Demorada por el aumento de los casos de COVID-19 la fase local del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad comenzará pronto. Así lo estiman los organizadores del proceso de escucha de la Archidiócesis de Los Ángeles, que esperan iniciar las sesiones presenciales y en línea en las próximas semanas.
"Es un momento precario", admitió el padre Parker Sandoval, vicecanciller de la Archidiócesis, que forma parte del comité directivo del sínodo en Los Ángeles. "Pero ahora mismo, estamos considerando desde enero hasta Pascua como el mejor momento para las sesiones de escucha. Se llevarán a cabo en parroquias y comunidades, congregaciones religiosas y apostolados y ministerios".
Las sesiones de escucha constituyen la fase inicial del proceso sinodal de dos años.
En las últimas décadas, los sínodos han sido en gran medida asuntos romanos, que han reunido a obispos de todo el mundo durante varias semanas para reflexionar y deliberar sobre un tema. La decisión de hacer de este sínodo un proceso plurianual (2021-2023) y de basarlo en las aportaciones de los católicos de a pie representa una novedad del pontificado de Francisco.
Se anima a las parroquias y comunidades de Los Ángeles a que celebren tres sesiones de escucha de dos horas de duración, descritas en un conjunto de materiales publicados en Internet. Los mismos incluyen un "kit de herramientas" para las sesiones de escucha. Las reuniones comienzan con una oración. Posteriormente, se lee un pasaje del Evangelio preseleccionado, una reflexión en silencio y un tiempo para compartir en pequeños grupos.
A su vez, el padre Sandoval dijo que el formato pretende basar las conversaciones "en una escucha común de la palabra de Dios". Las mismas serán guiadas con una serie de preguntas de debate propuestas por el Vaticano.
Entre las preguntas que figuran en los materiales del Sínodo:
- ¿Quién camina y quién no camina junto a Jesucristo en la Iglesia de hoy?
- ¿Qué nos impide hablar con valor y caridad sobre lo que nos importa para la vida de la Iglesia?
- ¿Cómo puede el Espíritu Santo invitar a nuestra Iglesia a "caminar juntos" a través de una celebración más rica de la liturgia en los próximos años.
Las sesiones de ecucha
Por otro lado, el Padre Sandoval dijo a Angelus que las sesiones, "no son discusiones abiertas" o "reuniones de ayuntamiento donde cada uno viene con sus propios asuntos o agenda". Por el contrario, son oportunidades para un diálogo serio y franco guiado por el Espíritu Santo.
"Nada impide" que una parroquia celebre las sesiones de forma virtual, dijo el padre Sandoval. Aun así, espera que la disminución de los casos de COVID-19 en las próximas semanas permita que las sesiones se celebren pronto en persona.
Mientras tanto, durante enero se están realizando sesiones de formación en línea para los "facilitadores de equipos sinodales" locales. A nivel de parroquia, son normalmente designados por el párroco. También se están realizando en español. Los materiales del sínodo, disponibles en varios idiomas, están siendo cargados en el sitio web del sínodo de LA Catholics. Y ya está en marcha un "bombardeo" para fomentar la participación de la gente en los bancos, dijo el padre Sandoval.
"Creo que se verá mucha más energía en febrero, cuando probablemente haya una mayor probabilidad de celebrar sesiones en persona", dijo.
Los resúmenes de las sesiones de escucha se presentarán en línea para que los equipos de cada una de las cinco regiones pastorales de la archidiócesis los examinen y sinteticen. Lo mismo se hará a nivel arquidiocesano y, eventualmente, a nivel nacional. Posteriormente, la Conferencia de Obispos de EE.UU. enviará su informe a la oficina del sínodo en Roma a finales de año.
Llegar a todos
Heidi Villaluz, miembro del comité directivo, dijo que, siguiendo las indicaciones de la Santa Sede, los organizadores han discutido cómo el sínodo puede involucrar mejor a las mujeres y a los jóvenes. Del mismo modo, se discutió cómo llegar a los católicos actualmente indiferentes o inaccesibles mediante los ministerios pastorales existentes.
En cierto sentido, Villaluz puede contarse a sí misma como uno de ellos: con una gran experiencia pastoral, se mudó recientemente de parroquia y aún no se ha inscrito en una nueva.
"Eso es parte del alcance que también estamos considerando", dijo Villaluz. "¿Cómo llegamos a las personas que no están establecidas en la estructura parroquial tradicional? ¿Cómo nos aseguramos de que sus voces sigan siendo incluidas?"
Desde el inicio oficial del proceso sinodal en Los Ángeles el pasado octubre, Villaluz y sus compañeros del comité directivo han organizado "sesiones de interés" en toda la archidiócesis. Del mismo modo, ha escuchado a muchos católicos preguntarse cómo pueden involucrar a los que están en los márgenes de la sociedad.
"¿Nos comprometemos con las comunidades de inmigrantes? ¿Las personas que no tienen hogar? Son cosas que estamos considerando", dijo a Angelus.
Villaluz entiende que la "amplitud" del proceso sinodal a nivel local puede "sentirse un poco abrumadora" a veces. Esto se suma al flujo constante de ideas y materiales proporcionados por Roma y, ahora, por su comité.
"Los recursos son una herramienta", dijo Villaluz. "Pero el trabajo realmente emocionante es ayudar a animar y capacitar a la gente para que utilice la herramienta, y llevarla más allá de las paredes de la parroquia".
Para más información sobre el proceso sinodal en la Arquidiócesis de Los Ángeles, visite Synod.LACatholics.org.