Los obispos católicos de California están movilizando a los fieles en apoyo de las familias, especialmente de las mujeres que se enfrentan a embarazos difíciles o inesperados, mientras la Corte Suprema de los Estados Unidos se prepara para dictaminar sobre el futuro del aborto legal en el país y los legisladores estatales presionan para "consagrar las formas más extremas de aborto en la Constitución de California".

"Nacimos Listos" es una campaña informativa que busca "empoderar, equipar, movilizar" y proporcionar recursos a los católicos del estado a la luz de las recientes declaraciones de que California se convertirá en un "santuario del aborto" si se anula el caso Roe v. Wade.

La iniciativa de la Conferencia Católica de California (CCC) comenzó oficialmente el jueves con un seminario web en el que participaron el obispo de San José, Óscar Cantú, el colaborador de Angelus y bioético Charlie Camosy, y la directora ejecutiva de la CCC, Kathleen Domingo. El seminario web fue copatrocinado por el Instituto McGrath para la Vida de la Iglesia de la Universidad de Notre Dame.

La campaña llega en un momento en que el país se prepara para la esperada sentencia del Tribunal Supremo en el caso Dobbs contra la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, un caso sobre la prohibición de los abortos en Mississippi después de las 15 semanas de embarazo, que podría anular también el caso Roe contra Wade. Se espera que la sentencia se haga pública a finales de este mes o a principios de julio.

Esta semana, la presidenta pro tempore del Senado, Toni Atkins (demócrata de San Diego), presentó una propuesta que "enmendaría la Constitución de California para prohibir que el Estado niegue o interfiera con la libertad reproductiva de una persona en sus decisiones más íntimas, lo que incluye su derecho fundamental a elegir abortar y su derecho fundamental a elegir o rechazar anticonceptivos", según una descripción oficial de la enmienda.

En una declaración de la CCC del 9 de junio, los obispos dijeron que estaban "extremadamente preocupados por el lenguaje de la SCA 10, que es tan amplio y poco restrictivo que fomentaría y protegería incluso los abortos tardíos, a los que la mayoría de los californianos se oponen".

"También tememos el alcance ilimitado de esta propuesta de enmienda, que afirma un nuevo derecho constitucional a la 'libertad reproductiva' pero no define lo que significa", añadieron.

El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció su apoyo a dicha enmienda a principios de mayo, días después de que se filtrara el borrador de la opinión mayoritaria del Tribunal Supremo que podría anular el caso Roe contra Wade. Su plan reservaría 40 millones de dólares en dinero de los contribuyentes para cubrir los abortos de mujeres sin seguro y de fuera del estado, con la esperanza de convertir a California en un estado "santuario" del aborto.

En su última declaración, los obispos señalaron que "California ya tiene algunas de las leyes y servicios de aborto más complacientes de la nación."

"Al proporcionar una amplia financiación para los servicios de aborto sin la correspondiente financiación equitativa para las mujeres embarazadas y las madres, el estado ejerce un poder destructivo y coercitivo a favor de acabar con vidas inocentes", escribieron. "Consagrar el lenguaje de esta enmienda en la constitución extenderá el peligro del aborto coercitivo a los bebés con viabilidad incuestionable".

Información adicional por cortesía de Catholic News Service.