Nuevos diáconos Jerick Alenton, David Zamora y Shengda Zhu de pie en el altar durante la Misa de ordenación al diaconado transitorio en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles el 22 de noviembre. (John Rueda)
Mientras el obispo auxiliar Slawomir Szkredka pronunciaba su homilía en la Misa de ordenación al diaconado transitorio en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles el 22 de noviembre, miró a los tres futuros diáconos y lanzó una advertencia, por así decirlo.
“Sé que están siendo ordenados como diáconos transitorios, y que sus corazones ya están puestos en su ordenación presbiteral, pero esta gracia que están recibiendo hoy nunca será quitada, nunca será borrada”, dijo Szkredka. “Es una gracia fundamental de su ministerio sacerdotal”.
En otras palabras, lo que importaba ahora era lo que estaba sucediendo ese día, no su ordenación presbiteral programada dentro de seis meses.
“Esta ordenación cambia y transforma su estado”, dijo Szkredka a Jerick Alenton, de 28 años; David Zamora, de 26; y Shengda Zhu, de 28. “Les impone deberes y responsabilidades que son reales y serios, y que marcarán su ministerio diario. Y sin embargo, por numerosas que sean sus obligaciones, deberes, responsabilidades como diáconos, todas fluyen de la misma gracia fundamental”.
El futuro diácono Jerick Alenton se arrodilla frente al obispo auxiliar Slawomir Szkredka, quien presidió la Misa de ordenación. (John Rueda)
Tras una clase de ocho nuevos diáconos transitorios en 2022, un récord de 13 en 2023 y otros ocho en 2024, la clase de este año destaca por ser más pequeña. Pero tales fluctuaciones en el tamaño de las clases son de esperarse, dijo el padre Peter Saucedo, director de vocaciones de la Arquidiócesis de Los Ángeles. Por ejemplo, este último año, 24 jóvenes ingresaron al seminario en LA, más del doble de lo que típicamente reciben en un año, señaló Saucedo.
“Es más o menos la tendencia”, dijo. “A veces hay años en los que tienes números realmente grandes y otros en los que no”.
El grupo de este año también fue solo la segunda clase de diaconado transitorio formada bajo las nuevas directrices emitidas por los obispos de EE.UU. en 2022. Tradicionalmente, los diáconos transitorios pasaban su último año alternando entre los estudios del seminario y tareas en una parroquia. Ahora pasan sus seis meses como diáconos en ministerio parroquial a tiempo completo, obteniendo experiencia pastoral práctica.
“Es bueno porque permite que los muchachos tengan un corazón generoso, un corazón de siervo, uno que quiera servir a los demás de esa manera”, dijo Saucedo. “A veces, como sacerdotes, porque estamos tan ocupados con los sacramentos y la administración de una parroquia, es fácil quizá perder de vista eso”.
Pie de foto 3:
Los tres hombres se postran en el altar durante la Misa de ordenación mientras la asamblea se arrodilla y canta la Letanía de Súplica. (John Rueda)
La liturgia de ordenación del sábado por la mañana incluyó elementos hablados en español, mandarín y cebuano, en reconocimiento a las herencias de los tres hombres.
Cuando comenzó el Rito de Ordenación, los hombres se levantaron desde la primera banca, caminaron hasta el altar y se colocaron juntos en una fila.
“Confiando en la ayuda de Dios nuestro Señor y de nuestro Salvador Jesucristo, elegimos a estos, nuestros hermanos, para el orden del diaconado”, dijo Szkredka.
“Demos gracias a Dios”, respondió la asamblea, que estalló en aplausos.
Los hombres sonrieron y giraron lentamente en círculos, inclinándose ante los bienhechores.
Luego, se arrodillaron uno por uno frente a Szkredka para responder a la promesa de obediencia al ordinario antes de pasar a una parte profunda de toda ordenación: yacer postrados alrededor del altar mientras la asamblea arrodillada canta la Letanía de Súplica.
