El Papa León XIV reza en una capilla lateral de la Catedral de San Pancracio Mártir en Albano Laziale, al sureste de Roma, Italia, 20 de julio de 2025. (Foto CNS/Vatican Media)
CIUDAD DEL VATICANO -- El verano debe dedicarse a cultivar tiempo con Dios, relajarse y cuidar de los demás, dijo el Papa León XIV en una Misa celebrada en un pueblo montañés durante su breve descanso estival.
"Son días en los que tenemos más tiempo libre, tanto para el recogimiento y la meditación, como para el encuentro con los demás, los viajes y las visitas", dijo en su homilía durante la Misa del 20 de julio en la Catedral de San Pancracio Mártir en la ciudad de Albano Laziale, al sureste de Roma.
"Aprovechemos todo eso para disfrutar --saliendo del torbellino de compromisos y preocupaciones-- de algún momento de tranquilidad y recogimiento, como también para compartir, yendo a algún lugar, la alegría de vernos --como lo es para mí estar hoy aquí", dijo.
La catedral había sido nombrada iglesia titular del futuro cardenal el 6 de febrero, y el entonces cardenal Robert F. Prevost tenía previsto tomar posesión de ella el 12 de mayo, festividad de San Pancracio.
"Pero el Espíritu Santo lo predispuso de otra forma", dijo el Papa León, sonriendo, refiriéndose a su elección como papa el 8 de mayo.
La Diócesis de Albano le obsequió la misma bandeja de plata que le habían preparado como cardenal, adornada con su escudo de armas, durante una breve entrega de regalos frente a la entrada principal de la catedral. Sin embargo, "tuvimos que arreglar el escudo", le dijo el obispo Vincenzo Viva de Albano, refiriéndose a los pequeños cambios necesarios para que fuera un emblema papal.
El Santo Padre había caminado hasta la catedral desde una salida trasera de las villas y jardines papales, cerca del Observatorio Vaticano, administrado por los jesuitas, que da a la ciudad de Albano Laziale. Saludó a los cientos de personas que abarrotaban las calles y observaban la escena en las pantallas gigantes de la plaza.
Tras saludar a un grupo de residentes y estrechar la mano de los alcaldes locales, bendijo la catedral con agua bendita antes de entrar y concelebrar la Misa con el obispo, el cardenal Michael Czerny, el sacerdote estadounidense Manuel Dorantes, director administrativo del cercano Centro Laudato Si' para la Educación Superior, administrado por el Vaticano, y otros.
En su homilía, el Papa León que reflexionó sobre la lectura del Evangelio del día (Lucas 10,38-42) sobre Marta y su hermana María, dijo: "El servicio y la escucha, de hecho, son dos dimensiones gemelas de la acogida".
Sería un error, dijo, considerar el enfoque de Marta de servir a Jesús y el deseo de María de sentarse a los pies del Señor para escucharlo "como opuestas, así como hacer comparaciones de méritos entre las dos mujeres".
"Si bien es importante que vivamos nuestra fe en las acciones concretas y en la fidelidad a nuestros deberes, según el estado y la vocación de cada uno, también es fundamental que lo hagamos partiendo de la meditación de la Palabra de Dios y de la atención a lo que el Espíritu sugiere a nuestro corazón", afirmó.
Por eso, los cristianos deben "dar espacio al silencio" y la oración, lejos del ruido y las distracciones, para que "nos pongamos ante Él y logremos unidad en nuestro interior", dijo.
"Los días de verano pueden ser un momento providencial para experimentar qué hermosa e importante es la intimidad con Dios, y cuánto puede ayudarnos también a ser más abiertos, más acogedores los unos con los otros", dijo el Papa.
"Ni el servicio ni la escucha son siempre fáciles; requieren tenacidad y capacidad de renuncia", añadió.
Se requiere mucho esfuerzo para ser buenos padres y estudiantes, y para "comprenderse cuando se tienen opiniones diferentes, perdonarse cuando uno se equivoca, ayudarse cuando uno está enfermo, sostenerse cuando uno está triste", dijo.
"Pero es sólo así, con estos esfuerzos, como es posible construir algo bueno en la vida", añadió. "Sólo así pueden nacer y crecer entre las personas relaciones auténticas y fuertes".
"Propiciemos las ocasiones para cuidarnos unos a otros, para intercambiar experiencias e ideas, para ofrecernos comprensión y consejos mutuamente; esto nos hace sentirnos amados, y todos lo necesitamos", dijo el Papa.
"Hagámoslo con valentía", añadió, "de este modo, siendo solidarios y compartiendo la fe y la vida, promoveremos una cultura de paz, ayudando también a quienes nos rodean a superar rupturas y hostilidades, y a construir comunión entre las personas, entre los pueblos y entre las religiones".
El Papa llegó a la villa papal el 6 de julio para una estancia de dos semanas, y tenía previsto regresar al Vaticano la tarde del 20 de julio. Sin embargo, tras rezar el Ángelus ante los reunidos en la plaza principal de Castel Gandolfo, el Papa anunció que regresaría a Roma "en unos días", concretamente la noche del 22 de julio.
En sus palabras antes del Ángelus, el Papa reiteró: "Necesitamos gozar de tener un poco de descanso, con el deseo de aprender más sobre el arte de la hospitalidad".
"La industria de las vacaciones quiere vendernos todo tipo de experiencias, pero quizá no lo que buscamos", afirmó. "Todo encuentro verdadero no se puede comprar, es gratuito: sea el que se tiene con Dios, como el que se tiene con los demás, o incluso con la naturaleza .
La vocación de los cristianos y de la Iglesia, dijo, es "seguir siendo una casa abierta a todos" y acoger al Señor, que llama a nuestra puerta y "que pide permiso para entrar".
Tras el Ángelus, el Papa León visitó el Observatorio Vaticano para conmemorar el aniversario del primer alunizaje, ocurrido el 20 de julio de 1969.
La oficina de prensa del Vaticano informó que observó el telescopio principal y los demás instrumentos del observatorio, construido en la década de 1930.