Los residentes de Los Ángeles podrán disfrutar de una función gratuita de la película “Mirando al cielo”, sobre el mártir mexicano San José Sánchez del Río el martes 4 de octubre.

La función especial de la cinta histórica y de ficción sobre la vida de este santo canonizado por el Papa Francisco en 2016, tendrá lugar en la Parroquia Christ the King, 617 S Arden Blvd, en Los Ángeles, a las 7 p.m.  La cinta será reproducida en español, con subtítulos en inglés.

Según Mediaquest, productora de la película, “Mirando al cielo” presenta la vida de este joven mártir mexicano como un verdadero ejemplo para la juventud actual y tiempos que estamos viviendo: “Una película de amor, traición y perdón, que nos muestra cómo detrás de todo santo siempre está la familia y la vida de oración”, dice el comunicado de la función especial.

Sánchez del Río fue un joven adolescente cristero que dio su vida por amor a Jesucristo y su Iglesia cuando tenía 14 años. Su propio padrino de confirmación es considerado como el autor intelectual de su martirio.

Durante la persecución religiosa en México, que tuvo lugar entre 1926-1928, hombres y mujeres conocidos como “Cristeros” se levantaron en armas para luchar contra el gobierno federal de Plutarco Elías Calles, en defensa de su fe.

José Sánchez del Río, el menor de una de las familias de mayor abolengo de su pueblo pide la bendición a sus padres para unirse al ejército cristero y luchar en defensa de su fe. Ante la negativa por su corta edad, José convence a sus padres diciendo que “Nunca como ahora había sido tan fácil ganarse el cielo”.

Durante una de las batallas en un acto heroico, el santo cede el caballo a su general para que pueda salvarse. Es capturado por el ejército federal y llevado a su pueblo bajo el cargo de alta traición. Fue encarcelado en la misma iglesia en la que recibió los primeros sacramentos.

El día de su martirio, fue humillado por sus verdugos, que querían que renunciara a su fe. Sin embargo, el niño que prohibió a su padre comprar su libertad porque su fe en Cristo no estaba en venta, resistió las torturas con vítores a Cristo Rey y a la Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas.