Una multitud participa en una procesión hacia una vigilia interreligiosa de oración en el Grand Park de Los Ángeles el 10 de junio, tras varios días de redadas y protestas de ICE. (John Rueda)
Los obispos de México respaldaron el llamado del arzobispo de Los Ángeles, José H. Gomez, para que las autoridades migratorias de Estados Unidos hagan una distinción clara entre los inmigrantes indocumentados que son criminales violentos y aquellos que no lo son.
“No todos los migrantes indocumentados son delincuentes”, escribió la Conferencia del Episcopado Mexicano en un comunicado publicado el 11 de junio. “Por el contrario, la gran mayoría de los migrantes indocumentados contribuyen al bien de las comunidades en las que viven y trabajan”.
Los obispos expresaron su “dolor y preocupación” por las redadas migratorias realizadas en Los Ángeles, que han provocado días de manifestaciones que ahora comienzan a extenderse a otras ciudades, como San Francisco y Austin, Texas.
En su comunicado, los obispos citaron un mensaje publicado en redes sociales por el arzobispo Gomez el pasado fin de semana, en el que pedía “moderación y calma” tras las redadas en Los Ángeles.
En su declaración, el arzobispo también instó a los líderes nacionales a solucionar el sistema migratorio roto de los Estados Unidos, que, según señaló, “lleva a tantos a intentar cruzar nuestras fronteras de manera ilegal”.
El arzobispo reforzó su llamado a la moderación y a la reforma pidiendo además a todas las parroquias de la arquidiócesis que celebraran el miércoles una Misa especial por la paz y la unidad.
En su comunicado, los obispos mexicanos recordaron que el respeto al derecho a migrar está profundamente enraizado en la Sagrada Escritura y en la tradición de la Iglesia.
“Una misma ley tendréis para el extranjero y para el natural del país”, escribieron, evocando también la exhortación de san Agustín en el siglo V: “Da al extranjero lo que tú mismo recibirás en tu patria”.
Los obispos coincidieron en que se necesitan soluciones a largo plazo para la migración estacional y otras formas de migración irregular, y pidieron que las leyes sean reformadas para que quienes ya se encuentran en Estados Unidos de manera ilegal puedan acceder a un camino legal que les permita permanecer en el país con un estatus regular.
También citaron el reciente discurso del Papa Leo XIV ante los diplomáticos acreditados ante la Santa Sede: “Nadie puede excusarse de promover contextos en los que se proteja la dignidad de cada persona, ya sea ciudadano o migrante”.
Los obispos concluyeron su mensaje con un llamado a la solidaridad y a la fe: “Unidos a todas las personas de buena voluntad, especialmente a quienes sufren en estos tiempos difíciles, pedimos a Dios —por intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe— que nos ayude a comprender que todos somos hermanos y hermanas, y que juntos construyamos un mundo mejor”.
El comunicado se publica en un contexto en el que continúan las protestas por las redadas federales realizadas por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en Los Ángeles y sus alrededores desde el pasado 6 de junio. Las manifestaciones han derivado en enfrentamientos violentos con la policía y, según las autoridades de la ciudad de Los Ángeles, han provocado daños materiales por millones de dólares y la destrucción de negocios locales.
En respuesta a las manifestaciones, el presidente Trump ha ordenado el despliegue de tropas de la Guardia Nacional y de Marines para proteger edificios federales en Los Ángeles, una medida que ha sido firmemente rechazada por la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y el gobernador de California, Gavin Newsom.