WASHINGTON -- Para el ex senador estatal de Arizona, Bob Worsley, controlar los problemas de inmigración del país se trata primordialmente de una cosa: "la economía, la economía, la economía".
"Tenemos gente que quiere trabajar, (y está) parada en la frontera. Necesitamos que vengan y nos ayuden. Los restaurantes abren menos días, sirven menos mesas, los hoteles no atienden las habitaciones como solían hacerlo. Quiero decir, estamos en extrema necesidad", expresó Worsley, un empresario republicano, uno de tres panelistas que hablaron el 28 de septiembre para culminar una conferencia en línea de dos días sobre leyes y políticas de inmigración.
La Red Católica de Inmigración Legal, la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown, y el Instituto de Políticas de Migración son los patrocinadores de este evento anual, que reúne a expertos para discutir cómo las leyes y políticas de inmigración pueden responder a las realidades que enfrenta el país.
Aunque el público en general y las empresas están experimentando una escasez de trabajadores, servicios, y suministros, que podrían aliviarse con la mano de obra que pueden proporcionar los inmigrantes, la falta de bipartidismo ha demostrado ser un obstáculo para cualquier movimiento significativo en asuntos de inmigración, manifestaron los panelistas.
"¿Cómo puede una reforma migratoria ocurrir en este mundo de política polarizada, y qué se necesitará para que suceda?" preguntó el moderador, Muzaffar Chishti, del Instituto de Políticas de Migración.
Con los republicanos enfocándose en las elecciones de mitad de período de 2022, la inmigración enfrenta una ardua batalla, observaron los panelistas.
"No creo que el partido (republicano) permita que (los demócratas) obtengan esa victoria. Uno puede decir, 'Tengamos un gran debate y hablemos de ello, de ambos lados' . . . pero creo que estamos desperdiciando nuestro aliento", dijo Worsley.
"Todos nuestros esfuerzos están en el proceso de reconciliación", dijo la panelista Esther Olavarría, representante de la Casa Blanca y subdirectora del Consejo de Política Nacional para la Inmigración, refiriéndose al plan de los demócratas de incluir la reforma de inmigración en el proceso del proyecto de ley de reconciliación presupuestaria.
La parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, dijo el 19 de septiembre que el plan de los demócratas "no era apropiado" para ser incluido en el proceso del proyecto de ley de reconciliación presupuestaria, rechazando su plan.
Esta propuesta habría otorgado estatus legal a 8 millones de trabajadores agrícolas y trabajadores esenciales, adultos jóvenes traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran menores de edad, y beneficiarios de un programa temporal para migrantes.
La medida de la parlamentaria fue una decepción, incluso para el republicano Worsley y otros en la comunidad empresarial. Worsley dijo que está en la junta de la Coalición de Inmigración Empresarial Estadounidense (ABIC por sus siglas en inglés), donde los miembros han expresado frustración por la falta de progreso político en temas de inmigración que podría brindarles un respiro.
Los demócratas prometieron presentar a MacDonough otra propuesta para incluirla en el proyecto de ley de presupuesto, pero ella la rechazó el 29 de septiembre.
Ellos habían propuesto cambiar la fecha de registro en la ley de inmigración actual que permite que ciertos no ciudadanos que son residentes a largo plazo en Estados Unidos se registren para obtener status de Residente Permanente Legal (o LPR por sus siglas en inglés).
Actualmente, los no ciudadanos que ingresaron a Estados Unidos antes del 1 de enero de 1972 pueden registrarse para LPR. Los demócratas querían cambiar esa fecha a 2010.
"Siento el dolor que están sintiendo muchas empresas y muchos negocios. Realmente vivimos un momento único en el que hay una escasez drástica en cuanto a trabajadores poco calificados y trabajadores de desarrollo", señaló Worsley.
"Represento a ABIC . . . y tenemos 1,200 directores ejecutivos en nuestro grupo", continuó diciendo, "y son agricultores, propietarios de viveros, trabajadores de construcción, hotelería, alojamiento, restaurantes, son (directores de empresas de) salud, transporte. . . . Y todos gritan y gritan: 'no comprenden, amigos, la naturaleza crítica de nuestra escasez de mano de obra'".
