es una señal de que el gobierno de Biden va a comenzar a utilizar la disuasión en su enfoque de la inmigración, ya que el número de inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México aumenta y los tribunales de inmigración enfrentan un retraso de más de 1.2 millones de solicitudes de asilo.
El comunicado dice que "la administración Biden-Harris está trabajando para construir un sistema de inmigración seguro, ordenado y humano, y el Departamento de Seguridad Nacional sigue tomando varias medidas para mejorar el procesamiento legal en los puertos de entrada y las reformas para fortalecer el sistema de asilo".