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A partir del 15 de julio, la distribución de la Preciosa Sangre de Cristo en la Archidiócesis de Los Ángeles "podrá reintroducirse en las misas parroquiales a discreción del párroco", ha anunciado el arzobispo José H. Gómez.

"La Comunión del cáliz debe ser restaurada, para que todos puedan tener la oportunidad de participar más plenamente en la celebración de la Eucaristía", escribió el Arzobispo Gomez en una carta del 28 de junio a los sacerdotes de la archidiócesis.

La distribución del cáliz de vino de la Comunión en la Misa se ha suspendido oficialmente desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 a principios de 2020, cuando las Misas en persona se suspendieron durante varias semanas antes de que las parroquias reabrieran gradualmente siguiendo los protocolos de salud pública.

En su carta, el Arzobispo Gómez dijo que la medida "ofrece una oportunidad durante este tiempo de Reavivamiento Eucarístico nacional, para obtener una renovada apreciación y devoción a Jesús que se hace presente a nosotros en la Sagrada Comunión en cada Misa."

El padre Juan Ochoa, director de Culto de la archidiócesis, señaló que el anuncio coincide con el inicio de la segunda fase del renacimiento eucarístico nacional, la fase parroquial, que se centra en fomentar "la devoción eucarística, fortaleciendo nuestra vida litúrgica a través de la celebración fiel de la Misa, la adoración eucarística, las misiones, los recursos y la predicación."

Según el manual litúrgico de la Iglesia católica, la sagrada Comunión "tiene una forma más plena como signo cuando tiene lugar bajo las dos especies".

"En esta forma se manifiesta más claramente el signo del banquete eucarístico y se expresa más claramente la voluntad divina por la que se ratifica la Alianza nueva y eterna en la Sangre del Señor, así como la conexión entre el banquete eucarístico y el banquete escatológico en el Reino del Padre", reza la Instrucción General del Misal Romano.

El año pasado, Memphis (Tennessee) y Owensboro (Kentucky) fueron de las primeras diócesis estadounidenses en reintroducir la Preciosa Sangre durante la Misa, cuando la pandemia del COVID-19 comenzó a remitir. Desde entonces, decenas de diócesis estadounidenses han vuelto a introducir la Comunión bajo las dos especies durante la Misa. A principios de este mes, por ejemplo, la archidiócesis de Boston restableció el uso del cáliz a tiempo para la solemnidad del Corpus Christi el fin de semana del 11 de junio.