BALTIMORE, Maryland - La recopilación de información y estadísticas sobre los abusos sexuales a menores es una herramienta importante para evaluar las respuestas establecidas y elaborar recomendaciones, dijo el cardenal Seán P. O'Malley de Boston, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.

"No podemos reparar lo que no reconocemos. No podemos restaurar una confianza rota si no abordamos el núcleo del asunto. Esto requiere una investigación honesta, una indagación independiente y una acción informada", dijo el cardenal en un mensaje escrito, publicado el jueves.

O’Malley, que se encuentra en Baltimore donde participo de la asamblea de otono de la conferencia de obispos de Estados Unidos (USCCB), envio el mensaje a una conferencia realizada en Italia, con motivo del Día Europeo para la Protección de los Niños contra la Explotación y el Abuso Sexual.

La conferencia del 18 de noviembre tuvo lugar en Roma, con el patrocinio de la línea de ayuda contra el abuso italiana "Telefono Azzurro". El presidente de esta asociación es Ernesto Caffo, un profesor italiano de psiquiatría de niños y adolescentes, que al igual que el cardenal es también miembro de la comisión papal para la protección de menores.

“Sabemos que el abuso sexual infantil es un problema humano global”, escribio O’Malley. “La Organización Mundial de la Salud informa que una de cada cinco mujeres y uno de cada trece hombres sufren abusos sexuales antes de cumplir los 18 años; y que al menos el sesenta por ciento de las víctimas/sobrevivientes de abusos sexual nunca revelan sus abusos”.

“Los datos más recientes que hemos recibido sobre el alcance de los abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia Católica, no son menos sombríos” dijo.

En Francia, la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia Católica (CIASE) estimó que 216.000 niños sufrieron abusos sexuales en la Iglesia entre los años 1950 y 2020. Mientras que en Australia, el 40% de los abusos a menores analizados por una comisión independiente sobre abusos contra menores en organizaciones, tuvo lugar en un ámbito eclesiastico.

“Son estadísticas asombrosas”, dijo O’Malley. “Pero no podemos permitir que nuestra reacción ante ellas oscurezca su propósito: Evaluar las medidas tomadas por la Iglesia para tratar esta lacra; y hacer todas las recomendaciones útiles para la transformación de un sistema fallido a partir de un análisis cuantitativo y cualitativo”.

Segun las estadisticas, entre el 70% y el 85% de los casos en los que la victima pudo hablar, la explotación y el abuso sexual de los niños son perpetrados por alguien que el niño conoce.

La consigna del día organizado por el Consejo de Europa se centró en "Hacer que el círculo de confianza sea realmente seguro para los niños".

La iglesia debe estar abierta a aprender de la sociedad civil y del mundo académico "en términos de modelos científicos de investigación para un enfoque más informado de nuestras estrategias de prevención y políticas de protección, sobre el terreno y en línea", dijo.

La iglesia también debe trabajar con las víctimas y sobrevivientes de abuso sexual infantil, dijo, diciendo que tanto la comisión como el Papa Francisco creen que estos hombres y mujeres "tienen la clave para ayudarnos a implementar políticas y procedimientos significativos y eficaces."

Jornada nacional de oración

Como destacó el Papa en su audiencia general de los miércoles, el 18 de noviembre fue también la primera Jornada Nacional de Oración por las Víctimas y Supervivientes de la Iglesia Católica en Italia, organizada por la conferencia episcopal, respondiendo a un pedido realizado por Francisco en 2016.

En su audiencia, el Papa dijo que esperaba que la iniciativa fuera "una oportunidad para la reflexión, la conciencia y la oración para apoyar los caminos de recuperación humana y espiritual de las víctimas."

También destacó la importancia y "el deber ineludible de quienes tienen responsabilidades educativas en la familia, la parroquia, la escuela, en los ambientes recreativos y deportivos, de proteger y respetar a los adolescentes y jóvenes que se les confían", ya que la mayoría de los abusos se producen en estos lugares.