WASHINGTON -- La oposición de la Iglesia Católica al aborto "es una respuesta de amor tanto a las madres como a sus hijos en el vientre materno", expresó el presidente del Comité Pro-Vida de los obispos de Estados Unidos en un comunicado emitido para conmemorar el aniversario del 22 de enero de la decisión de la Corte Suprema en el caso Roe v. Wade que legalizó el aborto en los 50 estados.
"La enseñanza de la Iglesia proclama un mensaje de vida, recordándonos que cada vida es un regalo sagrado de Dios desde el momento de la concepción hasta la muerte natural", manifestó el arzobispo de Baltimore, William E. Lori.
La declaración del arzobispo del 21 de enero se produjo cuando miles de defensores de la vida se reunieron para "defender los derechos de los no nacidos" en la 49ª Marcha anual por la Vida en el Mall Nacional en Washington.
El Fondo de Educación y Defensa de la Marcha por la Vida, que patrocina el evento anual, y muchos grupos pro-vida dijeron que tenían la esperanza de que la marcha de este año marcaría un punto de inflexión fundamental en la lucha contra el aborto en Estados Unidos. Muchos esperan que el fallo de la Corte Suprema sobre una ley de Mississippi, prohibiendo la mayoría de los abortos después de las 15 semanas de embarazo, llevará a limitar la decisión en Roe o a anularla.
"Recordando el trágico aniversario de Roe v. Wade, y en petición de la plena restauración de la garantía legal del derecho a la vida para todos los individuos", la Iglesia Católica de Estados Unidos, "reconoce el Día Nacional de Oración por la Protección Legal de los Niños No Nacidos", conmemorado cada 22 de enero, indicó el arzobispo Lori.
"No podemos construir una sociedad verdaderamente justa y permanecer complacientes ante el impacto masivo de Roe v. Wade, que se ha cobrado más de 60 millones de vidas desde 1973", acotó. "Oremos, ayunemos, y trabajemos por el día en que el don de cada vida humana sea protegido por la ley y acogido en el amor".