El trío luego recibió la imposición de manos del obispo y una oración de ordenación, convirtiéndose oficialmente en diáconos cuando cada uno se puso sus nuevas vestiduras.
Después de recibir el Libro de los Evangelios — “Cree lo que lees, enseña lo que crees y practica lo que enseñas”, dijo el obispo al entregárselos — la asamblea respondió con aplausos cuando Szkredka anunció: “Hermanos y hermanas, tenemos tres nuevos diáconos. Démosles la bienvenida”.
El diácono Shengda Zhu posa con asistentesy ofrece primeras bendiciones tras la Misa en la plaza exterior. (John Rueda)
Después de la Misa, los nuevos diáconos salieron entre aplausos a la plaza exterior de la catedral para ofrecer primeras bendiciones. Cada uno tuvo su propia reacción a lo que significó la ordenación.
Para Zamora, la ordenación fue la confirmación de que estaba en el camino correcto.
“Es casi como si una pieza encajara en su lugar”, dijo. “Todo el tiempo en la formación he estado tratando de descifrar qué me pide Dios que haga. Y creo que hoy simplemente fue muy claro, muy certero que esto es lo que Dios tiene para mí”.
Alenton dijo que se sintió un poco desorientado durante la Misa, pero que finalmente sintió a Dios calmarlo.
“Estaba nervioso, estaba asustado”, dijo. “No recordaba todas las partes, como dónde pararme, dónde arrodillarme y todo. Pero supongo que Dios intervino y ayudó. Y fue un momento aterrador pero también feliz.
“Me alegra que finalmente recibí esta gran bendición, esta gracia de Dios”.
La madre de Alenton, Jeanette, dijo que tenían familiares, amigos e incluso sus compañeros de secundaria que vinieron de fuera del estado para asistir a la Misa de ordenación. Ya está planeando para cuando, si Dios quiere, su hijo se convierta en sacerdote.
“Siempre planeo con anticipación”, dijo. “Por eso a veces decimos: ‘¿Ya estás ordenado o no?’ Demasiada emoción para la mamá y las familias”.
“Cuando estaba mirando alrededor, en cada esquina podía ver a alguien que reconocía”, dijo Alenton. “Han estado ahí por mí estos últimos nueve años. Fue realmente hermoso verlos aquí ahora, y ver lo que han traído sus oraciones, y no podría haberlo hecho sin sus oraciones. Fue una confirmación, básicamente, del llamado que recibí cuando era niño”.
El obispo auxiliar Slawomir Szkredka posa con los nuevos diáconos Jerick Alenton, Shengda Zhu y David Zamora tras la Misa de ordenación. (John Rueda)
Durante los próximos meses, Zamora disfrutará de una similitud única con su padre, Miguel: ambos serán diáconos juntos. Miguel es diácono en la parroquia Our Lady of Grace en Encino.
“Tengo un buen mentor y alguien a quien admirar, y creo que alguien con quien compartir esta alegría”, dijo Zamora. “Solo espero aprender a ser tan fiel como él. Aprender a ser tan comprometido como él en este camino”.
¿Tenía Miguel algún consejo diaconal para su hijo?
“Solo sé humilde para ser un buen servidor del Señor”, dijo.
Zhu sintió una profunda responsabilidad al ser ordenado, habiendo crecido en China y siendo un faro para los escasos católicos chinos.
“Crecí como católico chino, así que a veces bromeo con ello: somos el unicornio. La gente habla, pero realmente nunca ve”, dijo Zhu. “Así que para nosotros tener esta vocación única es muy raro”.
El joven de 28 años dijo que se inspira en el legado de los católicos perseguidos en su tierra natal.
“La perseverancia por su fruto soy yo”, dijo Zhu. “Y ahora continuaré su legado, y continuaré transmitiendo esta fe, especialmente evangelizando a las personas que quizá no han encontrado a Cristo, especialmente personas de la cultura china”.