Cuando Lily Rivera planeó su viaje a Roma para el fin de semana del 25 de abril de 2025, sabía que iba a presenciar un momento histórico para la Iglesia. Lo que no esperaba era que ese momento sería el luto y la Misa funeral por el Papa Francisco.
Rivera, profesora de teología y matemáticas en la preparatoria Cantwell-Sacred Heart of Mary en Montebello, había organizado el viaje a la Ciudad Eterna para asistir a la canonización de Carlo Acutis, originalmente prevista para el 27 de abril. Como muchos otros que ya tenían planeado estar en Roma ese fin de semana, cuando ella y su esposo se enteraron del fallecimiento del Santo Padre, decidieron mantener sus planes.
“Simplemente nos detuvimos a rezar y dijimos: ‘Está bien, Señor, que se haga tu voluntad’”, contó Rivera.
Junto a unas 250,000 personas, varios fieles originarios del sur de California formaron parte de un momento extraordinario que unió a la Iglesia universal en Roma para despedir al Papa Francisco, celebrar su pontificado y orar por el Colegio Cardenalicio mientras se prepara para elegir al 266.º sucesor de Pedro.
“Pensé que venía por una canonización”, dijo el padre James Nieblas, sacerdote salesiano y miembro de la tribu indígena Juañeno. “Pero esa mañana, cuando supimos que Francisco había fallecido, me di cuenta de que venía a despedirme de un amigo que conocí en Washington, D.C.”

Lily Rivera y su marido tenían previsto estar en Roma para la canonización de Carlo Acutis, que fue reprogramada al morir el Papa Francisco. (Lily Rivera)
El Papa Francisco dejó una profunda huella en Nieblas, quien lo conoció durante la canonización de Junípero Serra en 2015. Antes de la Misa funeral, Nieblas viajó a Asís para reflexionar sobre el santo que inspiró el nombre pontificio de Francisco.
“Lo más conmovedor fue verlo el Domingo de Pascua”, dijo el padre Nieblas. “Fue un verdadero signo de alegría y un mensaje para nosotros: ‘Ahora es su Iglesia’”.
Patrick Magat, feligrés de Christ the King en Hollywood, había colaborado en llevar una exposición sobre Carlo Acutis a la Arquidiócesis de Los Ángeles. Pero en lugar de asistir a su canonización, se encontró esperando, junto a cientos de miles de personas, para visitar el cuerpo del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro antes de asistir a su funeral el 26 de abril.
“Es un sentimiento totalmente distinto saber que ya no está”, expresó Magat. “Para mí, todo tiene que ver con la tradición, con saber que esto viene desde San Pedro, toda esa historia, esos miles de años que nos unen a todos”.
El padre Michael Masteller, sacerdote de Los Ángeles ordenado en 2021 y que actualmente estudia en Roma, concelebró la Misa funeral junto a cientos de obispos y 4,000 sacerdotes. Entre ellos estaba Mons. John Moretta, de la parroquia Resurrection en el Este de Los Ángeles, con quien Masteller hizo su pasantía como seminarista.

De izquierda a derecha: Padre Claude Williams, Padre James Nieblas, Mons. John Moretta y Padre Michael Masteller posan en Roma tras la muerte del Papa Francisco. (Padre Claude Williams)
“Siento que algunas personas de Los Ángeles me han ayudado a vivir este momento con más profundidad y a compartir con la Iglesia lo que significa”, dijo Masteller.
La muerte del Papa Francisco el Lunes de Pascua coincidió con el Jubileo de los Adolescentes. Esto hizo que miles de peregrinos y jóvenes estuvieran en Roma para despedirlo, aunque no lo hubieran planeado originalmente.
“Uno puede ver la diversidad, las diferentes personas, idiomas, formas de devoción, pero seguimos adorando al mismo Dios y rindiendo homenaje al Papa Francisco”, reflexionó Rivera.
Mientras aumenta la expectativa en todo el mundo por saber quién será el próximo pontífice, el Colegio de Cardenales se prepara para el inicio del cónclave el 7 de mayo.
“Animo a todos a orar y confiar en Dios; sin importar lo que la voluntad humana proponga, el Espíritu Santo guiará todo para gloria del Padre”, dijo Masteller.