Worsley dijo que una granja en Idaho, Owyhee Produce, se vio obligada a repartir toda su cosecha de espárragos este año.
"No tenían a nadie que la recogiera, así que dieron la oportunidad a 6,000 voluntarios de venir y recoger la cosecha de espárragos para su propio uso porque no tenían trabajadores; dijeron que esto eliminó las ganancias de este año de la empresa", agregó.
A Worsley le preocupa que el problema pueda empeorar si los políticos no ceden en la legalización de algunos migrantes o reformas que podrían ayudar a sus negocios, incluso con mano de obra temporal.
"Es muy frustrante para nuestra junta (en ABIC) que nuestros amigos, los senadores republicanos, no estén en la mesa, pero también somos realistas y entendemos que el Partido Republicano quiere ganar las elecciones intermedias de 2022 por encima de todo", dijo. "Y ahora mismo . . . el Partido Republicano está usando la inmigración como un garrote y lo usarán para sacar su base en 2022".
La panelista Pia Orrenius, vicepresidenta y economista superior del Banco de la Reserva Federal de Dallas, dijo que parte del dolor experimentado por el sector empresarial y, por extensión, el público, muestra que "dependemos de la inmigración para el crecimiento de la fuerza laboral en este país".
Sin embargo, también puede ser una advertencia de lo que está por venir con los cambios demográficos en el horizonte -- como la jubilación de los baby boomers y una disminución en la tasa de natalidad en los Estados Unidos -- y cómo eso afectará el crecimiento económico. Eso también presenta una oportunidad para que los defensores de la inmigración formen alianzas con la comunidad empresarial en la lucha por los problemas de inmigración en el horizonte político, expresó.
El panelista Charles Kamasaki, asesor principal del gabinete de UnidosUS, dijo que ve una oportunidad para construir coaliciones, pero también dijo que un giro de circunstancias imprevistas, "algo así como tal vez una enorme dislocación económica causada en parte por la constante escasez de mano de obra" podría revertir la situación.
Pero el mayor desafío, manifestó, es abordar la oposición a la inmigración de aquellos a quienes no les gusta debido al cambio demográfico racial y étnico que trae al país.
"No hay respuestas fáciles, cambiando corazones y mentes en esos temas", explicó.
Sin embargo, el republicano Worsley dijo que aquellos que se oponen a la inmigración debido a los cambios demográficos, incluyendo algunos en su partido, deben acostumbrarse al cambio que está en marcha en Estados Unidos. Ellos, en cambio, deberían centrarse en lo que el país necesita para crecer económicamente.
"No vamos a mantener mayorías (anglosajonas) en Estados Unidos. Eso es una ilusión. No va a suceder y, por lo tanto, adoptemos y desarrollemos una verdadera reforma migratoria que permita que la cantidad de personas que entren a nuestro país que sea requerida en el mercado laboral", señaló.
Pero dijo que reconoce que hay otras fuerzas en juego.
"Tenemos que recordar que Steve Bannon dijo muy claramente: 'Sacamos a nuestra base creando miedo y caos' y eso hace que la base republicana salga a votar. Por lo tanto, necesitamos entender que eso está funcionando en nuestra contra", dijo Worsley, hablando de lo que enfrentan los defensores de la inmigración.
Bannon es un ejecutivo de medios y estratega político. Fue jefe estratega de la administración de Donald Trump durante varios meses en 2016.
Worsley indicó que hay potencial para que se unan empresarios republicanos pragmáticos, quienes mirarán el mercado laboral, los baby boomers que se jubilan, la caída de la tasa de natalidad, y verán la necesidad de avanzar en los problemas de inmigración para ayudar a la economía.
"Hay muchos de nosotros en el Partido Republicano que vemos un callejón sin salida para este movimiento antiinmigrante", expresó. "Simplemente no nos va a llevar a donde necesitamos estar".
Kamasaki manifestó que se pueden formar coaliciones, pero ambas partes deben estar abiertas a escucharse mutuamente.
"Creo que también tenemos que tratar de hablar con nuestros oponentes un poco más", dijo. "Estamos en una etapa en estos días en la que vemos a nuestros oponentes políticos como enemigos...No creo que tengamos suficientes conversaciones con otras personas. Creo que a menudo hablando con ellos sin dejarlos responder".