Determinación, fe y disciplina son palabras que definen a un médico colombiano a quien le tomó 13 años para volver a ejercer su profesión en este país después de su llegada hace 21 años. Hoy ejerce como especialista en endocrinología.

Dos motivos llevaron al Dr. Luis Chávez Capera -- oriundo de Cali, Colombia -- a considerar una nueva vida en los Estados Unidos. Uno fue que tenía la residencia permanente en EE.UU. y el otro que su salario como médico general en Colombia no cubría los gastos y por tanto tenía tres trabajos. Esto le impedía dedicarle tiempo a Francy Valencia, su esposa, y sus dos hijos, además de afectar su salud al no tener momentos de descanso.

"Trabajaba siete días a la semana en tres trabajos para suplir mis necesidades económicas y las de mi familia y aun así la situación era bastante complicada. Eso me obligó a venir a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades", explicó este médico. En junio de 2002 comenzó su nuevo camino en la ciudad de Nueva York.

"Yo tenía 33 años, no hablaba inglés", recordó, explicando lo difícil que fue empezar de nuevo. Empezó a trabajar en un restaurante, limpiando la cocina, los baños, los pisos y botando la basura.

Posteriormente encontró un trabajo como asistente médico y esa fue su entrada, nuevamente, al mundo de la medicina. En un año en ese trabajo, pudo traer a su familia. "Nos fuimos a vivir a un estudio mi mamá, mi esposa, mis hijos y yo", dijo.

Los gastos básicos apenas se suplían con lo que ganaba, así que decidió buscar un segundo trabajo y comenzó a trabajar como flebotomista en un hospital. En las noches continuaba tomando clases de inglés. "Yo empezaba a trabajar a las 5:00 a.m. y volvía a casa a las 10:00 p.m.", dijo Chávez.

En medio de todo, añadió, la fe fue fundamental en cada paso que su familia ha dado en este país.

El recuerda la cercanía de Dios cuando, en el 2004, Valentina, su hija de 5 años, fue internada en un hospital por varios meses a causa de una meningoencefalitis -- una enfermedad poco común y potencialmente mortal causada por la infección o inflamación de la zona que rodea la médula espinal y el cerebro.

"Para entonces yo no sabía inglés y nos tocaba buscar intérpretes. Mi esposa estuvo 24 horas al día con mi hija", recordó. "La oración fue lo más importante para sacar a nuestra niña adelante después de haberla visto que perdió todas sus funciones y quedó postrada en una cama sin poder caminar".

Poco a poco, la niña se recuperó durante los meses posteriores. "El mismo médico, que la trató, un neurólogo judío, nos dijo que nuestro Dios había hecho el milagro para que la niña se sanara".

Después de mucha oración, Chávez comenzó a estudiar enfermería profesional en Lehman College en el Bronx en 2005 y conservó su trabajo como flebotomista. Dos años más tarde se graduó y empezó a trabajar como enfermero en el Queens Hospital Center, donde trabajó hasta 2013 mientras se preparaba para sus exámenes de medicina.

Según publicó en 2018 el website de la Embajada de Estados Unidos en Colombia: "Menos de la mitad de los solicitantes que son ciudadanos de los EE.UU. son aceptados en las escuelas de medicina y, en el caso típico, menos del 3% de los solicitantes internacionales son aceptados en ellas".

A lo largo de este camino en EE.UU., dijo Chávez, se encontró con muchos médicos trabajando en panaderías, restaurantes, parqueaderos, otros de asistentes médicos. "Muchos, por una u otra razón, no presentaron los exámenes, algunos de ellos los presentaron y no los pasaron e incluso hay muchos que los pasan, pero no los reciben en ninguna parte", contó.

Consciente de esto, se preparó durante año y medio para aprobar tres exámenes y con ello volver a ejercer como médico en los Estados Unidos y estudiar una especialidad. "Durante un año me preparé para el primer examen y lo pasé gracias a Dios", explicó.

Luego de estudiar para su segundo y tercer examen y aprobarlos, ingresó al programa de medicina interna de la escuela de medicina de Mount Sinai Medical Center, del cual el Queens Hospital es afiliado.

Después de estudiar tres años de medicina interna, el doctor Chávez fue aceptado en la Universidad de Rochester, Nueva York, para estudiar endocrinología, cuyo título obtuvo en junio de 2018. Finalmente había alcanzado su sueño.

"La oración y la fe en Dios es lo que realmente nos ha sacado adelante en este país," dijo agradecido. "Primero para superar la enfermedad de nuestra hija, para superarnos como personas. Él ha sido clave para mantenernos unidos en el amor con mi esposa y nuestros hijos".

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Marietha Góngora escribe para OSV News desde Bogotá, Colombia.