Las iglesias católicas de toda la Arquidiócesis de Los Ángeles reconocieron el compromiso de los feligreses por la prevención del abuso sexual infantil en las Misas del fin de semana del 15 y 16 de noviembre.
“Stand Up Sunday” se celebró intencionalmente unos días antes del Día Mundial de la Prevención y la Sanación de la Explotación, Abuso y Violencia contra los Niños, el 18 de noviembre. La iniciativa también fue promovida en otras diócesis católicas de California, como San Diego, Santa Rosa, Fresno, Orange y San José.
En Los Ángeles, el obispo auxiliar Matthew Elshoff celebró una Misa especial en la iglesia Our Mother of Good Counsel en Los Feliz con motivo de la ocasión el 16 de noviembre. En su homilía, Elshoff enfatizó la necesidad de que los católicos cuiden a quienes están en su comunidad —especialmente aquellos heridos por el abuso— y encuentren el valor para alzar la voz.
“Es importante que encontremos nuestra voz profética en cada etapa de nuestras vidas”, dijo Elshoff. “Y eso no siempre es fácil, y sí, requiere valor. Pero sin importar nuestra edad, debe reflejar nuestra vocación bautismal de hablar la verdad de Dios en la sociedad, de hablar cuando vemos injusticia, o racismo, o pobreza, cuestiones que atañen a la vida”.
La iniciativa fue organizada por la Oficina del Ministerio de Asistencia a Víctimas de la arquidiócesis como una forma de reconocer a las personas que han completado la capacitación de prevención de abusos VIRTUS, verificaciones de antecedentes y toma de huellas, requisitos para trabajar en cualquier tipo de ministerio parroquial.

Laura Whisler, derecha, coordinadora religiosa en Our Mother of Good Counsel en Los Feliz, y Mercy Lavietes, izquierda, rezan durante la Misa de “Stand Up Sunday” en la parroquia el 16 de noviembre. (Kimmy Chacón)
Heather Banis, quien dirige la oficina, dijo que la idea de “Stand Up Sunday” tenía tiempo en su mente. ¿El objetivo? Generar conciencia sobre la protección de los vulnerables, mostrar cuánto ha cambiado la Iglesia y pedir a las parroquias que reconozcan a quienes toman en serio la protección infantil.
“Al pedirles literalmente a las personas que se pongan de pie y sean reconocidas por su disposición a someterse a verificación de antecedentes, toma de huellas, completar las clases VIRTUS y todas las recertificaciones que eso implica”, dijo Banis. “Tengo la esperanza de que, estén de pie o sentados, simplemente ver la imagen de todas estas personas comprometidas con mantener seguros a los niños ya es un mensaje”.
Ramon Cordova y su familia estuvieron entre quienes asistieron a la Misa del domingo con Elshoff en Los Feliz. Feligrese desde hace 17 años, Cordova dijo sentirse orgulloso de ver a personas inscribiéndose en la formación VIRTUS y más seguro al enviar a sus hijas a la parroquia.
“Como padre, te hace sentir cómodo enviar a tus hijos a clase y también tenerlos cerca de estos adultos que parecen buenos feligreses y cristianos”, dijo Cordova. “Solo espero y rezo que más y más personas se involucren [en el programa VIRTUS] y que lleguemos a un punto donde estos abusos sean raros”.

Feligreses en St. Peter Claver en Simi Valley durante una bendición especial al final de la Misa dominical del 16 de noviembre de 2025 por “Stand Up Sunday”. (Karina Rubio)
Su esposa, Pamela Clark Cordova, ayuda a dirigir la liturgia infantil donde llevan a los niños a otro espacio para explorar la Escritura de una manera apropiada para su edad.
Pero este domingo fue distinto. No hubo liturgia infantil, y Pamela tomó su lugar junto a su familia en la banca. Cuando Elshoff invitó a los feligreses que habían completado la formación VIRTUS a ponerse de pie para recibir reconocimiento, Pamela fue una de las que se levantó.
“Es bueno que como feligreses se nos invite a hacerlo y que las personas que sirven en la Iglesia lo hagan”, dijo, agregando que todos deberían hacer la formación VIRTUS para “poder estar más preparados”.
Laura Whisler también fue una de las que se puso de pie. Ha sido parte de Our Mother of Good Counsel desde 1995 y ha servido como coordinadora religiosa de la parroquia durante el último año.
Al trabajar con niños, dijo Whisler, “Los niños son nuestros tesoros y debemos protegerlos. Desafortunadamente, hay personas malas en el mundo, y es nuestro privilegio proteger a los niños”.
A través de su trabajo en educación religiosa, añadió: “Se trata de ser una voz para ellos, ser una persona a la que puedan acudir si hay un problema, y también ser los ojos y oídos —saber lo que está pasando”.
