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Al dirigirse a más de 300 peregrinos que viajaron de la Arquidiócesis de Los Ángeles a México, el Arzobispo José H. Gomez dijo que así como todos ellos habían viajado a otro país en busca de María y Jesús, ese viaje debía continuar cuando regresaran a casa.

El Arzobispo Gomez preside la misa en la basílica el 6 de julio bajo la santa tilma con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. (Víctor Alemán)

"Por eso estamos aquí", dijo Mons. Gómez. "Venimos a este país como peregrinos que buscan a María, y que buscan a Jesús. Venimos a profundizar nuestro discipulado, como seguidores de su Hijo.

"A su manera, Él nos ha dicho a cada uno de ustedes y a mí: 'Sígueme'. "

Por quinta vez -y segunda desde el comienzo de la pandemia del COVID-19 en los Estados Unidos- el Arzobispo Gomez encabezó a los fieles de la arquidiócesis en una peregrinación a México, que culminó con una Misa especial el 6 de julio en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, donde se encuentra la tilma original de San Juan Diego con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.

El Arzobispo Gómez también presidió una Misa en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México durante la peregrinación de seis días.

Católicos de Los Ángeles posan con el arzobispo y otros sacerdotes afuera de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México el 5 de julio. (Víctor Alemán).

En la basílica, de pie bajo la santa tilma, el Arzobispo Gómez dijo a los peregrinos que así como María amó y abrazó tiernamente a Jesús, hará lo mismo por nosotros.

"En esta imagen sagrada que nos dejó, podemos ver que lleva a Jesús en su vientre, bajo sus manos orantes, su corazón late bajo su corazón", dijo el Arzobispo Gómez. "Así que venimos como peregrinos a este lugar, y le pedimos a la Virgen de Guadalupe que sea madre para nosotros, y nos renueve en el amor de su Hijo".

También se presentaron durante la Misa los cientos de intenciones de oración recogidas en lugares de toda la Arquidiócesis de Los Ángeles y en línea que fueron traídas a la basílica para ser bendecidas. Al final de la Misa, se instó a los peregrinos a traer a sus amigos, familiares y seres queridos a la peregrinación del año que viene.

El arzobispo Gómez bendice rosarios junto con la representante de Relaciones con los Medios de la arquidiócesis, Verónica Reyes. (Víctor Alemán)

"La fe nace en la familia, así que llevemos primero la alegría de Jesús, su tierno amor y perdón, a nuestros esposos e hijos, a nuestros padres y abuelos, a nuestros hermanos y hermanas, a nuestros tíos y tías", dijo el Arzobispo Gómez. "¡Y desde nuestros hogares, difundamos el amor de Jesús en cada rincón de nuestra sociedad! Que cada persona que encontremos conozca su promesa de salvación".

María Tavarez, autodenominada "Guadalupana" desde que nació en Jalisco, México, celebraba la peregrinación como un regalo sorpresa de su marido para celebrar su 27 aniversario de boda.

"Vine a agradecer a la Virgen por ayudarme a cumplir la meta de llevar una réplica de su imagen a mi iglesia, San Pancracio en Lakewood, así como a dar gracias por mi matrimonio, por mi familia y por la paz del mundo", dijo.

Monseñor Diego Monroy, rector emérito de la Basílica de Guadalupe, dio la bienvenida a los peregrinos de Los Ángeles y dijo que el santuario no era sólo para los que viven en México, sino para todos.

"Ustedes siempre comparten sus valores, comparten esta unidad familiar, su honestidad y alegría por el trabajo con el que contribuyen a la gran nación norteamericana", dijo. "A todos ustedes los ponemos en el corazón de Nuestra Señora de los Cielos para que ella, con su corazón palpitante, lleno de amor, pueda expresarse y manifestarse en todo el trabajo pastoral que ustedes realizan en la gran Arquidiócesis de Los Ángeles."

Para más información sobre la peregrinación, visite este enlace.